Sánchez teme que la gestora le impida presentarse a las primarias si rompe la disciplina de voto

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Pedro Sánchez y Antonio Hernando. (EFE).

Pedro Sánchez apura hasta el último momento la decisión sobre qué hará en la votación de investidura a Mariano Rajoy.

Fuentes muy próximas al exsecretario general aseguran que es “un mar de dudas”, “que en un minuto piensa una cosa y al otro la contraria” y que, en víspera del debate en el Congreso, no ha resuelto aún si renunciará a su acta de diputado.

El dimitido líder socialista lleva tiempo calibrando con su entorno más cercano todas las posibilidades, incluida esa dimisión, pero son muchos los que le han aconsejado que se frene: hacerlo complicaría sin ninguna duda su aspiración a presentarse en las futuras primarias ya que, sin voz desde el Congreso, es muy fácil caer en el olvido.

Pero hay algo que inquieta especialmente a Sánchez, según las mismas fuentes. Y es que la indisciplina de votar ‘no’ a Rajoy le acabe costando esa ambición. Los cargos socialistas que han compartido en los últimos días conversaciones con él aseguran que es lo que más le inquieta. “Está convencido de que la gestora tomará cartas y tratará de frenar su regreso”, afirman.

Sánchez se ha reunido estos días con sus más leales colaboradores en el Congreso. Este jueves, almorzó con la balear Sofía Hernaz y el valenciano José Luis Ábalos. Este viernes, se vio con Margarita Robles y Susana Sumelzo. Ambas, firmes defensoras del ‘no’ a Rajoy, trataron de disuadirle de que tome esa salida.

Todas las salidas son complejas para Sánchez: si acude al Congreso y se abstiene, algo que se descarta, iría en contra de lo que hasta ahora había comprometido, si va y rompe la disciplina, se arriesga a sanciones, ausentarse implicaría consentir con el gobierno de Rajoy. Dejar el acta podría ser el fin de su futuro político.

Los candidatos deben obedecer

Los reglamentos del PSOE obligan a los diputados a acatar las resoluciones del Comité Federal. La consabida disciplina de voto. Además, el artículo 4 de la normativa reguladora de los cargos públicos del PSOE- por la que han de regirse quienes participen en los procesos internos del partido- establece que «en el ejercicio de sus funciones aplicarán las resoluciones y acuerdos adoptados expresamente por los órganos de dirección del partido”. Eso implicaría, por tanto, que Sánchez estaría vinculado por las resoluciones del Comité Federal, y con ello también, a la que obliga a la abstención ante Mariano Rajoy, en caso de que optase a liderar de nuevo el partido.

Este aspecto queda más precisado en adelante: «Los candidatos y candidatas que concurran a los procesos electorales internos regulados en la presente normativa estarán vinculados en su actividad por (…) las resoluciones y propuestas electorales aprobadas por los congresos del PSOE y por el Comité Federal”, se añade.

Los reglamentos son lo bastante abiertos como para que la dirección pueda decidir que desobedecer una resolución del Comité Federal inhabilitaría a un candidato para los procesos internos.

Lo que sí se descarta es que la gestora tome una decisión dramática y decida expulsar a los diputados que no acaten la disciplina. Los propios críticos están convencidos de que eso no pasará, porque a la actual dirección no le interesa abrir una brecha aún mayor en el grupo parlamentario.

En fuentes de este sector se asegura que trataron de negociar hasta última hora con la gestora una abstención técnica, sin éxito.

La actitud de Sánchez en los últimos días ha dejado claro que, pase lo que pase, se avecina una convivencia de alta tensión en el grupo. Sánchez llegó al hemiciclo con gesto serio, repartió saludos de trámite y se concentró en su móvil durante la intervención del portavoz Antonio Hernando. Se levantó a aplaudirle, pero fue el primero en sentarse.

La desgana de Sánchez, en claro gesto de provocación, generó un visible malestar. Varios diputados recuerdan aún que el mismo día de su dimisión prometió “ser leal” a la gestora.

Desde el entorno del dimitido líder socialista su participación en las primarias se da por segura. “Él decidirá cuando lo anuncia”, despejan, confirmando la evidencia. El anuncio sería inmediato. Se espera que sea este mismo domingo, en la entrevista con Jordi Évole, en La Sexta.

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