Hacienda quiere cambios mínimos en la reforma de la financiación
Hacienda es partidaria de hacer los mínimos retoques al actual sistema de financiación, pendiente de revisión en los próximos meses.
La posición del ministerio contrasta con las autonomías, algunas gobernadas por el PP-como Madrid-que han reclamado una reforma integral del modelo aprobado durante el gobierno de Rodríguez Zapatero (2009). La presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, instó al Gobierno a que la reforma sea «urgente» porque el actual sistema resulta «muy perjudicial» para la región. Las autonomías consideran que el sistema es obsoleto y genera fuertes desigualdades.
No obstante, el ministerio de Cristóbal Montoro no planea una reforma dramática. El ministro ha aplazado además los plazos comprometidos por el propio Rajoy-que situaban la reforma a finales de año-en espera de que, como avanzó OKDIARIO, exista un «interlocutor» en Cataluña. Ello implica que el debate no se aborde en profundidad, al menos, hasta enero, si es que de las elecciones del 21 de diciembre sale un acuerdo de gobierno. Una eventual repetición de comicios podría alterar de nuevo el calendario.
En fuentes de Hacienda se mantiene que no se puede abordar el cambio sin la representación de los legítimos gobernantes de una comunidad como Cataluña. Montoro insistió esta misma semana en que «lo más prudente» es esperar a las elecciones catalanas, y a partir de entonces «tomar una decisión».
Ello no implica, no obstante, que el proceso siga su curso, y que el Consejo de Política Fiscal y Financiera avance ya en recoger las aportaciones de cada comunidad para elaborar una propuesta de modelo.
No se prevé un debate fácil. El presidente del Gobierno ya ha avanzado que sin el apoyo del PSOE-partido que gobierna en un buen número de comunidades- la renovación no es posible. En fuentes de Hacienda se insiste en que su disposición es absoluta para disponer de un nuevo modelo y responsabilizan al PSOE en caso de que no exista consenso. En el Ejecutivo recuerdan que, paradójicamente, el actual modelo fue aprobado por el PSOE con los votos en contra del PP y ha provocado fuertes discrepancias por lo que esa es una razón más para que el sistema sea producto de un gran consenso.
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, lidera la posición de los barones críticos y, en los recientes actos de la Constitución, ya se mostró muy molesta por el retraso.
El ministro de Hacienda rebatió esta semana las críticas a la renovación del Concierto y el Cupo vascos y recordó que no suponen ningún privilegio ni son culpables de la diferencia de renta entre comunidades, como tampoco lo es el sistema de financiación autonómica, «que no es la palanca» para que esa convergencia se produzca.
Montoro avisó de que al sistema de financiación se le exige «una capacidad que no tiene» y señaló que sirve para financiar servicios públicos pero «no para que converjan los territorios» en nivel de renta, algo que depende de otras políticas. «Si dependiera de la financiación autonómica habríamos cosechado un fracaso formidable en 40 años de autonomías», destacó.