COMUNIDAD DE MADRID

Madrid desperdicia un 76% menos de agua por fugas y roturas en la red que la media de toda España

Los embalses de Madrid encaran la recta final del invierno al 78,5% de su capacidad

España desperdicia el 15,4% del agua suministrada a los usuarios de la red

Madrid agua
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Paula Baena

En la Comunidad de Madrid se desperdicia un 76% menos de agua que la media del resto de España por fugas de agua, roturas, rebose de depósitos y averías en la red de distribución. Según los últimos datos al respecto publicados por el Instituto Nacional de Estadística, en 2020 el porcentaje de pérdidas reales sobre el volumen de agua suministrada a las redes de abastecimiento en España fue del 15,36%, mientras que en la región capitalina fue del 3,96%.

Desde el Canal de Isabel II, la empresa pública encargada de la gestión del ciclo del agua en la comunidad presidida por Isabel Díaz Ayuso, explican que estos buenos datos se deben a que hacen especial hincapié en el mantenimiento de un nivel de pérdidas reales «muy reducido», y recuerdan que no sólo está por debajo de la media española sino europea.

La entidad celebra que las pérdidas reales en aducción y distribución provocadas por las fugas, roturas y averías en la red de suministro, así como las pérdidas aparentes por errores de medida, fraudes y consumos no medidos, «se han reducido sensiblemente en los últimos años».

Esto se debe, sostienen, a que «han abordado la situación desde varios puntos». Así, dado que la red madrileña cuenta con casi 18.000 kilómetros de conducciones, la primera acción fue dividirla en partes más pequeñas (alrededor de 700 sectores) más fáciles de controlar.

Igualmente, la monitorización del caudal mínimo nocturno, combinado con un conjunto integral de indicadores provenientes de distintos sistemas de información, ha dado «excelentes resultados» en la detección temprana de fugas en toda la red de distribución.

Actualmente, recuerdan, el Canal trata de mejorar la detección de fugas mediante la monitorización de la presión y el ruido dentro de los sectores, así como mediante el uso de métodos basados en imágenes de satélite o fibra óptica. Con todo ello, concluyen, la red de distribución de la región de Madrid se encuentra entre las más optimizadas del mundo.

Además, desde el Canal de Isabel II explican a este periódico algunas claves más por las que Madrid destaca en la gestión de agua frente a otras regiones, como Cataluña, que ha entrado en emergencia por sequía con restricciones de agua que afectan al 80% de la población, unos seis millones de personas.

Por ejemplo, Madrid está acometiendo la sustitución de cientos de kilómetros de conducciones de agua potable. Los trabajos se concentran especialmente en remplazar las canalizaciones obsoletas por otras de materiales más avanzados y modernos. Por ejemplo, de fundición dúctil –hierro aleado con grafito–, que presenta una mayor resistencia y dureza, y se emplea para renovar redes con diámetros de hasta 800 milímetros. El plan tiene como objetivo final la renovación de 3.000 kilómetros de conducciones hasta el año 2030.

Además, otra de las grandes apuestas del Canal de Isabel II para optimizar al máximo sus recursos hídricos es la regeneración de aguas residuales para su posterior reutilización.

Durante el proceso de depuración del agua residual, previo a su devolución a los cauces, se eliminan desperdicios, grasas flotantes y, en general, todos los elementos gruesos que pueda contener el agua, además de los materiales decantables y la materia orgánica. Sin embargo, este proceso puede ir un paso más allá.

En algunas de sus instalaciones, Canal de Isabel II somete el agua residual a un tratamiento adicional, llamado tratamiento terciario, que adecúa la calidad del agua depurada para que pueda emplearse en usos no relacionados con el consumo humano. Esta agua, a la que se le incorpora el apellido «regenerada», sirve para el baldeo de calles, el riego de parques públicos o campos de golf e, incluso, para usos industriales.

Gracias a las posibilidades que ofrece, apuntan desde la entidad, el agua regenerada adquiere un enorme valor añadido, pues «su producción contribuye al incremento neto de la disponibilidad de agua natural en la región». Y es que al utilizar agua regenerada se evita consumir agua potable, lo que permite alcanzar cotas de ahorro realmente elevadas.

Desde que comenzó a producirla en sus instalaciones, en 2007, y hasta finales de 2023, la empresa pública ha podido ahorrar más de 193 millones de metros cúbicos de agua. Canal gestiona en total 33 plantas de regeneración que prestan servicio a 26 municipios, en los que viven 5,3 millones de habitantes. El agua reutilizada consumida en 2023 equivale al 3,45 % del consumo total de agua potable en la región, un volumen similar al consumo registrado en 2023 en todos los hogares de las ciudades de Getafe y Alcorcón.

Estas medidas de regeneración, renovación de red y detección temprana de fugas, unidas a la concienciación ciudadana, han conseguido reducir el consumo de agua per cápita en la Comunidad de Madrid en más de un 30% desde el año 2005.

«Independientemente de la situación climatológica e hidrológica, en Canal se trabaja como si cada día fuera el primero de la próxima sequía», concluyen.

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