España sigue comprando gas a Rusia en plena invasión: el metanero Nikolay Urvantsev llega a Bilbao
Mientras Ucrania cuenta por miles sus muertos a manos del ejército ruso y Pedro Sánchez alardea de su «compromiso inquebrantable» con Ucrania, España está comprando gas ruso transportado en buques metaneros. Este miércoles, de hecho, tiene programada la llegada de uno de esos barcos al Puerto de Bilbao. Se trata del metanero Nikolay Urvantsev, un buque con bandera de Hong Kong, pero que transporta gas natural licuado de los yacimientos rusos de Yamal.
El barco debe realizar su descarga a las 14:00 horas del 9 de marzo. Es un buque de 300 metros de eslora, 50 de manga y 12 metros de calado. La capacidad de este metanero es de 175.000 m3 de GNL: aproximadamente el consumo de un 1 día de España. El Nikolay Urvantsev partió el 28 de febrero de los yacimientos de Yamal y ayer mismo cruzaba el Canal de la Mancha camino del puerto español.
Eso no impide que Pedro Sánchez, haga alarde desde Letonia del «compromiso inquebrantable» de España con Ucrania y de su defensa de la unidad para hacer frente a la invasión impulsada por el presidente ruso, Vladímir Putin. Eso sí, no se atreve como otros líderes a decir ‘no’ al gas ruso.
Todo cuando este mismo martes tanto Reino Unido como Estados Unidos han decidido vetar el crudo ruso. Boris Johnson ha anunciado que pretende eliminar «gradualmente» la importación de petróleo de Rusia y los productos derivados del crudo ruso para finales de 2022. En la misma línea, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha decretado la prohibición de las importaciones de petróleo, gas natural y carbón de Rusia, en una nueva medida de presión a Moscú por la invasión a Ucrania.
Es verdad que en la UE ha primado la cautela anunciando que estaría en condiciones de reducir en dos terceras partes la dependencia de gas ruso de aquí a fin de año. Es más: Bruselas planea expulsar al gigante energético ruso Gazprom del mercado europeo de reservas de gas. Una decisión sin precedentes que deja a Sánchez una vez más en evidencia.
España no tiene la gran dependencia del gas ruso que tienen países como Alemania o Italia y podría haber elegido otras opciones. En la cartera de aprovisionamientos, países como Argelia, Nigeria, Qatar o Francia son suministradores de gas mucho más importantes que Rusia, que en 2020 suministró sólo un 10,43%. ¿Tenía España otra opción? La respuesta es un rotundo ‘sí’.
España puede comprar gas de Argelia. Y, según lo anunciado por el actual Gobierno, no hay problema de suministro desde ese país. Pero, pese a ello, están llegando barcos como el Nikolay Urvantsev a las costas españolas. Una postura no excesivamente coherente con el hecho de estar, en teoría, volcados en ayudar a Ucrania. Y es que la venta de materias primas de Rusia es un principal fuente de ingresos. Y, por lo tanto, su principal vía para financiar, entre otras cosas, los bombardeos a Ucrania.
Tensión en aumento
La tensión entre Occidente y Rusia, de hecho, va en aumento. El Gobierno de Rusia advirtió este pasado martes de que tiene todo el derecho a tomar medidas de represalia, como, por ejemplo, imponer un embargo y corte del gas que envía a Europa a través del gasoducto Nord Stream 1, si la comunidad internacional imponen sanciones a sus exportaciones energéticas.
Alemania, por ejemplo, es plenamente dependiente del gas ruso. «Hoy en día, Europa consume alrededor de 500.000 millones de metros cúbicos de gas al año, y el 40 % proviene de Rusia. Durante décadas, Rusia ha sido un socio confiable, pase lo que pase. E incluso ahora, Gazprom cumple plenamente con sus compromisos contractuales, sus obligaciones de entregar gas a Europa», afirmó el viceprimer ministro Alexander Novak.
El dirigente ruso aseguró que «con las acusaciones infundadas contra Rusia con respecto a la crisis energética de Europa y la prohibición de Nord Stream 2, tenemos todo el derecho de tomar represalias e imponer un embargo sobre el gas bombeado a través de Nord Stream 1, que hoy está lleno al 100%». Actualmente, Rusia envía alrededor de 60.000 millones de metros cúbicos de gas natural por año a través del gasoducto Nord Stream 1.
Novak ha destacado ya que la decisión aún no ha sido tomada y ha subrayado que con sanciones mutuas sobre el gas «nadie gana», a pesar de que los políticos europeos, con sus acusaciones, «nos están empujando hacia ello». «Lamentablemente hoy vemos a los políticos europeos hacer una declaración sobre cuestiones energéticas, instando a deshacerse del petróleo y el gas rusos. Una vez más, los funcionarios europeos están tratando de culpar a Rusia por sus problemas y los errores de su propia política energética de los últimos años», añadió este martes.
«Como resultado, observamos un fuerte aumento en los precios de la energía. Declaro responsablemente que Rusia no tiene nada que ver con el aumento actual de los precios y la volatilidad del mercado», concluyó.
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