ENTREVISTA

Olona (Vox) tras su expulsión: «Batet me ha echado del modo más sectario y fascista como Forcadell»

"Como Batet no puede recurrir al uso de la violencia, lo hace al uso arbitrario del poder", afirma

"Varios diputados del PP me han escrito mensajes de apoyo", señala la secretaria general de Vox en la Cámara

Batet expulsa a Vox del Congreso por pedir un debate sobre los ataques a la Policía en Cataluña

Macarena Olona
La secretaria general de Vox en el Congreso, Macarena Olona.
Segundo Sanz

Si no le intimidaron proetarras y nacionalistas cuando fue abogada jefa del Estado en el País Vasco ni los corruptos de cuello blanco cuando fue secretaria general de la empresa pública Mercasa, menos aún le van a amordazar quienes quieren silenciar a todo discrepante con la progresía instaurada y sus corifeos mediáticos. La secretaria general del Vox en el Congreso, Macarena Olona (Alicante, 1979), está curtida en mil batallas jurídico-administrativas y no da ningún paso sin estar incardinado en la normativa vigente. Este martes se convirtió en la tercera diputada de la Democracia en ser expulsada (tras Rufián y Pujalte). En su caso, por pedir que la Cámara abordara los graves taques a la Policía en Cataluña. La presidenta del Congreso —la misma que votó tres veces a favor de un referéndum independentista— le vetó cuando trataba de plantear un debate incómodo para el Gobierno de Sánchez. Así ha vivido Macarena Olona las últimas horas tras la expulsión.

PREGUNTA.- ¿Cómo se ha sentido cuando la presidenta del Congreso le ha expulsado de la Diputación Permanente?

RESPUESTA.- Me he sentido totalmente avasallada y cercenada en mi derecho fundamental a ejercer el cargo parlamentario y mi libertad de expresión parlamentaria. Porque tal y como se ha podido evidenciar cuando afortunadamente hemos tenido acceso a un audio grabado de lo ocurrido, la señora Meritxell Batet, al modo más sectario y fascista como hemos visto en Cataluña con la señora Forcadell, ni siquiera me ha permitido hacer uso de la palabra y me ha echado a pesar al derecho que nos reconocen a cualquier otro diputado y a mí los artículos 72 y 103 del reglamento de la Cámara.

P.- Las imágenes hablan por sí solas y queda claro que no le expulsa por el lío de los asientos (la ubicación no se había acordado), sino por introducir el debate de las agresiones a la Policía en Cataluña, que no estaba en el orden del día. ¿Por qué motivo o en base a qué artículo la señora Batet debió dejarle hablar al iniciarse la sesión?

R.- Efectivamente no tiene nada que ver con la cuestión de los asientos, que es algo que se ha producido antes de iniciarse la sesión de la Diputación Permanente y que había quedado por completo zanjado. Conforme al artículo 72 y 103 del reglamento se permite que cualquier diputado pueda hacer uso de la palabra en cualquier momento del debate y de la deliberación a los efectos de poder solicitar que otro sea llamado al orden por faltas de decoro grave.

«Como Batet no puede recurrir al uso de la violencia, recurre al uso arbitrario y discriminatorio de su ‘potestas’»

Y en ese sentido son los preceptos que he invocado con la finalidad de denunciar la vulneración del principio de lealtad institucional y del derecho fundamental que nos asistía al amparo del artículo 23.2 por las declaraciones públicas en los medios de comunicaciones los días 18, 20 y 22 que la señora Batet hizo en distintos medios avalando la actuación del Ejecutivo de Sánchez e indicando que hay una situación de normalidad en Cataluña, cercenando al mismo tiempo que la Diputación Permanente del Congreso pudiese debatir el grave atentado contra la unidad nacional y el golpe de Estado que estamos evidenciando en Cataluña.

P.- ¿Por qué no se había calificado ya por la Mesa de la Diputación Permanente vuestra petición de debatir sobre la exigencia al Gobierno de aplicar el estado de excepción en Cataluña? Se registró el miércoles pasado.

R.- Como fuimos expulsados sectariamente de la Mesa del Congreso, la única oportunidad que Vox tiene para hablar es a lo largo de la celebración de las sesiones de los distintos órganos, bien sea de la Junta de Portavoces, el Pleno o la Diputación permanente, porque además así lo establece el Tribunal Constitucional. Nosotros, después de presentar una solicitud en tiempo y forma, tuvimos el silencio por respuesta y ante ese silencio es evidente que celebrándose la sesión plenaria de la Diputación Permanente, hemos intentado solicitar a la presidenta que se refiera a la inclusión en el orden del día de una cuestión tan importante y que explicase por qué no se había atendido la solicitud.

P.- Están diciendo fuera que invocar al artículo 67.4 o al 68 del reglamento, como han hecho ustedes, para modificar el orden del día sólo puede hacerse en periodo ordinario, cuando hay Junta de Portavoces. Y en este caso, era la Diputación Permanente…

R.- Hay una remisión en la regulación específica de la Diputación Permanente a las normas del Plenario porque efectivamente cuando está en funcionamiento la Diputación Permanente se tiene que acudir a las normas generales de funcionamiento dentro del Pleno. Es el artículo 58 del reglamento de la Cámara el que permite esa aplicación supletoria.

P.- ¿Le ha llamado algún diputado o miembro de otro partido para hablar con usted sobre el incidente e interesarse sobre su estado de salud?

R.- Llamarme no, pero varios diputados del PP me han escrito mensajes de apoyo y de profunda indignación por lo ocurrido. Para mí ha sido una situación de absoluta sorpresa cuando la señora Meritxell Batet ha persistido en su actuación de ponerse al servicio del Ejecutivo de Sánchez.

«Los descalificativos personales en ningún caso son inaceptables y desde luego llegan ante la falta de argumentos»

Lo que ha hecho ha sido ganarse el sueldo no como presidenta del Congreso, sino como instrumento al servicio del Gobierno socialista, del PSC y de sus socios en 43 ayuntamientos y la Diputación de Barcelona. Impidiendo así que fuera el Congreso donde se pudiera hablar de la grave situación que vivimos en Cataluña y de la grave situación que están atravesando nuestros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y nuestra policía autonómica, y del atentado contra el orden constitucional que se está produciendo.

P.- ¿Le ha llamado Batet o algún miembro de la Mesa?

R.- No, ninguno. Cuando hablamos de la superioridad moral de la izquierda… si esto hubiera pasado con una diputada de un partido de izquierdas o de las facciones separatistas, el titular que tendríamos sería ‘Expulsión machista de una diputada en casi su octavo mes de embarazo’ [Macarena Olona está embarazada de siete mes y medio]. Lo que he visto por parte de otros portavoces, como la señora Lastra, han sido insultos y descalificaciones hacia mi persona. Yo llevaba una petición muy fundamentada y muy estudiada y se me ha cercenado la posibilidad de hablar. Es gravísimo. La libertad de expresión parlamentaria, ¿dónde queda? Que no soy yo, que es a las personas que represento.

P.- ¿Le han trasmitido desde los sindicatos policiales su apoyo tras lo ocurrido?

R.- Las manifestaciones de apoyo han sido públicas a través de las redes sociales. A nadie se le ocurre que los dirigentes de los partidos estén yendo a los platós de televisión para hablar de la grave situación que atraviesa Cataluña y que se celebre la única sesión que está prevista de la Diputación Permanente como si no estuviera pasando nada. En la más elemental lógica, ¿a alguien se le ocurre que esto es normal?

P.- ¿Hay censura en el Congreso de los Diputados por parte de la presidenta y sus socios?

R.- Absolutamente. Lo hemos denunciado en ocasiones anteriores cuando se ha demorado la tramitación de las iniciativas legislativas que hemos presentado otras formaciones como Vox y se ha dado preferencia y prevalencia a las iniciativas del Partido Socialista. Recordemos que en una Junta de Portavoces el portavoz socialista llegó a reconocer que es normal que siendo del mismo partido del Gobierno se diera preferencia a las iniciativas del PSOE. Esto es una anormalidad institucional y una quiebra del principio de separación de poderes. Lo estamos viendo de continuo.

P.- ¿Qué le parece que Ciudadanos haya aplaudido a Batet cuando le ha expulsado y que además le haya comparado con Rufián y con Podemos?

R.- Es indigno, pero ya lo hemos visto. Recordemos cuando en la sesión constitutiva del Congreso fue Vox quien apoyó al señor Rivera cuando invocó idénticos preceptos para hacer uso de la palabra. Porque la señora Batet, el problema que tiene es que como no puede recurrir al uso de la violencia, recurre al uso arbitrario y discriminatorio de su ‘potestas’ (poder), que no ‘auctoritas’ (autoridad). Y ya lo hizo en su sesión de investidura, quitándole la palabra al señor Albert Rivera.

«Me he sentido totalmente avasallada y cercenada en mi derecho fundamental a ejercer el cargo parlamentario»

El reglamento dice que el diputado tiene que hacer su valoración y la presidenta del Congreso deberá dar su respuesta sobre si cabe debate. En este caso, Ciudadanos ha estado donde tiene que estar según su posición. Ha sido coherente con ella, aplaudiendo a la señora Batet, al señor Sánchez y todos sus socios. Luego, ¿qué quieren?

P.- ¿Y qué le parece que Cayetana Álvarez de Toledo (PP) le haya acusado de “demagogia, mala fe y electoralismo”?

R.- Los descalificativos personales en ningún caso son inaceptables y desde luego se producen cuando faltan los argumentos. Tengo la sensación de que la señora Álvarez de Toledo no tenía información completa de lo sucedido, pero en todo caso ha perdido los papeles cuando ha entrado en descalificaciones personales. Además, ha incurrido en una falta de coherencia, porque cuando hace dos días quienes le estaban descalificando eran sus compañeros del norte, ella mismo dijo que eso era inaceptable.

P.- ¿Y cómo ve que haya medios que han distorsionado lo ocurrido, centrándose en la bronca de los asientos?

R.- Es tremenda la tergiversación cuando Vox lo único ha pretendido es que se pudiese denunciar en la Cámara la grave situación que estamos atravesando en España, en Cataluña y la grave situación en que se encuentran nuestros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, nuestra policía autonómica, y sobre todo la irresponsabilidad y absoluta pasividad del Ejecutivo socialista, con su apelación a una normalidad. Deben ser los únicos que lo ven así porque hay imágenes dantescas de cómo Barcelona ha vivido una batalla campal.

Y tenemos a un ministro del Interior que se va a cenar una hamburguesa y a tomar mojitos en lugar de estar donde tiene que estar, que es al pie del terreno y con los agentes, a los que ha dejado por completo vendidos. Vox sí ha estado a su lado y es lo único que pretendíamos este martes, darles voz, al igual que a todos esos millones de catalanes que se encuentran hoy por hoy secuestrados en Cataluña. Afortunadamente, gracias al audio que ha aparecido sobre los hechos, esos medios que han tergiversado la verdad han quedado en evidencia.

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