Una imagen vale más que mil palabras: la relación Sánchez-Díaz va mejor que nunca

Como Rhett Butler y Escarlata O’Hara en aquella escena de Lo que el viento se llevó (1939), este martes Pedro Sánchez y Yolanda Díaz han dado rienda suelta a la pasión tras acordar los terceros Presupuestos Generales del Estado de la coalición socialcomunista. Presidente y vicepresidenta segunda, en el sala Tàpies del Palacio de La Moncloa, han protagonizado una escena de película ante las cámaras. Todo para escenificar el pacto, que permitirá al Gobierno, iniciar la negociación de las cuentas públicas con el resto de grupos parlamentarios. Una demostración de la buena sintonía, de cara a la galería, que existe entre los dos socios. Pese a las críticas que la propia Díaz, lanzó apenas unas horas antes por cómo se habían negociado los Presupuestos.

Pese a todo, y a juzgar por las imágenes que han dejado captar en el encuentro previo a la reunión del Consejo de Ministros, el idilio entre Sánchez y Díaz pasa por uno de sus mejores momentos. Una luna de miel que se inició en enero de 2020, con el acuerdo de coalición, y que ha tenido altibajos desde que la ministra de Trabajo y Economía Social se hiciera con las riendas de Unidas Podemos, en marzo de 2020, tras la marcha de Pablo Iglesias. Con el PSOE llevando la batuta y Podemos sobrepasando las líneas rojas que se habían puesto hasta hoy, como con la renuncia a vincular la Ley de Vivienda o admitir el gasto militar, socialistas, morados y el proyecto unipersonal de Díaz han alcanzado un acuerdo que da aire al Ejecutivo hasta final de la legislatura.

El jefe del Gobierno y la titular de Trabajo y Economía Social, que prácticamente no han participado en la negociación de las cuentas hasta el tramo final, se han reservado para una foto que había pedido expresamente Yolanda Díaz. La promotora de Sumar quería tener su imagen de presidenciable como una mujer de Estadoa pocos meses de las elecciones generale. Y aunque hubo dudas en el gabinete presidencial sobre si dar o no la foto, que anteriormente tuvo Iglesias, finalmente a primera hora de la mañana de este martes -a las siete-, Moncloa convocaba a los medios de comunicación para dos horas más tarde captar la imagen de los dos socios dando luz verde -con sus gestos de complicidad- a las cuentas públicas. Un afecto que, teniendo en cuenta la rivalidad entre ambos por un sector acotado de electorado, puede tener una duración limitada.