Marcha Verde sobre Ceuta

La Inteligencia española busca delincuentes y yihadistas entre los inmigrantes llegados a Ceuta

Además de un problema diplomático y sanitario la violación masiva de la Frontera ha puesto en jaque a los servicios de Información españoles

Los precedentes de Canarias y Almería, lugares por donde llegaron yihadistas en patera, han provocado la revisión pormenorizada de los inmigrantes ilegales identificados en la ciudad ceutí

inmigrantes ilegales Ceuta
Inmigrantes en Ceuta. (Foto: Efe)
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Las consecuencias en materia de Seguridad Nacional de la reciente oleada de inmigración ilegal que se ha producido en Ceuta están aún por determinar. Desde el pasado lunes los servicios de Inteligencia de nuestro país se afanan en rastrear perfiles «de interés policial» entre los 10.000 inmigrantes ilegales llegados estos días a la ciudad autónoma. El Gobierno reconoció recientemente la detención de 11 terroristas infiltrados en las redes de inmigración ilegal desde 2018.

La localidad marroquí de Castillejos se encuentra a escasos 15 minutos en coche de la frontera con España a través de Ceuta. Los días posteriores al paso masivo de inmigrantes ilegales a través de la valla ceutí se han difundido imágenes de graves disturbios en la citada localidad desde que la Gendarmería marroquí ha decidido disolver a los miles de personas que esperaban en los alrededores de la ciudad por si se repetía la oportunidad de entrar a España por Ceuta. Pero en materia de Inteligencia y Seguridad Nacional, Castillejos es mucho más que la ciudad marroquí más cercana a Ceuta: ha sido tradicionalmente identificada como ubicación de campamentos de entrenamiento de grupos terroristas en el norte de África.

Ese detalle preocupa y mucho a la Inteligencia española que trata de averiguar si entre los miles de inmigrantes ilegales que han entrado a Ceuta estos días puede haber llegado algún radicalizado. Y ese no es el único perfil que preocupa a los servicios secretos españoles.

Desde 2020 hay una vigilancia mucho más específica sobre los inmigrantes ilegales llegados desde Marruecos, y la hay porque el reino marroquí sacó de sus cárceles de una tacada a más de 5.500 presos en un gesto de gracia por parte del rey Mohammed VI. Marruecos siempre garantizó el control sobre estos presos, aunque estuvieran en libertad, y de hecho volvió a encerrar a algunos, pero nadie ha podido confirmar qué ha sucedido con el resto. Lo que las fuerzas policiales españolas sí que han percibido ya es la presencia de ex soldados marroquíes con problemas con la Justicia en el pasado y que habían llegado en pateras a diferentes puntos del país.

Pero la localización de delincuentes con antecedentes penales es ‘sólo’ un problema de seguridad ciudadana comparado con el otro gran problema de seguridad: los radicalizados yihadistas. En esto se está poniendo especial empeño al comprender la Inteligencia española que el paso masivo de inmigrantes ilegales a Ceuta fue fruto de un movimiento preparado y coordinado por parte de Marruecos. «Quién piense que miles de personas se presentan de forma casual ante una frontera es un ingenuo», aseguran las fuentes consultadas a OKDIARIO.

Así que si durante días se fue corriendo la voz de que la Gendarmería marroquí iba a dejar pasar a Ceuta a quien quisiera, y eso propició la llegada en masa de miles de personas del norte de Marruecos, ¿pudieron los radicalizados de la zona aprovechar esta brecha de seguridad para colarse en territorio español?

«Sin ojos en Marruecos»

Lo diabólico de esta situación es que Marruecos advirtió de que algo iba a suceder y presionó a España cortando el flujo de información sensible con nuestro país, lo que acaba afectando a toda Europa. Si España localiza un perfil sospechoso entre los inmigrantes ilegales recién llegados, ¿quién podría confirmar esas sospechas? Marruecos.

«Después de lo que ha sucedido, y hasta que no se normalice la situación, nos hemos quedado sin ojos ni oídos en Marruecos. Es un país con el que estamos obligados a mantener el trato por puro egoísmo. Hasta no hace mucho al menos una vez al mes miembros de su inteligencia venían a España a intercambiar información. Eso ha dejado de suceder y el deterioro total de la relación nos ha llevado a la situación actual», explican las fuentes consultadas por este diario.

La llegada de terroristas a través de flujos migratorios ilegales ha dejado de ser una posibilidad para convertirse en una certeza. Ese fue el origen de varios de los terroristas responsables de los atentados de París en 2015. Muchos acabaron en campos de refugiados de Austria que acabaron abandonando para llegar a Francia con documentación falsa. Aquellos atentados en territorio galo explican el comportamiento unilateral de Francia de controlar férreamente sus fronteras con España desde que estalló la crisis migratoria en Canarias.

El último episodio que demuestra que crisis como la de Ceuta suponen una amenaza real para la Seguridad Nacional se produjo en Barcelona. A finales de 2020 tres yihadistas fueron identificados y detenidos por orden de la Audiencia Nacional. Los tres habían llegado a España a bordo de una patera que arribó a Almería y sus facilitadores los instalaron en tiempo récord en Barcelona. El FBI avisó a España de su peligrosidad. Una prueba evidente de que la colaboración entre los servicios de inteligencia de diferentes países no se puede tomar a la ligera.

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