Marta Pujol al juez: «Tras la amnistía de Montoro la prensa publicó nuestras cuentas, no era de fiar»
Marta Pujol Ferrusola, la segunda hija del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, reconoció durante su declaración ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata que la regularización que ofreció el ministro Cristóbal Montoro nunca le dio garantías de seguridad, y que de hecho cuando ella y otros hermanos —Pep, Mireia, Oleguer— y su propia madre regularizaron, salió en la prensa un «pantallazo» con sus saldos.
En los audios de la declaración que Marta Pujol prestó el pasado 27 de marzo, a los que ha tenido acceso Europa Press, Marta Pujol explica los motivos de la ocultación en Andorra, entre 1992 y 2014, del dinero que tanto ella como sus hermanos obtuvieron del «legado» de su abuelo Florenci. La razón fueron las «circunstancias políticas que pudiera generar la actividad» de su padre porque siempre ha sido «una familia expuesta, había su peligro».
«¿Tuvieron que subir a Andorra a enterarse?»
En ese momento viajaron a Andorra, un hecho que sorprendió a la fiscal que le preguntó si tuvieron que «subir a Andorra a enterarse de lo que tenían». Marta respondió que nunca se le comunicaban sus movimientos y que ella iba al banco enterarse del estado de su cuenta «una vez al año».
Tras lo ocurrido la familia puso una denuncia contra los bancos andorranos con los que habían estado trabajando, según reconoció en sede judicial.
La hija del ex presidente catalán confirma el operativo por el que su hermano Jordi repartió el «legado» del abuelo entre los hermanos y explica que si bien éste falleció en 1980, el dinero no se fue repartiendo en diferentes cuentas de los hermanos y de su madre en la Banca Reig —después Andbank— hasta 1992. La razón era que en dicho año los siete hermanos Pujol ya eran mayores de edad.
A preguntas de la teniente fiscal Anticorrupción, Belén Suárez, la hija mayor del ex presidente Pujol reconoce que su padre nunca quiso «saber nada» del legado del abuelo, de quien conocía su preocupación por la repercusión que la actividad política de Jordi Pujol pudiera tener en el futuro de la familia. Tras una gestión inicial primero por parte de un amigo y después por un primo de su padre, el primogénito Jordi Pujol Ferrusola se puso al frente en 1990, decidiendo comenzar el reparto dos años más tarde.
Un legado de 140 millones de pesetas
Marta Pujol reconoce que el legado fue de 140 millones de pesetas en dólares que en 1992 ya se habían convertido en 500 invertidos en diferentes productos financieros, de los que a ella le correspondían 62. También corroboró ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 que el dinero permaneció en Andbank en diferentes cuentas de miembros de la familia hasta que en 2010 les «invitaron» a marcharse.
Los depósitos fueron trasladados entonces a la Banca Privada de Andorra (BPA) hasta que dos años más tarde se constituyó una fundación con sede en Panamá, donde fueron transferidos hasta su regularización ante las autoridades españolas en 2014. Marta Pujol Ferrusola terminó regularizando un total de 571.000 euros.
En otro momento de su declaración, Marta Pujol —arquitecto de profesión—, reconoce ante la fiscal que fueron los propios servicios jurídicos del BPA —en esto coincide con la declaración que hizo ante el juez su hermano Jordi— los que les aconsejaron en 2012 constituir fundaciones con sede en Panamá para depositar en ellas el dinero con dos objetivos: evitar el impuesto sobre bienes que Andorra iba a aplicar y como «protección» frente a los empleados del banco «a raíz del caso Falciani» —en alusión a Hervé Falciani el informático que robó información sobre depósitos en bancos suizos—.
En este punto la fiscal se muestra sorprendida por el hecho de que Marta no pueda referirse con claridad al nombre de la fundación a su nombre. «Doral o Doreman, no le presté más interés»,llega a señalar sobre la estructura jurídica a la que transfirió la totalidad de su dinero, que nunca salió de Andorra.