Errejón podría beneficiarse de la ley del ‘sí es sí’: de uno a cuatro años de cárcel por agresión sexual
Si la denuncia contra Íñigo Errejón prospera, se enfrentaría a un delito de agresión sexual sin penetración
Si la denuncia presentada contra Íñigo Errejón prospera, el ya ex diputado de Sumar podría enfrentarse a un delito de agresión sexual sin penetración recogido en el Código Penal con penas de entre uno y cuatro años de cárcel. Errejón se beneficiaría así de la Ley del sólo sí es sí, que estableció que «será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años, como responsable de agresión sexual, el que realice cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento». Sería esta versión más favorable la que se aplicaría a Errejón, al ser la más beneficiosa para el reo, aunque con posterioridad se subiera la horquilla hasta los cinco años. Antes de la reforma impulsada por la ex ministra Irene Montero, este delito estaba también castigado con cinco años de prisión.
La denuncia presentada por la actriz Elisa Mouliaá ante la Policía relata que Errejón la agredió sexualmente al menos en tres ocasiones en septiembre de 2021 antes, durante y después de una fiesta a la que acudieron en casa de unos amigos de ella.
La denuncia detalla tres agresiones sexuales -si bien en el momento en el que ocurrieron los hechos aún estaban tipificadas como abuso- consistentes en tocamientos y besos no consentidos, además de comentarios de índole sexual.
En el Código Penal de septiembre de 2021, se trata de un delito de agresión sexual sin penetración, con penas de hasta cinco años de prisión. Sin embargo, apenas unos meses después entró en vigor la reforma de la Ley del sólo sí es sí, que rebajó la horquilla superior de este delito, castigándolo, como máximo, con cuatro años de cárcel.
Según recoge la denuncia, el ex político de Podemos «empujó a la dicente [Mouliaá] sobre la cama y el denunciado se sacó su miembro viril, comenzando a lamer la zona de los pechos de la declarante».
Los hechos
Los hechos ocurrieron en un ascensor de camino a la casa, en una habitación de la fiesta que el entonces diputado cerró con pestillo y, por último, en el domicilio de Errejón, donde la mujer tuvo que decirle: «Sólo sí es sí. Parece mentira que me esté pasando esto contigo”.
Mouilaá presentó la denuncia en comisaría tras anunciar en redes sociales que había sufrido acoso por parte de Errejón. Además, adjuntó una captura de una conversación mantenida con una amiga días después de que se produjeran los hechos en la que detallaba lo ocurrido.
Según la denuncia, la actriz y el ex diputado habían entablado conversación a través de Instagram y Telegram. A finales de septiembre de 2021, Errejón la invitó a asistir a la presentación de su libro, en un local de Madrid.
Al finalizar el acto, le propuso tomar una cerveza en un local de la zona de Ópera, donde mantuvo una actitud «correcta», «seria» y «fría», según la versión de la declarante.
La joven le invitó a ir a una fiesta en casa de unos amigos y, una vez en el interior del coche en el que se desplazaron hacia la misma, se produjo un cambio en el comportamiento de Errejón, quien adoptó una actitud “dominante”.
Según el testimonio de la actriz, Errejón le dijo que no se alejase mucho de él, que si lo hacía no se distanciara más de 20 metros y que volviera antes de un minuto y que esa noche le diese un beso.
En el ascensor, según esta versión, Errejón cometió la primer agresión, al agarrarla por la cintura y besarla sin su consentimiento de forma violenta y dejándola sin respiración.
Ya en el domicilio, empezó a bailar con un amigo, lo que desató los celos del ex diputado, que «la agarró fuertemente del brazo y la llevó por la fuerza unos seis metros” hasta introducirla en una habitación y cerrar el pestillo.
Fue ahí donde se produjo la segunda agresión, con besos y tocamientos no consentidos, además de gestos y comentarios de carácter sexual. La actriz «se sintió paralizada y no consintió nada de lo que sucedió» y finalmente le dijo que quería volver a la fiesta.
Él le prometió que saldría con la condición de ir a su casa en veinte minutos, a lo que ella accedió, «ya que su intención era que todo lo que estaba sucediendo acabara cuanto antes».
En la vivienda de Errejón, tuvo lugar la tercera agresión, consistente en tocamientos y besos no consentidos, ante lo que la mujer le comentó que se estaba sintiendo “muy incómoda” y que estaba preocupada por “su hija”, de un año, que tenía fiebre.
«Íñigo, sólo sí es sí. Parece mentira que me esté pasando esto contigo», le espetó Mouliáa.
Errejón dimitió este jueves de todos sus cargos políticos tras ser acusado de violencia machista a través de las redes sociales. Sumar y Más Madrid han afirmado que el propio Errejón confirmó que dichas acusaciones son ciertas.