El PNV celebra la llegada de Iceta para alcanzar el objetivo de la «nación vasca»
La designación de Miquel Iceta como nuevo ministro de Política Territorial supone un impulso a las pretensiones del Partido Nacionalistas Vasco (PNV) de alcanzar el reconocimiento definitivo de la «nación» vasca. El primer vicelehendakari, Josu Erkoreka, ha celebrado ya este martes la entrada de Iceta en el Gobierno, ya que, ha considerado, será «un interlocutor generoso y eficaz» en materia de autogobierno. La relación con el nuevo ministro es fluida.
Desde el PNV valoran que Iceta «tiene una postura histórica, profunda y conocida en favor del autogobierno». «Es un tipo abierto y va a entender bien nuestras reivindicaciones y, en cierta medida, compartirlas», ha afirmado Erkoreka.
Esas reivindicaciones ya se plasmaron, en su día, en un documento firmado por el propio Pedro Sánchez, el de su investidura. En él, los socialistas se comprometían, literalmente, a «impulsar, a través del diálogo entre partidos e instituciones, las reformas necesarias para adecuar la estructura del Estado al reconocimiento de las identidades territoriales, acordando, en su caso, las modificaciones legales necesarias, a fin de encontrar una solución tanto al contencioso en Cataluña como en la negociación y acuerdo del nuevo Estatuto de la Comunidad Autónoma Vasca, atendiendo a los sentimientos nacionales de pertenencia».
En otro punto, se prometía el traspaso de las competencias estatutarias pendientes, entre ellas -en un plazo de seis meses- la de tráfico a la Comunidad Foral de Navarra. Otra de las reclamaciones era «abrir cauces para promover la representación internacional de Euskadi en el ámbito deportivo y cultural».
Los acuerdos están en marcha. En un año de legislatura, el Ejecutivo ha avanzado especialmente en la transferencia de competencias. El calendario prevé tenerlas completadas antes de marzo. La más delicada, la de prisiones, también sigue su curso. También se han mantenido distintos encuentros para que el País Vasco tenga selecciones deportivas en el ámbito internacional.
Avance en los acuerdos
La reforma del Estatuto es aún la cuestión pendiente. El pacto de Gobierno entre PNV y PSE, firmado en septiembre pasado, no se extiende a la reforma, que se mantiene en el estricto ámbito de la negociación de los partidos. Pero sí deja claras las intenciones de un mayor «autogobierno», comprometiéndose los partidos a «profundizar» en la ponencia parlamentaria. El documento destaca la necesidad de «lograr un nuevo pacto estatutario para una nueva generación».
Detrás de ese sucinto enunciado se esconde la pretensión del PNV de ampliar las competencias, además de finalizar el traspaso de las pendientes. El partido lleva tiempo reclamando aquellas competencias que estime «necesarias» para «garantizar los derechos políticos, económicos, sociales, lingüísticos y culturales de la ciudadanía vasca», como han anunciado en varias ocasiones. Los nacionalistas quieren una «relación bilateral y de igual a igual entre el pueblo vasco y el Estado, de respeto y reconocimiento mutuos, de naturaleza confederal».
Los socialistas, por su parte, hablan del Estatuto como la ‘Constitución interna de Euskadi’ en la que, defienden, se deben «introducir los elementos sustantivos del autogobierno» y también los conceptos de «nación» y «nacionalidad», blindados ya desde su preámbulo.
Iceta y las 8 naciones
Miquel Iceta nunca ha ocultado su defensa del concepto nación y de las «singularidades» de determinadas comunidades autónomas.
«Si nación es sinónimo de Estado, pues el Estado es el español, que es el que garantiza la ciudadanía y la igualdad de derechos y deberes. Pero si nación es un sentimiento de identidad, ¿por qué no? Yo creo que España es una nación de naciones, lo he defendido siempre y lo seguiré haciendo», dijo en una ocasión.
En la ponencia marco del 14º congreso que en 2019 revalidó a Miquel Iceta al frente del PSC ya se recogía con precisión: «Reconocer Cataluña como nación y España como un Estado plurinacional es nuestra manera de entender nuestra unión y la igualdad en la diversidad».
En una entrevista en La Razón, a la pregunta «¿Cuántas naciones hay en España?», Miquel Iceta respondía: «Las he contado. Según los estatutos de autonomía, ocho, y si sumamos el preámbulo de Navarra, nueve. Los Estatutos de Galicia, Aragón, Valencia, Baleares, Canarias, Andalucía, País Vasco y Cataluña dicen que son nacionalidades, o nacionalidades históricas. Nación y nacionalidad son sinónimos».
Uno de los grandes objetivos del PSC es abrir, de manera urgente, una reforma de la Constitución para la «ransformación del Estado de las Autonomías en un Estado federal» y el «reconocimiento de las singularidades propias de las naciones y las nacionalidades, teniendo en cuenta los hechos diferenciales y los derechos históricos ya reconocidos por la Constitución y los Estatutos vigentes», según se recoge en el mismo programa electoral -aún provisional- con el que Salvador Illa concurrirá a las elecciones del próximo 14 de febrero en Cataluña.
Esa propuesta contendrá, según el PSC, una «delimitación clara de los espacios competenciales entre el Estado Federal y las comunidades autónomas». Además, se persigue «la transformación de la actual Cámara Alta en un Senado federal integrado por los representantes de la ciudadanía y de los gobiernos de las comunidades autónomas», la «regulación del modelo de financiación», incorporando, dicen, «los principios de suficiencia, solidaridad, corresponsabilidad y eficiencia», o la «territorialización del sistema de gobierno del Poder Judicial».
En otro apartado, los socialistas catalanes abogan por «impulsar la transformación del Estado para que integre mejor su pluralidad y diversidad» y «priorizar lo que es urgente», que en su opinión es «mejorar el autogobierno en el ámbito institucional, normativo, fiscal y económico».