Nieto: «Ojalá esté grabada mi conversación con Pablo González y acabe esta pesadilla»
El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, ha dicho este miércoles que «ojalá» esté grabada, tal como han dicho algunos periodistas, su conversación con Pablo González, hermano del ex presidente madrileño Ignacio González y encarcelado como él en la ‘operación Lezo’. «Ojalá esté grabada y se pueda publicar, y acabemos ya con este pesadilla», ha dicho.
No obstante, Nieto no ha dado por hecho que esa grabación exista, sino que ha hecho ese comentario afirmando que algunos periodistas la han mencionado. De hecho, preguntándose qué posibilidad tiene él de defenderse en este caso ha señalado que no le parecería adecuado grabar las conversaciones de su Departamento.
«¿Qué posibilidad tengo de aclararlo?», se ha preguntado. «Que se graben las conversaciones en la Secretaría de Estado de Seguridad y luego se puedan poner creo que no es la forma», ha añadido.
«Tengo las dos manos atadas»
En declaraciones a Onda Cero, recogidas por Europa Press, Nieto ha asegurado que él sólo quiere poder defenderse, porque hasta ahora ha tenido «las dos manos atadas» ante lo que se dice de él en un sumario que él no conoce, pero «sí lo conoce mucha gente» y del que sólo se publican fragmentos. Es más, se ha preguntado si lo que se ha publicado del sumario estará «aliñado».
El ‘número dos’ de Interior ha insistido en que su reunión con Pablo González fue protocolaria y para temas de seguridad de Mercasa, la empresa pública en la que era directivo. También ha dicho que llevaba dos años sin tener ningún contacto con él y que nunca ha hablado ni con Ignacio González ni con su hermana Isabel, diputada en la Asamblea de Madrid.
Nieto ha reiterado que cuando se produjo esa reunión, el pasado 8 de marzo, él no sabía que Pablo González estaba investigado en la ‘operación Lezo’. Y ha asegurado que si esa reunión se la hubiera pedido Ignacio González «nunca se habría producido», porque el ex presidente madrileño no era cargo de una empresa, no tenía ninguna relación con él y, además, sí había sido objeto antes de investigaciones judiciales -sobre su dúplex en Estepona- que le obligarían a «ser precavido».