Felipe González asegura que incluir la autodeterminación en la Constitución «sería su autodestrucción»
El expresidente del Gobierno Felipe González ha abogado por una reforma constitucional dialogada y pactada para hacer frente a la «crispación irredentista y monstruos que creíamos superados», aunque ha rechazado incluir el derecho de autodeterminación, pues sería el «germen de su autodestrucción».
El ponente constitucional Miquel Roca y Felipe González han protagonizado en Barcelona un acto de conmemoración del 40 aniversario de la Carta Magna, bajo el título «La Constitución Española de 1978: vigencia y futuro», moderado por la periodista Mònica Terribas y organizado por la Delegación del Gobierno en Cataluña.
González se ha definido como un «reformista» al que le gustaría «revisar muchas cosas» de la Constitución a través del «pacto». «¿Haría una como aquella (de 1978)? No. Haría una que respondiera a las nuevas necesidades y derechos», ha confesado González.
Y es que el exdirigente ha rechazado a los «inmovilistas y los liquidacionistas» que se definen como «garantes de que no se tocará ni una coma» de la Carta Magna», y en cambio ha apostado por encontrar un espacio de entendimiento para la reforma que necesitamos y actualizarla para los próximos treinta años».
«Me preocupa que hayamos perdido la capacidad de diálogo y pacto y estemos en una posición de crispación irredentista y alimentemos monstruos que creíamos superados y que reaparecen en la convivencia entre nosotros. Yo estoy absolutamente dispuesto a defender una Constitución garantista y emprender las reformas en un debate serio», ha subrayado.
Pero no para «una liquidación para hacer otra cosa que vaya usted a saber, porque nada de lo que veo en el entorno de las democracias representativas me parece que sea mejor que la Constitución española. ¡Y la quiero reformar para mejorarla!», ha apuntado.
González ha admitido por otro lado que ve «muy pocas posibilidades» de que esa reforma constitucional implique un reconocimiento del derecho de autodeterminación. «El que lo quiera, que lo plantee, pero yo votaré en contra», ha dicho. «Yo haría campaña en contra, porque no quiero meter el germen de la autodestrucción en la Constitución».
González ha instado al «pacto y el diálogo siempre», alertando de que «si alguien rompe el perímetro y las reglas, va a autorizar y legitimar a que rompan el perímetro por el otro lado». «¿Pero de verdad alguien cree en serio que se puede convivir desde posiciones irredentistas enfrentadas que se tratan de imponer?», ha sugerido.
Sobre la irrupción de Vox en las elecciones andaluzas, González ha ironizado con que en el escenario actual «es una anomalía más, tampoco hay que preocuparse tanto», pero sí ha alertado de «cuánto nacionalismo español hay en eso que está pasando» y ha pedido analizar «cuáles han sido nuestros fallos para abrir tanto espacio a la demagogia y el populismo», vinculándolo a fenómenos como Trump en EEUU, Bolsonaro en Brasil o el discurso antiinmigración en Europa.
Por otro lado, el exlíder socialista ha reconocido, la dificultad de que el Gobierno negocie con la Generalitat si ésta última deja claro que sólo desea «pactar un referéndum de autodeterminación» y no una mejora del Estatut.
«Si algún día el presidente Pedro Sánchez pactara de verdad con (el president) Quim Torra y compañía, ¿qué pasaría? Porque hasta ahora no parece que haya habido ningún pacto ni rebasamiento constitucional y ya está condenado a los infiernos. De momento, se cumple y se hace cumplir la ley», ha constatado.
En todo caso, en los cuarenta años de la Carta Magna, ha «brindado por la convivencia durante tantos años en la sociedad catalana, de diálogo. Pero brindo con optimismo, porque las tensiones no hay quien las aguante durante mucho tiempo y espero que se reconduzcan a través de un mayor grado de diálogo entre catalanes y entre todas las tribus catalanas y españolas. Que el diálogo prevalezca sobre la crispación».