La CUP dejará en manos de los militantes la decisión sobre la investidura de Artur Mas

Antonio Baños-Artur Mas-CUP-CDC
Antonio Baños en rueda de prensa (Foto: Efe)

La CUP ha atacado hoy las voces «neoautonomistas» en CDC y ha rechazado tanto los «chantajes» sobre la investidura de Artur Mas, como que los convergentes vuelvan a la ambigüedad sobre la independencia: «Ni ‘peix al cove’ (política de pájaro en mano) ni ‘la puta i la Ramoneta» (jugar a dos bandas).

El presidente del grupo parlamentario de la CUP, Antonio Baños, ha expresado este rechazo en una rueda de prensa realizada junto a los otros mueve compañeros de escaño, que han salido en tromba contra las críticas vertidas por figuras de relieve de CDC, como Andreu Mas-Colell o Francesc Homs, por las exigencias que pone la CUP para lograr un acuerdo de investidura.

La CUP, han explicado sus diputados, rechaza «chantajes» para obligarla a investir a Artur Mas como presidente de la Generalitat y piensa someter a votación en una «asamblea nacional abierta» la propuesta formal que les plantee Junts pel Sí (JxSí).

La diputada de la CUP Gabriela Serra ha precisado, con respecto a esta cuestión, que la asamblea informativa convocada para el día 29 supone para la CUP «una cita importante y será muy definitiva», aunque no se ha atrevido a pronosticar si podría servir para refrendar un hipotético acuerdo con JxSí.

Antonio Baños ha vuelto a repetir que la CUP desea ser el «muelle o el tensor» para garantizar que «todo se haga bien y de forma profunda y seria», y ha diferenciado las presiones del sector «neoautonomista» de CDC de lo que es la negociación que les plantea Junts pel Sí.

Según Baños, «hay sectores que son partidarios del ‘dilacionismo’, de negociar de forma lenta y superficial, pero la CUP garantiza», ha recalcado, que el proceso hacia la independencia «sea irreversible y popular» además de «consensuado».

Ha arremetido, sin embargo, contra la campaña «de declaraciones y artículos de opinión» emprendida tanto desde el gobierno en funciones, como desde fuera, porque plantea un dilema que creían superado con la aprobación de la resolución inicial del Parlament, «que es la dialéctica entre ruptura y reforma».

Después de escuchar las declaraciones del ex conseller de CDC Francesc Homs, Baños ha criticado la irrupción de «un escenario neoautonomista» que la CUP daba por enterrado y que conllevaría volver a la práctica de la política posibilista del «peix al cove» (pájaro en mano) y de ‘la puta y la Ramoneta’ (jugar a dos bandas).

«Sí quedan autonomistas dentro de CDC que se lo expliquen a sus votantes, a ver qué les dicen, pero no a nosotros», ha afirmado Baños, para quién «están aflorando intereses que estaban ocultos» y ha constatado que «hay sectores que creen que la independencia es cambiarlo todo para que no cambie nada», especialmente, ha dicho, la preservación de los intereses «de la oligarquía».

«Una mala semana para el sector ‘lampedusiano’ o neoautonomista’ de CDC», ha dicho Antonio Baños en alusión al escritor italiano Giuseppe Tomasi di Lampedusa quien propugnó una política de ‘cambiarlo todo para que en realidad no cambiara nada’.

Según Baños, la CUP desea que se cumpla la hoja de ruta de JxSí porque «tiene puntos de confluencia con la nuestra» y ha negado que su formación desee «imponer» su programa o que alguien «se esté bajando los pantalones» ante sus exigencias.

De hecho, y a diferencia de ruedas de prensa anteriores, ningún representante de la CUP ha dicho hoy que no vayan a investir a Mas bajo ciertas circunstancias y condiciones, y Baños ha subrayado: «trabajamos para cumplir con un mandato y lo que pase en las elecciones del 20 de diciembre a nosotros no nos preocupa, porque no nos presentamos y estamos por otras cosas».

 

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