El Gobierno alarma con la 5ª ola con una ocupación del 2% en hospitales y del 6% en las UCI
El Gobierno de Pedro Sánchez ha anunciado que está dispuesto a frenar la desescalada, cerrar el ocio nocturno e incluso restablecer el toque de queda ante el avance de lo que ya ha calificado como ‘quinta ola’. Así figura en un documento que ya tiene sobre la mesa el Ministerio de Sanidad, elaborado por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) que dirige Fernando Simón. Argumentan que los contagios entre jóvenes amenazan seriamente la presión hospitalaria, pese a que la ocupación de los centros sanitarios está al 2%, en mínimos desde agosto de 2020, y las UCIs ya están al 6%.
«Mitigar el aumento exponencial de casos que está ocurriendo en España». Ese es el objetivo que, según el CCAES y Sanidad, tiene el paquete de medidas restrictivas que ya le han propuesto a las comunidades autónomas.
El documento parte de la Comisión de Salud Pública y, entre otras cosas, propone la posible vuelta a un estado de alarma y al toque de queda. También el cierre del ocio nocturno, que ya aplican comunidades como Cataluña.
«Pese a que el aumento de incidencia está ocurriendo por ahora sobre todo en población joven, la velocidad con la que está ocurriendo dicho incremento, su magnitud y la posible afectación de franjas de edad más avanzada, puede tener también un impacto a nivel hospitalario».
Sin embargo, las cifras oficiales de Sanidad desmienten que el aumento de casos esté teniendo un impacto significativo en la presión hospitalaria. Actualmente se sitúa en el 2,6% (cifra de este viernes), con ligeras subidas y descensos. De cada 100.000 habitantes, hay seis ingresados por coronavirus.
También se deja notar la caída de ingresos en las Unidades de Cuidados Intensivos, cuya ocupación llegó a estar rozando el 40% en los peores momentos de la pandemia y ahora se encuentra en el 6,8%. De cada 100.000 habitantes, hay uno ingresado en una UCI.
Toda esta mejoría se debe, tal y como destacan todos los expertos epidemiológicos, a la protección que han aportado las vacunas a los grupos de población más castigados por el virus. Los mayores de 70 años, donde más se ha cebado la mortalidad, y los mayores de 50, con mayores tasas de hospitalización, han ido paulatinamente abandonando el sistema sanitario gracias a su inmunización, que ya supera en ambos grupos el 80% y en los de mayor edad roza el pleno del 100%.
Sin embargo, el Gobierno continúa aferrándose a las cifras de incidencia que muestran las poblaciones más jóvenes para crear una alarma en la sociedad que muchos expertos ven injustificada. Mientras algunos sectores piden endurecer las medidas, recuperar mascarillas en exteriores o cerrar el ocio nocturno, otros recuerdan que la incidencia acumulada debería dejar de ser un criterio definitorio para tomar decisión.
La alerta ‘delta’
Por otro lado está la alerta ante la llamada cepa delta. Mientras Pedro Sánchez devalúa su impacto en España, la ECDC ha advertido en un informe del pasado 23 de junio que la gravedad de esa variante -conocida técnicamente como Delta- es de “riesgo alto” en las personas no vacunadas o en las parcialmente vacunadas. España tiene en estos momentos un total de 18,4 millones de personas con pauta completa, lo que quiere decir que el 38,9% de la población está protegido de una forma eficaz frente a esta variante. El resto, no.