Marlaska consiente un año más la fiesta proetarra de odio a la Guardia Civil en Alsasua
Un acto que se celebra con el permiso del Gobierno de Navarra de María Chivite y del Ministerio del Interior
Un año más, los proetarras han salido a las calles de Alsasua (Navarra) en el Ospa Eguna (día del adiós) para exigir la salida de la Guardia Civil del País Vasco y Navarra. Un acto que se celebra con el permiso del Gobierno de Navarra, encabezado por la socialista María Chivite, y del Ministerio del Interior que dirige Marlaska, a pesar de que durante la manifestación que ha tenido lugar se han visto pancartas con el lema «Poliziarik Ez» (Policía no) y gritos contra los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Esta manifestación se retoma después de que el pasado año la izquierda abertzale renunciase a su organización.
Este sábado se ha celebrado en la localidad navarra de Alsasua la jornada de acoso y humillación dirigida contra todos los miembros de la Guardia Civil destinados en la localidad navarra y, por extensión, a los de toda la comunidad foral. Unos actos permitidos e incluso alentados por parte de algunas instituciones locales. Tras un almuerzo popular celebrado en el pueblo y una conferencia sobre la infiltración policial, comenzaba la cita principal de la jornada que estaba prevista para las seis de la tarde.
Las calles de Alsasua volvieron a inundarse de pancartas contra la Guarida Civil en las que podía leerse «Poliziaren normalizaziorik ez» (No a la normalización de la Policía). Además, los batasunos que han acudido a la manifestación del Ospa Eguna han agitado el odio hacia la Guarda Civil con cánticos como «Talde represiboak kanpora» (Fuerzas represivas, fuera).
Los organizadores de esta manifestación han justificado que la lucha contra la represión continúa siendo «urgente». Por todo ello, y pese a que el lema contra la Guardia Civil ha sido «importante en el conflicto vasco», los proetarras reivindican la necesidad de contar con otro que «subraye» el «problema policial en su conjunto». Esta manifestación tiene una profunda carga simbólica en una localidad que en 2016 fue escenario de una agresión a dos guardias civiles y sus parejas y que derivó en condenas de entre un año y medio y nueve años y medio de cárcel para ocho jóvenes.
Ataque contra las instituciones
Para el PP de Navarra, la evolución del Ospa Eguna es preocupante. «Antes centraban su atención en la Guardia Civil. Como ya han conseguido su expulsión de las carreteras, ahora quieren expulsar a cualquier fuerza o cuerpo de seguridad del Estado», denuncia la formación. En este sentido, consideran que el evento ha ampliado su objetivo inicial y se ha convertido en un ataque más general contra todas las instituciones que representan al Estado español.
Asimismo, el PP de Navarra critica lo que consideran una deriva radical en los planteamientos del nacionalismo en la región. «El radicalismo de este nacionalismo no tiene límites, y no solo les molestan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, les molestamos todos los que no compartimos sus ideas, los que creemos en la Navarra foral y española», afirman. «Solo hay que ver el elenco de asociaciones invitadas a participar en las mesas redondas que organizan y el histórico que tienen», critican desde el partido.
La formación también ha expresado su preocupación por lo que consideran una falta de respuesta adecuada por parte de las autoridades competentes. «La impunidad con la que se permite este tipo de manifestaciones es inaceptable», concluyen, haciendo un llamamiento a las autoridades para que tomen medidas y garanticen el respeto al Estado de Derecho y la convivencia en Navarra.