Espionaje con Pegasus

El futuro de la directora del CNI por el ‘caso Pegasus’ abre una brecha en el Gobierno

Pedro Sánchez OTAN
Pedro Sánchez en la OTAN.
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

El futuro de la directora del CNI, a quien gran parte del Gobierno ha abandonado a su suerte, ha abierto una brecha entre parte del Ejecutivo y la ministra de Defensa. Ministros como el de la Presidencia, Félix Bolaños -principal responsable del Departamento de Seguridad Nacional- no sólo no respaldan a Paz Esteban tras las denuncias de los separatistas y conocerse el espionaje al teléfono de varios miembros del Ejecutivo. Además, ejercen presión a través de sus colaboradores más cercanos para que dimita y evitar tener que cesarla. Margarita Robles, en cambio, se ha convertido en la principal aliada de Esteban, aunque en su día no fuese su candidata preferida.

Servir la cabeza de Esteban en bandeja de plata a los independentistas es la solución de Bolaños -el hombre que negocia con ERC- para salir del embrollo en el que está el Gobierno desde hace ya un par de semanas. Aunque para ERC, Junts per Catalunya y EH Bildu, la dimisión o el cese de la directora del CNI no es suficiente. Los separatistas quieren más y apuntan a torres más altas: la propia Robles. El cargo de la jurista, según han confirmado distintas fuentes a OKDIARIO, no peligra. Pedro Sánchez no tiene previsión alguna de apartarla de sus funciones.

El ambiente en el Ministerio de Defensa -y los organismos que dependen de él-, tal como avanzó este martes OKDIARIO, empieza a ser irrespirable. Consideran que una parte importante del Gobierno les ha dejado «a los pies de los leones». Y los más de 3.000 hombres y mujeres que desempeñan sus labores en el Centro Nacional de Inteligencia no se sienten respaldados. Unas críticas y acusaciones que se lanzan desde ambas alas del gabinete y que también disgustan a la propia ministra. Cabe recordar que la semana pasada prácticamente ningún dirigente del PSOE salió en su defensa tras el cara a cara que mantuvo con la portavoz de Junts per, Catalunya Míriam Nogueras. En privado, algunos la acusaban incluso de «echar por tierra la estrategia con ERC». El propio Bolaños así lo transmitió a sus socios. Robles es una mujer de Estado. Al final, Sánchez, también en privado, la reconfirmó en el cargo.

Y es que, precisamente, los funcionarios que dependen del Ministerio de Defensa lamentan que, «por intereses políticos», el Ejecutivo esté poniendo en cuestión su eficacia demostrada y su honorabilidad. Todo para contentar, o no enfadar tanto, a sus socios separatistas catalanes y vascos. Bolaños es el hombre fuerte del PSOE ahora mismo y sabe que su futuro depende de la resolución de esta crisis.

En el caso de la directora del CNI, el apoyo entre sus compañeros es unánime: «Es una de las nuestras» resumían estos días. La actual jefa de los servicios de espionaje lleva décadas entregada en cuerpo y alma a la inteligencia de nuestro país, primero como responsable del gabinete del ex director Félix Sanz Roldán, luego como secretaria general y finalmente como la primera mujer al frente de este organismo.

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