Zapatero dio el visto bueno al ex JEMAD Julio Rodríguez en su fichaje por Podemos
Pablo Iglesias ha realizado unas declaraciones en la mañana del jueves en las que asegura que cada vez que tiene dudas, habla con el ex presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero. Información que ha caído como una bomba en Ferraz donde sostienen que es otra de las estrategias de Iglesias para dinamitar a los socialistas. Sin embargo, según ha sabido OKDIARIO, el líder de Podemos y el ex presidente sí han mantenido contacto en muchas ocasiones, un contacto que ha aumentado en los últimos meses, fundamentalmente a través del que fuera el fichaje estrella del propio secretario general del partido de los círculos de cara a las pasadas elecciones del 20 de diciembre, el ex JEMAD Julio José Rodríguez.
Así lo aseguran fuentes socialistas, que subrayan que fue el mismo Zapatero quien «dio su visto bueno» al ex JEMAD antes de aceptar la propuesta del candidato podemita a la Presidencia del Gobierno para que se uniera a sus filas, aunque «es más que probable que ya lo supiera y que fuera el ex presidente socialista quien les descubriera a los de los círculos el nombre del ex jefe de Estado Mayor de la Defensa, hombre de auténtica confianza en los años en los que el primero fue el inquilino de La Moncloa. Es más, según relatan estas fuentes, Rodríguez es el nexo de unión entre Iglesias y ZP, y quién ha favorecido que siga la relación entre ambos desde aquella cena en las Navidades de 2014.
Aquella cena de Navidad
Fue precisamente aquel encuentro, promovido por José Bono, el principio de esta curiosa relación que dura ya año y medio. En aquella mesa en la que estaban Zapatero, José Bono, Pablo Iglesias e -en aquel momento su compañero inseparable- Íñigo Errejón había una coincidencia ideológica: «A ninguno les gustaba el PSOE de Pedro Sánchez», según las mismas fuentes, «por distintos motivos». Por un lado, a los dirigentes del partido morado no les gustaba ese PSOE porque ya sabían que era en eso en lo que se querían convertir: «La fuerza hegemónica de la izquierda». Y por otro lado: «Porque esos ex dirigentes de Ferraz no pertenecen a la misma familia socialista que Pedro Sánchez». Para ellos, el actual secretario general de los de la rosa siempre ha sido un «cachorro de Blanco – aunque ahora reniegue de él – a quien, a su vez, introdujo Rubalcaba». De modo que todos tenían «el mismo enemigo a batir».
Llama la atención que precisamente en estos momentos de la campaña, donde la polarización entre el Partido Popular y Podemos le está complicando sobremanera las cosas a Sánchez, Iglesias haga estas declaraciones asegurando incluso que «Zapatero ha sido el mejor presidente que hemos tenido». Una provocación más, además de una estrategia para intentar arrebatar más votos a los socialistas y consolidar el ansiado sorpasso.
Sin embargo, en aquel mes de diciembre de hace ahora año y medio, ninguno de los cuatro comensales presentes en aquella cena podía imaginar el aguante del candidato a la Presidencia de los de la rosa, que ha aguantado las sacudidas de unos y de otros, del fuego enemigo pero también del amigo, que como sabemos, en política es el más peligroso.
A solo 10 días de que los españoles tengan que depositar su papeleta en las urnas, los socialistas vuelven a estar en el punto de mira y no por la campaña o por sus propuestas políticas, sino por los enfrentamientos y los desencuentros que una vez más vuelven a protagonizar. Solo el 26 de junio conoceremos los resultados y sabremos si finalmente los de Iglesias se convierten en la segunda fuerza política en el Congreso de los Diputados, hasta entonces unos y otros seguirán moviendo sus cartas y haciendo su propia campaña.