El ex juez Garzón critica a Marchena porque «interactúa demasiado» en el juicio del 1-O

El ex magistrado Baltasar Garzón considera que el presidente del tribunal que juzga a los líderes del 'procés' en el Supremo, Manuel Marchena "quizá está interactuando demasiado tratando de reconducir a unos límites" las declaraciones de los testigos en el juicio que, en su opinión, "en algunos casos no serían exactamente los adecuados" y "pueden ser problemáticos" de cara a un recurso.

Marchena
El juez Manuel Marchena en el juicio del 1-O (Foto: Europa Press).

«Limitar las declaraciones de los testigos o la posibilidad de que las defensas los interroguen una vez que un testigo, sea cualquiera la parte que lo propuso, ya forma parte del acervo procesal, no creo que sea una buena medida, sobre todo de cara a ulteriores reclamaciones o recursos», señala Baltasar Garzón.

En una entrevista con Europa Press al hilo del lanzamiento de su último libro, No a la impunidad. Jurisdicción universal, la última esperanza de las víctimas (Ed. Debate), Garzón se refería así a decisiones de Marchena como restringir la temática del interrogatorio de un testigo a la que haya planteado la parte que ha propuesto su comparecencia.

Entiende que esos límites pueden no ser «exactamente los adecuados» y no parece «una buena medida de cara a ulteriores reclamaciones o recursos». «Todo lo que sea dar pábulo a que ha habido limitaciones en el ejercicio del derecho de defensa puede ser problemático», plantea.

Para Garzón, «la judicialización del ‘procés’ ha sido un error y no tenía por qué haberse producido» y si bien esto «no quiere decir que no haya hechos delictivos que perseguir», él no cree que se hayan dado ni los de rebelión ni los de sedición que sostienen las acusaciones y cree que se comprobará «al final del camino».

«La torpeza política de algunos y el cinismo de otros ha producido esta situación y judicializarlo fue desde mi punto de vista, el peor error que se produjo. Quien tomase esa decisión no creo que imaginase las consecuencia que se iban a producir y las interpretaciones jurídicas que se están haciendo sobre la violencia va a ser muy difícil que se consoliden. Cuando una cosa cuesta tanto trabajo explicarla y comprenderla sin entrañas, es que no está bien», ha apuntado.

En todo caso, asegura que la Justicia en España es independiente –»lo cual no quiere decir que no haya jueces dependientes, como hay malos médicos o malos arquitectos»–, y que «no es verdad que haya politización», pero «judicializar ese hecho en toda su extensión» le parece erróneo y mantener al grueso de los acusados en prisión provisional «carente de justificación jurídica».

Opina además, que «todos los problemas que están subyacentes en este tema» van a volver a la mesa a partir de la convocatoria electoral. «El Parlamento Europeo se va a pronunciar, las instituciones europeas se tienen que pronunciar, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea probablemente también va a tener que pronunciarse y el Tribunal de Estrasburgo seguro que también. Hemos generalizado un problema que nunca debería haber trascendido las fronteras españolas», ha apostillado.

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