Congreso de los Diputados

La reforma del ‘sólo sí es sí’ parte al Gobierno con bronca entre los socios y avanza con el apoyo del PP

Irene Montero
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La conocida como Ley del sólo sí es sí de Irene Montero, de la que se han beneficiado ya 730 agresores sexuales -más de 70 han sido excarcelados- ha provocado la ruptura total del Gobierno de coalición. PSOE y Podemos se han cruzado reproches muy duros en el debate para su reforma, que se ha convertido en una batalla dialéctica campal. La reforma ha iniciado su recorrido parlamentario gracias al apoyo del Partido Popular a la propuesta socialista. Podemos ya había avanzado que votaría en contra porque considera que la iniciativa suprime el «consentimiento», un argumento falaz porque éste siempre ha estado en el centro del Código Penal.

La reforma -que el PSOE registró en solitario y que ha provocado semanas de desencuentros con sus socios- regresa a la horquilla de penas que se recogía para las agresiones sexuales en el Código Penal de 2010, antes de la norma impulsada por el Ministerio de Igualdad.

Antes del sí es sí, el Código Penal distinguía entre abuso y agresión sexual y, para esta última recogía penas de prisión de entre 1 a 5 años. La ley promovida por Montero bajó la pena máxima a los 4 años. Además, para el delito de violación se pasó de una pena mínima de 6 a 4 años de prisión.

Este retoque, en cualquier caso, no evitará que las rebajas de condena y excarcelaciones sigan sucediéndose. De hecho, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pronostica que sus efectos podrán extenderse hasta cinco años, como avanzó OKDIARIO, con centenares de nuevas revisiones. Más de 4.000 agresores sexuales cumplen condena en las cárceles españolas.

«Peroratas»

El PSOE ha entonado este martes la autocrítica por la aprobación de la ley y ha abroncado a sus socios para que apoyen el nuevo texto. «Estamos cansados de sus peroratas, dejen la hipérbole y hablen de soluciones», ha aseverado la diputada Andrea Fernández.

La socialista ha defendido la tradición histórica de su partido por la igualdad, una bandera que el PSOE se disputa con Podemos, y ha advertido de que «aquí no valen eslóganes».

Cabe recordar, no obstante, que el Ministerio de la Presidencia era consciente de los riesgos, tal y como reveló un informe publicado en exclusiva por este periódico, en el que Moncloa advertía a Igualdad sobre la rebaja de las penas, que quedaban «sustancialmente reducidas», algo «no justificado».

A su llegada al Congreso, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha considerado «una mala noticia, y más en víspera del 8M, que el PSOE se dé la mano con la derecha» para «volver al Código Penal de la violencia y la intimidación», el falso argumento en el que se apoya Podemos. Montero ha considerado «evidente» que «hay que dar una respuesta ante las decisiones judiciales de bajadas de penas» a agresores sexuales, pero ha apostado por «una respuesta unitaria del Gobierno». Los dos socios han negociado desde noviembre sin ningún éxito, mientras el propio Sánchez se declaraba públicamente «orgulloso» de la ley.

Irene Montero ha escuchado las críticas de sus socios sentada en la bancada azul y con la única compañía de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. Ningún otro ministro de Podemos ha acudido al pleno. La vicepresidenta Yolanda Díaz ha optado por un perfil bajo en la guerra entre el PSOE y Podemos por esta reforma, aunque no ha roto la disciplina de voto.

«Fascistas»

En una intervención muy bronca, la diputada de Podemos Lucía Muñoz ha considerado «gravísimo» que los socialistas se alíen con Vox y el PP para preguntar si las mujeres «cierran las piernas». La formación morada ha tenido una intervención muy crítica hacia el PSOE, acusando al partido de pactar con «un puñado de fascistas que pretenden volver al silencio y la culpa». «Vamos a defender aquí dentro y en las calles las conquistas feministas», ha advertido la diputada podemita.

El PP ha recordado que la reforma «es una enmienda a la forma de gobernar» de Sánchez, marcada por «la falta de solvencia y la soberbia». La portavoz, Cuca Gamarra, ha recriminado que el PSOE no ha presentado la reforma «por la alarma social de los beneficios y excarcelaciones», «por humildad» o «por sensibilidad hacia las víctimas», sino por «la alarma electoral».

La dirigente popular ha destacado que, pese a la división del Gobierno, la coalición seguirá «absolutamente igual». «Sí se puede, claro que se puede, se puede dimitir», ha espetado, copiando el lema de Podemos, dirigiéndose a Irene Montero. Y al PSOE: «Sí se puede, claro que se puede, se puede cesar».

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