Crisis en el PSOE

El adiós de Lastra deja al primer círculo de confianza del feminista Sánchez sin ninguna mujer

Sánchez pone a mujeres frente a las cámaras, como las ministras, pero fuera de los órganos de decisión importantes

Sánchez presume de Gobierno feminista pero la mayoría de su núcleo duro en Moncloa son hombres

Sánchez, en el centro, rodeado de su núcleo duro formado únicamente por hombres.
Sánchez, en el centro, rodeado de su núcleo duro formado únicamente por hombres.
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Adriana Lastra era hasta el lunes, la única mujer con poder y mando en el primer círculo de confianza de Pedro Sánchez. El grupo de los pocos que escucha y tienen capacidad -limitada- de influir sobre él. Su dimisión como número dos del PSOE deja los maitines de los equipos de coordinación del Gobierno “más feminista de la historia” y de Ferraz, que normalmente se reúnen los lunes, sin voz femenina. Como todo lo que rodea a Sánchez, puro marketing. Mujeres frente a las cámaras, como las ministras, pero fuera de los órganos de decisión importantes. “Pedro va a la suya siempre y toma las decisiones en función de sus intereses en cada momento”, señalan en su entorno.

Desde la salida de la ex vicepresidenta primera Carmen Calvo, hace algo más de un año, y posteriormente la de Llanos Castellanos como directora adjunta del gabinete del presidente, para centrarse en sus funciones en la Ejecutiva Federal socialista, Adriana Lastra era la única que se mantenía desde un inicio en ese núcleo duro del sanchismo. Aunque en los últimos meses había ido perdiendo influencia en favor de unos cada vez más cercanos Santos Cerdán, Óscar López y Antonio Hernando. Los tres jugarán un papel importante en la nueva etapa del partido y del Gobierno que Sánchez dará por estrenada tras las vacaciones.

Es sorprendente cómo el autodenominado “Gobierno más feminista de la historia” no tenga a mujeres en los puestos más relevantes desde los que se toman las decisiones. Sí es verdad que son tres las vicepresidentas del Ejecutivo, algo que no había ocurrido nunca antes, pero pese al poder que concentran todas ellas, ni Nadia Calviño, ni Yolanda Díaz ni Teresa Ribera están en el día a día de las decisiones del presidente. Ni mucho menos tienen capacidad de influirle. La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, es la que más se puede acercar a eso. Con una portavoz Isabel Rodríguez que ha ido perdiendo fuerza y una titular de Educación, Pilar Alegría, que no acaba de despegar aunque sigue esperándose mucho de ella.

A su alrededor, ahora Sánchez sólo tiene trajes, corbatas y voces de tono grave que le susurran al oído prácticamente todo lo que quiere escuchar. Y es que al presidente, cada vez más autoritario, no le gusta que le lleven la contraria. Lo que él defiende siempre es lo mejor. “Y si no te ajustas a sus fines, no le vales”, señala una persona que trabaja con él en La Moncloa. Tal como revelaba este martes OKDIARIO, Sánchez emplea una dinámica empresarial a la hora de gestionar equipos y relaciones humanas. El último fin es su supervivencia política y su ego. Y, abandonados los fieles y leales que le levantaron cuándo estaba hundido, ahora busca de nuevo a los matones con los que medró en el PSOE -tocando la puerta de Ferraz en busca de su primera oportunidad- para perpetuarse en el poder.

Así pues, desde el lunes, alrededor de la mesa en la que se diseña la estrategia a corto, medio y largo plazo de la política socialista y del Estado, a Sánchez sólo le acompañan el director de gabinete y su adjunto, Óscar López y Antonio Hernando; el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, y el secretario de Organización, Santos Cerdán. Con menos peso también están el Secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallès, y el secretario general de la Presidencia, Francisco Martín Aguirre. Testosterona pura y dura. Hombres que no están ahí precisamente por sus cualidades o su currículum. Su elección por parte de Sánchez es por otra cosa: todos ellos son amigos personales y no le cuestionan prácticamente nada. Adoración al líder.

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