Marlaska repartió cientos de pistolas defectuosas a la Guardia Civil porque era la opción más barata
El ministro Marlaska repartió cientos de pistolas defectuosas a la Guardia Civil porque eran la opción más barata. En un escrito, la Dirección General de Instituto Armado admite por primera vez que tras repartir 6.000 pistolas «Ramón» a diferentes unidades de la Guardia Civil, se han encontrado fallos con los sistemas de extracción que atascan las armas con el peligro que ello representa, obligando a sustituir las piezas de las armas afectadas. A pesar de todo, Interior cumplirá con el contrato y recibirá hasta la última pistola comprada a la empresa israelí EMTAN.
Desde el anuncio de la nueva licitación para proveer de una nueva pistola reglamentaria a la Guardia Civil, las asociaciones profesionales del cuerpo, y en concreto AUGC, han denunciado desde hace meses que se trataba de las pistolas más baratas pero no las más seguras ni eficaces. «Sólo hace falta revisar la tabla de ponderación que ha regido en la licitación, donde el 60% de la puntuación está destinada al precio, frente al 10% a la precisión o el 5% a la ergonomía».
A pesar de todo el Ministerio de Interior decidió primar lo barato sobre la seguridad de guardias y ciudadanos, y aceptó la oferta de la empresa EMTAN para comprar más de 9.000 pistolas «Ramón» con el fin de dotar a las unidades de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil. Sin embargo, los destinatarios no tardaron en advertir los fallos que presentaban cientos de pistolas en el mecanismo de extracción. De hecho, unidades de nuevo cuño como la Unidad Nacional de Escoltas de Seguridad en Vuelo, los llamados Marshalls de la Guardia Civil, rechazaron el uso de la nueva pistola.
Finalmente, y tras los escritos de AUGC exigiendo que se sometiera a una revisión y examen a fondo las nuevas pistolas, la Dirección General de la Guardia Civil ha respondido admitiendo por vez primera los fallos en las armas.
En el oficio, que se puede consultar en esta información, la Dirección General insiste en que se realizaron todas las pruebas de evaluación de forma correcta, pero admite que una vez distribuidos los primeros lotes de pistolas se detectaron «ciertos fallos» relacionados con el sistema de extracción.
Tras comunicarlo a la empresa, en el marco de la garantía en vigor, se determinó que había que sustituir las piezas de cientos de las pistolas recién compradas por Interior, algo que se ha hecho con las pistolas depositadas en el Servicio de Armamento. Sin embargo, para el resto de las armas ya en manos de unidades operativas de la Guardia Civil decidieron repartirles las piezas para que los propios guardias las sustituyeran.
El oficio de la Dirección General de la Guardia Civil termina anunciando que la sustitución de piezas en las armas defectuosas está dando resultado «satisfactorio».
Desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil denuncian que el departamento de Marlaska ni se plantea cancelar el resto del pedido de pistolas «Ramón» que restan por entregar, a pesar de que claramente «se está jugando con la seguridad de los guardias por dinero».