El jefe de gabinete de Sánchez lanza una campaña entre los barones para aislar a Susana
El jefe de gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo, lleva semanas trabajando en un plan para restar apoyos a Susana Díaz y evitar que una caída del presidente-acosado por la tensión en Cataluña, los inacabables escándalos de sus ministros y la propia tesis falsa del presidente- abone el terreno para que la andaluza coja fuerza tras las elecciones autonómicas y recupere el control del partido.
Cuatro fueron los claros apoyos de Susana Díaz durante las primarias por la Secretaría General del Partido: Javier Fernández en Asturias, Emiliano García Page en Castilla La Mancha, Javier Lambán en Aragón y Guillermo Fernández Vara.
Y es éste último es precisamente el primero sobre el que han empezado a trabajar desde Moncloa para desarticular posibles ataques internos contra Sánchez. Quien comanda esa estrategia es Redondo.
El pasado 22 de septiembre Vara e Iván Redondo sellaron su amistad en Mérida
Vara fue uno de los que pidió abiertamente el voto en favor de Susana Díaz en el proceso de primarias porque, dijo, “comparto el modelo de país y de PSOE” con ella. Pero esos tiempos han quedado atrás. Tras varios encuentros en Madrid y un sellado de alianza en Mérida el pasado 22 de septiembre, Vara ya forma parte de la estructura de apoyo más fiel a Pedro Sánchez.
La foto que hoy muestra OKDIARIO fue tomada la noche de ese 22 de septiembre en las gradas del Teatro de Mérida durante un concierto de Serrat. Allí acudieron Iván Redondo y Fernández Vara como grandes amigos. Los antiguos enemigos habían enterrado ya el hacha de guerra -para enfado de Rodríguez Ibarra- y caminaban de la mano en una estrategia: debilitar los posibles futuros apoyos de Susana Díaz en caso de que el Ejecutivo de Sánchez continue su agravamiento.
Al frente del programa electoral
La confirmación de esa alianza llegó más tarde. Si todos los barones regionales habían sido expulsados de la Ejecutiva Nacional con la llegada de Sánchez, Vara recuperaba un cargo que mostraba su acercamiento al líder Sánchez: era situado al frente de la elaboración del programa electoral del PSOE para las elecciones autonómicas del próximo mayo.
El concierto de Serrat, además, estuvo precedido de una cena amistosa: Iván Redondo y su mujer quedaron a cenar con Fernández Vara y su esposa justo antes de la actuación en el Teatro de Mérida.
Próximos movimentos
Los movimientos con el resto de líderes que llegaron a ser fieles a Susana Díaz no se harán esperar. Tan sólo Asturias parece fuera de este esfera de actuación urgente. Y es que, en el entorno de Sánchez dan por hecho que su influencia sobre los socialistas asturianos vendrá de la mano del relevo iniciado en septiembre de 2017 y que concluirá con la salida de Fernández como presidente asturiano el próximo año.
Pero el resto del plan avanzará. Porque Sánchez sabe que es falsa su supuesta fortaleza vendida por el CIS -le dio subida en intención de voto de medio punto pese a caer cinco puntos en intención directa-. Y que, por lo tanto, una caída de La Moncloa abriría el camino a una nueva guerra por el liderazgo en las filas socialistas.
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