INVESTIDURA DE SÁNCHEZ

Junts sopesa no someter la amnistía a referéndum de sus bases por temor a que prefieran el bloqueo

Un 'no' a pactar con el PSOE de la militancia supondría un revés para la dirección de Junts y para Carles Puigdemont

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El fugado Puigdemont, cara visible de Junts.
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • BRUSELAS
  • Enviado especial
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Estatutariamente la dirección de Junts está obligada a convocar un referéndum entre sus filas para consultar a sus bases si aceptan un posible acuerdo con el PSOE para investir a Pedro Sánchez a cambio de la amnistía. Pero el líder moral de la formación y negociador jefe, Carles Puigdemont, quiere evitar que eso sea así. Prefiere evitar el riesgo de una votación que tumbe su negociación con los socialistas.

El temor a que los afiliados rechacen participar en la gobernabilidad del Estado, lo que supondría un revés en toda regla a toda la estrategia seguida en las últimas semanas, está detrás de las dudas sobre la idoneidad o no de convocar dicho referéndum para dar voz a las bases.

Aunque Puigdemont no forma parte de la dirección de Junts, tiene aliados en ella para evitar ese referendo interno. En concreto, toda la parte que procede de la vieja Convergència, que lidera el secretario general del partido de Puigdemont, Jordi Turull. En el lado contrario se encuentran los partidarios de preguntar a la militancia. el bando más radical capitaneado por Laura Borràs.

Estos últimos fueron los que impusieron su criterio hace poco más de un año cuando, en contra de la mayoría de la dirección, obligaron a los ‘consellers’ a romper el Govern de Pere Aragonés dejando a ERC en minoría. El resultado fue muy ajustado: 55,73% a favor de salir del Govern y el 42,39% a favor de permanecer. La decisión supuso para muchos la pérdida de su modus vivendi durante décadas. Untotal de 250 altos cargos de Junts dejaron de serlo y por el camino se dejaron 20 millones de euros en sueldos públicos. Ahora el resultado podría ser similar, en una u otra dirección, explican.

Que se vuelva a repetir ese escenario, que la cúpula de Junts quede desautorizada por las bases, es una probabilidad. O incluso una alta probabilidad. De ocurrir, no sólo enmendarían la labor hecha hasta ahora. También, prácticamente, inhabilitarían a algunos de los que han abanderado el acuerdo con el PSOE para seguir al frente del partido.

Todo eso, y el resultado del referéndum del Consell per la República que pedía bloquear la investidura, forma parte de los motivos por los que Puigdemont duda de que las bases de Junts deban votar un acuerdo a cambio de la amnistía. Pese a que él es el principal defensor de dar voz a la militancia. Su entorno ya advirtió que no es vinculante la reciente negativa que dejó la votación en el seno del Consell per la República.

Los más beligerantes de Junts

De los 4.021 miembros del Consell que expresaron su opinión en esa votación, que concluyó el pasado lunes, una parte importante son también miembros de Junts. «Y están más movilizados para impedir el acuerdo que los que lo bendicen o les da igual», señalan fuentes cercanas al ex president de la Generalitat. Por lo que, teniendo en cuenta que el censo de Junts es de alrededor de 6.600 militantes censados, el rechazo a cualquier acuerdo con el PSOE tiene más papeletas de salir que el beneplácito al mismo.

Pedro Sánchez, tal como explicó este jueves OKDIARIO, tampoco tiene previsto consultar a sus bases sobre el posible pacto con JxCat y la amnistía. ERC, sin embargo, sí dará la voz a su militancia para que que refrenden o no el acuerdo que puedan alcanzar con los socialistas. En el caso del partido liderado por Oriol Junqueras y Aragonés hay menos riesgo a que las bases desautoricen a la dirección.

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