Espinar monta en cólera con Errejón por abortar sus ‘primarias sin competencia’
La relación entre el ex secretario general de Podemos en Madrid, Ramón Espinar y el que ocupa actualmente ese cargo tras las primarias del pasado mes, Iñigo Errejón, empeora cada día. La última disputa ha sido acerca de las candidaturas a las primarias de los órganos locales en las que cada uno de ellos ha presentado candidatos diferentes.
El pulso que ambos mantienen por el control del partido en la comunidad es palpable en cada uno de sus movimientos. Ramón Espinar ya tenía configurada la lista de aquellos con los que pretendía poblar los municipios madrileños. Sin embargo, Errejón ha mostrado su apoyo a otros muy distintos, lo que ha provocado que las primarias se tuerzan para su número dos: ahora tendrá competencia.
El sector errejonista de Podemos lanzó este jueves la candidatura ‘Sí municipales 2019, con Errejón’ para hacerse con el control de las listas electorales de 12 localidades madrileñas.
Entre los días 11 y 18 de junio, Podemos Comunidad de Madrid celebra primarias para elegir a los representantes del partido a nivel municipal, que serán los encargados de preparar las próximas elecciones de 2019.
Anteriormente a esto, y sin consenso con Errejón, según comentan fuentes a OKDIARIO, Espinar creó una lista en la que defendía a aquellos que le eran más afines. Lo que no esperaba el antiguo líder de Podemos en Madrid era encontrarse con competencia.
Por ello, el sector de Espinar critica la acción ya que, según ellos, “rompe con la unidad” que resultó de la votación de las bases de la asamblea ciudadana Vistalegre II.
«La sorpresa no es que haya afines a Errejón en los municipios. Los ha habido, los hay y los seguirá habiendo, pero el sentir general de la dirección y del ‘pablismo’ no era que saliera a manchar su imagen en procesos internos municipales, sino que tenía que estar pendiente de la estrategia y del futuro papel de Podemos en la Asamblea», declaran fuentes cercanas a Espinar en Europa Press.
La nueva batalla interna llega en mal momento. El partido tiene abierta una fisura en Andalucía, donde los anticapitalistas han comenzado una batalla que muchos creen que finalizará con el desvinculó del partido.