García Tejerina: “La independencia sería la ruina del campo catalán, perdería 1.500 millones de la UE»
El pasado día 11 de octubre, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, firmaba un requerimiento enviado al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para que confirmase si ha declarado la independencia de Cataluña. Apenas restan 48 horas para que se cumpla el plazo y “todos deseamos que diga no”, asegura Isabel García Tejerina, ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Estos días el independentismo ha abierto la caja de Pandora económica sobre Cataluña. Como un ejército de ñus en estampida, los bancos catalanes, las grandes empresas, las pymes y los inversores huyen de un futuro que precipita a Cataluña a una recesión larga e incierta. Pero en el campo catalán algunos siguen creyendo en la Arcadia feliz. Como en otros momentos fueron la hoz y el martillo, ahora, esteladas y tractores se dibujan en el decorado de cartón piedra desplegado por el secesionismo burgués-revolucionario. No son todos, claro, pero son un símbolo. La ministra García Tejerina charla con OKDIARIO para explicarnos las consecuencias que tendría para el sector los planes del independentismo: la ruina.
P.- Aunque las deliberaciones no pueden hacerlas públicas, ¿cuál es el ánimo en el consejo de ministros?
R.- Son las mismas que venimos teniendo todo este tiempo que ya dura más de lo deseable. El final de la historia ya sabemos cuál va a ser y no va a haber ninguna ruptura de España. El qué ya está definido, el cómo depende del señor Puigdemont. En la mano del presidente de la Generalitat está el cesar de causar tantísimo dolor a la sociedad catalana, ha causado muchísimo dolor en todo este proceso. El proceso no es nada más que un perjuicio económico tremendo a Cataluña, la división de la sociedad y una pérdida de prestigio internacional que no merecen los catalanes.
P.- Estamos en un momento históricamente curioso, ministra, en estos momentos no sabemos si se ha declarado o no se ha declarado la independencia de Cataluña. El ministro Dastis ha dicho que no ha habido independencia, ¿usted qué opina?
R.- El señor Puigdemont fue calculadamente ambiguo, pero eso no durará mucho tiempo porque se tiene que pronunciar. Lo que sea lo sabremos a partir del lunes y solamente depende de una persona.
P.- Entiendo que no han tenido respuesta al requerimiento y que el presidente de la Generalitat pretende apurar los plazos…
R.- No tenemos ninguna información y, efectivamente, esa es la impresión. De todas formas, estamos viendo lo que, dentro del grupo de los Puigdemont de turno, se está diciendo. Ahora Artur Mas dice que no hay que escuchar a ANC ni a la CUP. La CUP, por su parte, reconoce por primera vez en la carta que ha escrito que les da igual el precio que los ciudadanos catalanes paguen por la independencia, ésa es la traducción: “Nos iremos con dignidad”. La dignidad ya la han quebrado, este proceso ha deteriorado la imagen de Cataluña.
Este daño reputacional también hay que apuntárselo al gobierno de la Generalitat con estas pretensiones de “rompiendo la ley puedo llegar a cualquier sitio”. Pero, insisto, ellos mismos están reconociendo que su proceso está haciendo mucho daño, pero que a pesar de todo quieren seguir adelante. Bueno, el señor Puigdemont tiene en sus manos pararlo.
P.- ¿El Gobierno mantiene algún tipo de diálogo con el nacionalismo en estos momentos?
R.- Nosotros escuchamos siempre las inquietudes y las preocupaciones de todo el mundo. Hay algo de la palabra diálogo que sí me gustaría destacar: ninguno de nosotros debería aceptar la palabra diálogo para hablar de cosas que están fuera de la ley. No aceptemos la palabra diálogo cuando alguien la quiere utilizar fuera de la ley, eso no es diálogo. ¿Nosotros damos por válido el diálogo de Maduro cuando se salta todo para llegar donde él quiere llegar? Pues lo mismo es lo que el independentismo dice en Cataluña. El diálogo lo ofreció el presidente del Gobierno hace mucho tiempo e invitó al señor Puigdemont a que viniera al Congreso. Ahí es donde dialogan los españoles, cada diputado es el resultado de la elección de los ciudadanos españoles para que nos sentemos a dialogar.
P.- Yo me refería, ministra, a los contactos informales, ¿o están todos los puentes rotos?
R.- Nunca están todos los puentes rotos. Nosotros, una y un millón de veces, llamaremos a que se reconduzca la situación, nunca es tarde para parar el dolor que se está causando al pueblo catalán. En los contactos (donde sea, en los pasillos del Congreso de los Diputados o donde sea) tenemos tres objetivos tremendamente claros: preservar la unidad de España, es un valor de todos y ayer lo vimos, con la festividad del 12-O, porque los españoles quieren la unidad de España y los catalanes quieren esta unidad; tenemos que empezar a construir la convivencia que nunca se debió romper por estos delirios independentistas de Puigdemont; y, por otra parte, hay que evitar el daño económico que se está haciendo a Cataluña.
P.- La vicepresidenta ha dicho que están dispuestos a dialogar con Puigdemont siempre y cuando vuelva a la legalidad, ¿es el presidente de la Generalitat un interlocutor legítimo?
R.- Lo primero que tenemos que ver es qué responde este lunes el señor Puigdemont, ése será el primer paso y absolutamente determinante. El señor Puigdemont tiene que saber que en sus manos está el seguir haciendo daño a la sociedad catalana y al resto de España. Es bueno que los catalanes tengan la absoluta certeza de que todos vivimos con agobio, preocupación y un cierto dolor su propio dolor.
P.- ¿Estamos en un escenario preelectoral en Cataluña, bien sea a través de la decisión de Puigdemont o a través de la aplicación del 155?
R.- Antes o después habrá elecciones en Cataluña porque es necesario, corresponde al presidente de la Generalitat, como a nivel nacional al presidente del Gobierno, convocarlas. El lunes es absolutamente determinante, lo que suceda va a marcar que las cosas vayan por un camino o por otro.
P.- Muchos piensan que la ruptura de la legalidad, como estableció el Tribunal Constitucional, se produjo los días 6 y 7 con lo que ocurrió en el Parlamento catalán y que es, en ese momento, cuando el Estado tendría que haber actuado con más contundencia. ¿Qué les diría a aquellos que piensan que el Gobierno está siendo demasiado prudente?
R.- Creo que estamos perfectamente capitaneados. No podíamos estar mejor capitaneados que por el presidente Mariano Rajoy: por su experiencia, por su serenidad, por su sabiduría y porque sabe que tiene que hacer las cosas oportunas en el momento oportuno. Hay muchas opiniones y todas tienen su razón, pero al final hay decidir. En algo tan gordo, hay que decidir siempre cargado de razones. Es muy importante mantener la unidad de España, pero nosotros trabajamos también para que las cosas vuelvan a la racionalidad. Es fundamental. Preservar la convivencia es una tarea de todos y para el Gobierno es clave. En tantas ocasiones el tiempo le ha dado la razón al presidente del Gobierno… y esta vez también ocurrirá. No hace tanto tiempo que el presidente soportaba las presiones de todo el mundo para que pidiéramos el rescate y la Historia de España hubiera sido otra (mucho peor) si el presidente hubiera accedido a lo que le pedían. El presidente del Gobierno demostró que creía en España más que nadie, no bajó los brazos y se puso a defender los intereses de España.
P.- ¿Ustedes se fían del PSOE, de que los socialistas estén con ustedes hasta el final?
R.- Hay que agradecer el debate que hubo el miércoles en el Congreso. Estamos en un momento en el que lo último que cuenta son los intereses partidistas.
P.- Pero está habiendo un poco de eso…
R.- Los ciudadanos son los que, al final, aprecian los matices. Hoy es fundamental agradecer el apoyo de quien sabe que, si estuvieran en nuestra posición, estarían haciendo exactamente lo mismo. En estos momentos hay un interés por encima de todo que es consolidar la unidad de España. Yo estoy segura de que la oposición, la oposición responsable, sabe que es una institución muy importante en democracia. Esto es una cosa de todos. El apoyo no es al Gobierno, es a España, y los ciudadanos sabrán valorarlo. Lo que sucedió el miércoles es tremendamente tranquilizador y esperanzador para todos.
P.- ¿Cómo interpreta las palabras de Rajoy a Rivera cuando le dijo “esto ya lo hemos hablado y no entiendo muy bien qué está haciendo”?
R.- Se explican por sí solas.
P.- Pablo Iglesias le dijo al presidente que no se fíe de Rivera…
R.- Bueno, eso lo dijo Pablo Iglesias, Rajoy no lo dijo. El presidente lo que dijo fue: “Yo estoy aquí, usted está ahí, pero usted sabe lo que estoy haciendo”.
P.- En las manifestaciones independentistas siempre vemos tractores, parece haber una implicación importante del sector en el proceso. Alguien podría pensar que, para los agricultores catalanes, sería muy beneficiosa una Cataluña independiente, ¿es así?
R.- Las consecuencias serían tan dramáticas como para el resto de sectores. Yo creo que no debemos hablar de agricultores en general porque cometeríamos una enorme injusticia. Sí que es verdad, por lo que se ha visto en las imágenes, que alguna organización profesional agraria concreta e importante en Cataluña apoya el proceso. Es incomprensible, supongo que es por la misma gran mentira que desde la Generalitat se ha contado. Lo cierto es que, para la agricultura catalana, entre el 20% y el 30% de sus rentas dependen del apoyo europeo, son 2.500 millones de euros los que en el periodo de programación reciben para garantizar sus rentas. En el sector pesquero, se perderían unos 70 millones de euros también. Cuando Rusia cerró las importaciones de productos europeos, eso causó grandes pérdidas. Sólo la perdida de ese mercado obligó a reubicar todas las producciones, lo que significa un daño inmediato en el mercado: pérdida de precio y pérdida de ingresos. La Generalitat quiere llevar a los payeses a perder todos sus mercados, los comunitarios (representan el 75%) y los no comunitarios (que requiere negociar certificados de exportación). Todo esto implicaría un colapso del mercado, la ruina inmediata de todos los agricultores.
P.- Pero, en fondos, desde este momento y hasta 2020, ¿cuántos millones se perderían para el campo?
R.- No se va a producir, pero serían más de 1.500 millones. E insisto, el gran daño vendría del mercado. España exporta entre un 25% y un 30% de lo que produce y Cataluña es una comunidad autónoma muy exportadora. Si tuviera que absorber esas cantidades, colapsaría su mercado y habría un hundimiento de precios al día siguiente.
P.- ¿El daño económico es reversible?
R.- Todos tenemos que trabajar para que este daño sea reversible, pero hay algo que es una obviedad y es que todas las inversiones requieren de seguridad jurídica: yo no arriesgo mi dinero, no invierto, si no tengo una certidumbre de que las normas están dictadas para que se cumplan.
P.- En el caso de Quebec, de todas las empresas que salieron, volvieron muy poquitas, ministra.
R.- Todos tendremos que trabajar para reparar los daños que el gobierno de la Generalitat ha causado a los ciudadanos catalanes y parar que estos daños sean reversibles. Esto tendría que hacer meditar al señor Puigdemont este fin de semana.
P.- Hablamos de los catalanes, pero, la vicepresidenta, en la rueda de prensa, hablaba del daño a España. De hecho, el FMI ya se ha manifestado y lo ha advertido: el riesgo de que acabe afectando al conjunto dela economía española es un riesgo seguro…
R.- Cataluña es parte de la economía española. Cataluña puede entrar en recesión y, si eso ocurre, afecta al conjunto de la economía. Standard & Poor’s ya lo ha advertido. Ahora esa parte suma, pero, de producirse esa recesión, empezaría a restar. Nos ha costado mucho a los españoles salir y tenemos todavía un camino importante por recorrer. El gobierno sigue trabajando para generar empleo, para que Cataluña siga siendo una oportunidad de crecimiento y empleo.
P.- Dos preguntas más sobre Cataluña. ¿Qué va a contestar el presidente de la Generalitat al requerimiento?
R.- Todos queremos que el presidente conteste “no”. Espero que el señor Puigdemont le empiece a doler el dolor que ha causado y le haga decir “no”. Estamos a tiempo, hay mucho que coser. Todos queremos devolver las cosas a la normalidad.
P.- ¿Por parte del Gobierno, se ha cometido algún error?, ¿el 1-O fue un error?
R.- Qué difícil es saberlo, ¿salen las cosas como tienes previsto? Si hablamos de errores, ¿hasta dónde nos retrotraemos? Muchas veces crees que la persona que tienes enfrente va a reaccionar de una manera y reacciona de manera diferente. El 1-O los independentistas buscaban una imagen internacional y la forzaron por encima de todos los medios.
P.- Dígame, ¿se va a resolver el tema de Cataluña adecuadamente?
R.- Se va a resolver, España es un país que siempre sale reforzado de las dificultades. Lo hemos visto con la crisis económica hace cuatro años. En la Fiesta Nacional vimos como todos los españoles piden más España. Se va a resolver bien. Y lo que le pedimos al señor Puigdemont es que no tengamos que coser más.