Senado

Feijóo se basta de 27 minutos para desmontar el plan energético de Sánchez y su mitin de dos horas

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Sánchez habló casi el quíntuple que Feijóo en el duelo.
Segundo Sanz

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se bastó este martes de 27 minutos en el Senado para desmontar el plan energético de Pedro Sánchez, quien, sin embargo, habló casi el quíntuple de tiempo en el duelo, tratando de vender como exitosas las medidas de su decretazo e insistiendo en su estrategia de presentar al jefe de la oposición como un político «insolvente».

En concreto, el presidente del Gobierno, sin límite de intervención y con la potestad de cerrar el debate, tomó la palabra durante más de dos horas, 132 minutos (65 de inicio, 47 de réplica y 20 de dúplica), mientras que Feijóo apenas habló 27 minutos, siete de cortesía y los viente a los que estaba obligado en réplica y dúplica conforme a lo acordado en la Mesa de la Cámara alta. Pese a gozar de mayor foco, Sánchez no supo aprovechar su ventaja y acabó exhibiendo síntomas de desgaste, como reproducir un argumentario sobre ETA que ya tenía escrito, sin que el líder del PP hubiera hablado de la banda o del reciente acercamiento de presos etarras.

Fuentes de Génova señalan a OKDIARIO que Sánchez evidenció «debilidad» tanto en los tiempos como en su interés por un entendimiento con el PP sólo en lo referente a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para controlar el Tribunal Constitucional, despreciando la mano tendida de Feijóo a la hora de llegar a acuerdos en materia económica y energética.

De igual modo, en el PP subrayan que la jornada sirvió para ver a un Sánchez más preocupado de los sondeos que tiene en contra que de la gestión del Gobierno. «Cuando se debate entre alguien que tiene programa de Gobierno y lo ofrece y quien solo tiene un manual de campaña electoral, pasa lo que ha pasado hoy», señaló la secretaria general de los populares, Cuca Gamarra, sobre la pose mitinera que ha adoptado ya el presidente. El Ejecutivo haciendo oposición a la oposición. Los 47 minutos de réplica de Sánchez fueron fuego de mortero.

«¿Es insolvencia o pura mala fe?», llegó a decir el presidente en su ofensiva contra Feijóo, atribuyéndole «errores abultados» y emplazándole a que «empiece a estudiar un poco más, se rodee de buenos asesores y luego haga propuestas sólidas y solventes». El jefe del Ejecutivo siguió así la senda de sus ministros, que este agosto y septiembre han ido encadenando insultos y ataques hacia Feijóo, calificándolo de «vago», «ignorante» o «incompetente».

Inflación

Sin embargo, el líder del PP evitó este cuerpo a cuerpo en el barro, más allá de explicarle a Sánchez que no es el dictador de El otoño del patriarca porque «no manda ni en su propio Gobierno», y se centró en desmontar su plan energético y proponerle una alternativa. Todo enfocado a combatir una inflación que en agosto fue del 10,4%. «Desde noviembre del 2020 los precios se han disparado más de un 13% y la energía más de un 85%», dijo el presidente popular.

Feijóo denunció que lo que propone el Gobierno «no es un ahorro sino un racionamiento» y advirtió que «con la excepción ibérica hemos regalado a los franceses 500 millones de euros que al final de año serán 1.000». Asimismo, lamentó la fragilidad de España por prescindir de fuentes de energía que otros países mantienen y por convertir a Argelia en «un enemigo energético haciendo de España el primer país importador de gas licuado a Rusia».

Frente a ello, Feijóo mostró el documento alternativo del PP al Plan de Contingencia que sigue confeccionado el Gobierno. Y avanzó que remitirá dicho texto a la Moncloa «sin logos», sólo con «el escudo» de España. En este punto, el líder de la oposición instó a Sánchez a sentarse a hablar de este programa, que contiene 8 bloques temáticos y 59 apartados, en lugar de insultarle, porque «el país necesita altura de miras», apostilló.

Sin reflejos

Dentro de la propuesta del PP figura, por ejemplo, una medida que Sánchez anunció en este debate en otra muestra de su falta de reflejos en esta crisis. Se trata de la extensión de la compensación del tope del gas (lo que se conoce como excepción ibérica) a las empresas de cogeneración de energía. El PP planteó esta iniciativa el sábado y el presidente del Gobierno la hizo suya tres días después. «Encantados de ayudar al Gobierno. Le pedimos que siga copiando los planes económicos del PP deflactando el IRPF a las rentas medias y bajas para afrontar los efectos de la inflación», fue la reacción de Génova después de ocurrido también con el IVA del gas.

Feijóo volvió a pedir que la rebaja del IVA del gas y la electricidad (al 5%) se prolongue, como mínimo, durante todo el invierno (no sólo hasta el 31 de diciembre), y que se aborde un aplazamiento del cierre de las centrales nucleares, como ha hecho Alemania. Sin embargo, Sánchez no accedió a ninguna de estas solicitudes.

Ayudas

Junto a ello, el presidente del PP también planteó premiar con descuentos directos en sus recibos a los consumidores, las familias y las pymes que ahorren un 3%, un 5% o un 20% de energía; la creación de una AIREF energética y el aumento de las auditorías energéticas; o la concesión de ayudas para que no cierren empresas que suman 2,7 millones de trabajadores, entre otras iniciativas.

Las mismas fuentes de Génova ponen en valor que con este amplio paquete de medidas, con el tono sosegado empleado y con una experiencia de gestión en Galicia, «la comunidad que menos ha incrementado la deuda pública en España desde al año 2009», Feijóo se presentó ante los españoles en este debate como un candidato sólido a la Presidencia del Gobierno frente a las mentiras de Sánchez y su pretensión de caricaturizarlo como un dirigente «provinciano». Y eso que disfrutó de un tiempo casi cinco veces superior.

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