Marruecos acepta la vuelta de 80 ilegales a la semana pero obliga a Marlaska a llevárselos al Sáhara

La salida de los inmigrantes ilegales llegados durante la última crisis migratoria de Canarias se está viendo dificultada por diferentes motivos, pero sin duda, los tiempos y los detalles que el Reino de Marruecos está imponiendo a España para este proceso de devolución es uno de los motivos que más está ralentizando el necesario vaciado de los recursos activados por el Gobierno y que está costando millones de euros salidos de las arcas públicas desde hace meses.

Cuando en marzo de 2020, hace un año, se declaró la existencia de una pandemia mundial varios países echaron el cierre a sus fronteras como medida de prevención ante posibles contagios. Uno de los cierres más radicales lo protagonizó Marruecos, que en la etapa más dura no permitió el regreso ni siquiera a sus nacionales documentados incluso si eran residentes en el país. Sin embargo, Rabat no fue tan contundente en lo que a las salidas de sus fronteras se refiere. El cierre fronterizo con respecto a España detuvo de inmediato el tránsito de personas en Ceuta y Melilla, y también paralizó la salida de pateras desde el norte de África a Europa a través del Estrecho de Gibraltar. Pero quien pensara que el cierre de fronteras paralizaría la inmigración ilegal estaba muy equivocado porque la pandemia no sólo iba a mantener el flujo migratorio, sino que iba a abocar a otras personas, por ejemplo, trabajadores marroquíes del sector turístico, a buscar una ruta de salida de su país. Y la encontraron: todos irían a parar desde marzo del año pasado hasta Canarias.

Para hacerse una idea del peso de Marruecos en la presión migratoria ilegal de Canarias, por debajo de los 12.000 marroquíes llegados en 2020 están los llegados desde Senegal, casi 7.500 personas menos, concretamente 4.539. Con estas cifras es obvio el interés mostrado tanto por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, como por el propio Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno acabó cancelando su viaje programado, una suspensión que coincidió con el reconocimiento del ex presidente de Estados Unidos Donald Trump de la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental.  Este detalle no es baladí una vez se sabe dónde están siendo llevados los inmigrantes ilegales retornados desde España. Marlaska sí hizo el que fue su séptimo viaje desde que es ministro hasta Rabat para tratar de negociar el retorno de sus nacionales desde Canarias.

Cuatro vuelos semanales

Desde hace unas semanas Marruecos ya acepta el regreso de los inmigrantes ilegales marroquíes desde Canarias, pero tal y como ha podido saber OKDIARIO, se hace al ritmo y manera que al país vecino le conviene. Para empezar, Marruecos acepta que lleguen cuatro vuelos semanales con no más de 20 inmigrantes ilegales a bordo. O lo que es lo mismo, a este ritmo, 80 personas a la semana, España tardaría tres años en devolver a todos los ciudadanos marroquíes interceptados en aguas de Canarias.

Pero Marruecos no sólo está decidiendo el ritmo de regreso de sus nacionales, sino también el modo y el itinerario. La devolución de personas ingresadas de forma ilegal en un país es de su departamento de Interior. Éste analiza los lugares de procedencia de las personas que van a ser devueltas, dónde están internadas y dónde trasladarlas dentro del país de origen. Interior puede incluso fletar los vuelos que además deben ser custodiados por funcionarios policiales. En las últimas fechas ha habido marroquíes que han sido trasladados desde el levante español hasta Madrid, de allí a Canarias y de las Islas a Marruecos. Se hace así porque los cuatro vuelos semanales que acepta Marruecos se llevan a cabo con la compañía Royal Air Maroc.

Fuentes policiales han confirmado a OKDIARIO que además las autoridades marroquíes están siendo inflexibles a la hora de revisar la documentación de los inmigrantes ilegales devueltos, quienes, aunque reconozcan ser marroquíes, sin documentación no son aceptados. Ese problema es doble, ya que las mismas fuentes explican que las autoridades diplomáticas de Marruecos en España no son especialmente ágiles a la hora de proveer de duplicados de documentación a los inmigrantes ilegales que están en España.

Y ahora vamos al destino. En Marruecos los vuelos con devoluciones pueden aterrizar en Casablanca o en Tánger. Incluso pueden acabar en Nador. La elección del destino depende y mucho del lugar de origen del inmigrante ilegal retornado. Sin embargo, todos los vuelos están llegando al mismo lugar: El Aaiún, capital del Sahara Occidental. Marruecos ha conseguido que Interior se pliegue y reconozca de manera práctica la soberanía marroquí sobre el Sahara occidental, algo que meses atrás dijo Sánchez que era algo que tenía que determinar la ONU. Pues diplomacia aparte, el mensaje de Rabat a Interior parece cristalino: la devolución de sus nacionales se está produciendo cuando ellos dicen, como ellos dicen y donde ellos dicen.