Iglesias exige ser vicepresidente, los ministerios de Economía, Defensa, Educación, Justicia, Interior y el control de RTVE
El líder de Podemos impone su vicepresidencia, varios ministerios y el control de la televisión pública para apoyar la investidura de Pedro Sánchez como futuro presidente del Gobierno.
La vicepresidencia de Gobierno para Iglesias
Es el punto innegociable y primordial para el líder de Podemos, puesto que sólo apoyaría un Ejecutivo de Sánchez si le diesen este cargo. De esta forma, el Jefe de Gobierno y el vicepresidente no serían del mismo partido, teniendo que buscar el consenso en todas las decisiones.
Pablo Iglesias ha sugerido este viernes al Rey la pertinencia de un Gobierno «de cambio» capitaneado por Pedro Sánchez, con él de vicepresidente y en el que tome parte también Alberto Garzón. Así lo ha reconocido el líder de Podemos en el Congreso de los Diputados a su regreso del Palacio de la Zarzuela, donde se ha visto con Felipe VI dentro de la ronda de contactos con los distintos portavoces.
Iglesias contradice así lo que afirmó hace sólo seis meses, cuando aseguró que su formación no entraría en un Gobierno que ellos no presidieran y aseguraba con rotundidad que no aceptaría ser vicepresidente del líder del PSOE, Pedro Sánchez. Y no lo ha aceptado, lo ha pedido.
Los ministerios exigidos
Iglesias ha enumerado las que para él deberían ser las carteras principales del futuro Gobierno del cambio: los ministerios de Economía, Defensa, Educación, Justicia, Interior y de Plurinacionalidad. El líder podemita ha subrayado que lo justo sería hacer un reparto proporcional con el número de votos obtenidos por cada partido: «Debe ser un gobierno plural con una proporción de los resultados y paritario». Además exige la creación de un Ministerio de la Plurinacionalidad.
Estas carteras las ocuparían los que ya se conocen como «los ministrables de Pablo Iglesias» que son Julio José Rodríguez (el ex JEMAD), Carolina Bescansa, la jueza Victoria Rosell, Irene Montero, Iñigo Errejón y Xavier Domenech.
El nº1 de podemos añadió que sería «muy razonable» que el líder de IU, Alberto Garzón, tuviera «al menos una cartera ministerial».
El control de Radio Televisión Española
Otra de las grandes exigencias de la formación morada es el control de RTVE. Según Iglesias, el ente público debería dejarse en manos de «personas comprometidas con el cambio».
No es la primera vez que Pablo Iglesias deja claro lo que supone para su formación en la gestión y dirección de un medio de comunicación público. Cabe recordar su frase: «Déjame a mí los informativos…»
En aquella ocasión, el líder podemita expresaba sus deseos de tener bajo su mando la dirección de los servicios informativos de una televisión pública.
Otra de las ocasiones en las que se manifestó en torno a este asunto, creando una gran polémica fue en la presentación del libro ‘Conversaciones con Pablo Iglesias’. En ese momento, el líder de Podemos declaró que:
“¿Por qué no va a existir una regulación que garantice la libertad de prensa en el mejor sentido del término, sin condicionantes de empresas privadas o de la voluntad de partidos políticos? La sociedad civil tiene que verse reflejada con independencia y veracidad en los medios de comunicación?”
“¿Eso quiere decir que todos los medios tengan que estar bajo el control del Gobierno? Claro que no, eso quiere decir que los medios de comunicación, por lo menos una parte, tienen que tener mecanismos de control público. Y lo público no tiene que ser necesariamente institucional, en el sentido de ser corriente de transmisión de las estructuras que gestionan la administración”.
“La gestión de la información no puede depender únicamente de hombres de negocios y de su voluntad por permitir la libertad de expresión. El problema de la privatización de los medios es que la lógica de funcionamiento es el beneficio, no el interés social ni la calidad ni la utilidad social”.
Sin embargo, como es habitual en la formación morada, Iglesias cambió de opinión el pasado mes de septiembre asegurando que: «No estoy de acuerdo en nacionalizar los medios privados. Yo lo que digo es que hay que facilitar la competencia para que haya más. En España hay un problema: hay dos grandes grupos de comunicación que se lo reparten prácticamente todo».