Una juez obliga a Podemos a readmitir a un ex diputado represaliado por Iglesias
Varapalo judicial a Pablo Iglesias. Y, en concreto, a las purgas de sus compañeros cuando estos no demuestran una sumisión indestructible ante su liderazgo. Una jueza de Madrid ha declarado nulo el despido del exdiputado de Podemos Miguel Vila como empleado de la formación y obliga al partido a readmitirlo. La sentencia no concluye que Vila, del sector errejonista, fue «represaliado» por no ser afín a Iglesias.
En una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, la magistrada Patricia del Valle considera que el despido de Vila fue una «reacción ilícita frente a la afinidad política» del exdiputado y, por tanto, una violación de la Constitución, que en su artículo 14 proclama la igualdad de todos los españoles ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación de ningún tipo.
Vila fue empleado de Podemos desde octubre de 2014. Trabajó en el partido como técnico de imagen y sonido. Fue elegido diputado por Burgos en las elecciones de diciembre de 2015 y en la repetición electoral de junio de 2016. Por esa razón, causó baja en la Seguridad Social y alta en el régimen especial de parlamentarios hasta que las Cortes se disolvieron el 5 de marzo de este año.
Al quedar fuera de la Diputación Permanente del Congreso, Vila pidió la indemnización por transición a la que tienen derecho los diputados hasta que se celebran nuevas elecciones y, como no fue candidato el 28-A, reclamó la correspondiente indemnización por cese de su actividad parlamentaria.
También pidió a Podemos su reingreso a su puesto de trabajo, pero la dirección morada le cerró las puertas bajo el argumento de que nunca tuvo constancia de que Vila hubiera solicitado una excedencia forzosa por haber sido elegido diputado, sino una baja voluntaria como empleado.
Vapuleo a Podemos
La juez rechaza todas las explicaciones de Podemos y da la razón a Miguel Vila cuando éste vinculó su despido con su escasa afinidad con el «denominado sector ‘pablista’», dado que formaba parte del grupo próximo a Íñigo Errejón.
Le da la razón también en ese aspecto, al sentenciar que no resulta «controvertido» que no es afín a ese sector, algo que ratificó en el juicio el exdirigente de Podemos Jorge Lago, también «errejonista».
La magistrada subraya que Podemos no presentó ninguna prueba de que el despido no fue una «represalia» y se limitó a defender que Vila no solicitó el reingreso en el plazo marcado por la ley, algo que, según la sentencia, no es cierto.
Por ello, considera que no existe «justificación alguna» para el despido y lo declara nulo, obliga a la readmisión del exdiputado y al pago de los salarios que ha dejado de percibir desde mayo hasta la fecha de readmisión a razón de 63,05 euros diarios.