CRISIS EN EL PSOE

El feminismo del PSOE reprochará a Sánchez en el Comité aceptar la renuncia de una Lastra embarazada

Adriana Lastra
Pedro Sánchez y Adriana Lastra.
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

La salida abrupta de Adriana Lastra de la Vicesecretaría General del PSOE, alegando motivos personales por estar embarazada, amenaza con ser un verdadero quebradero de cabeza para Pedro Sánchez. El feminismo socialista alzará la voz este sábado contra el presidente, en la reunión del Comité Federal, por forzar la dimisión de la ex número dos en su estado. «El mensaje que mandamos a las mujeres trabajadoras que quieren ser madres, es terrible», apuntaba este jueves a OKDIARIO una de las dirigentes socialistas. Y es que, pese a los motivos oficiales que se esgrimieron el lunes todos en el partido saben que los reales son muy distintos. Y que incluyen una batalla a cara de perro con el secretario de Organización, Santos Cerdán -que seguirá en su puesto-. Eso aún ha encendido más los ánimos.

Minutos después de conocer el comunicado de Lastra anunciando su renuncia al cargo, a través de las redes sociales, una de las voces feministas más autorizadas del PSOE ya advertía también en redes de que la decisión no había sentado bien. «En la Democracia de la Igualdad entre Mujeres y Hombres, no es bueno que salgan mujeres de la primera línea de la política. Adriana, mucha suerte», escribía la ex vicepresidenta del Gobierno, ex responsable de Igualdad del PSOE y ahora presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso, Carmen Calvo. Ella, gran defensora de Sánchez, también fue una víctima del presidente. Cuando ya no le aportaba, prescindió de sus servicios y la arrinconó.

A lo largo de toda la semana, desde que se convocó el Comité Federal, las representantes del sector feminista del partido vienen preparando una «respuesta contundente» a «una decisión ilógica y aberrante». El enfado que mantienen con Sánchez viene de lejos y esto no ha hecho más que colmar el vaso. Orgánicamente, el feminismo tradicional mantiene un pulso abierto también con el responsable del área LGTBI+ del PSOE, Víctor Gutiérrez, muy cercano a Lastra y que también podría caer en la remodelación de esta semana. Pese a la influencia de este lobby sobre Sánchez. Institucionalmente, las feministas han reprochado en múltiples ocasiones las cesiones del presidente frente a Unidas Podemos, y en especial ante Irene Montero, que «nos ha hecho abandonar una de nuestras banderas ideológicas».

Una diputada, que forma parte de este grupo de altos cargos socialistas que defienden sus propias tesis respecto al feminismo, lamentaba ayer que parece que Sánchez use a sus colaboradoras «en función de sus intereses, al más puro estilo usar y tirar». «Cuando se trata de tomar decisiones, todo son trajes y corbatas», señalaba visiblemente enfadada poco antes de conocer que la sustituta de Adriana Lastra sería otra mujer, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero. Y es que el número de mujeres alrededor del presidente ha ido disminuyendo de forma exponencial en los últimos meses. Cada vez menos voces femeninas susurran a Sánchez en los órganos de máxima decisión. Y eso es algo que también molestan entre las que defienden la igualdad entre hombres y mujeres.

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