Los encuestadores privados aseguran que el PSOE sigue bajando pese al CIS

«Si hacemos caso de las encuestas de Tezanos, Carmena aún seguiría siendo alcaldesa de Madrid y Susana Díaz presidenta de Andalucía». Esta es la réplica que ofrecen dos demóscopos privados al sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Ambos expertos aseguran que, sin lugar a dudas, y es textual, «el PSOE está cada vez más bajo» en un ambiente electoral en el que, eso sí, se percibe una enorme volatilidad en la intención de voto. Los ‘tracking’, como media en escaños, están en este momento así: 120 escaños PSOE, 100 PP. Curiosamente en lo único en que coinciden los técnicos privados con el presidente del CIS, miembro de la Ejecutiva del PSOE no se olvide el dato escandaloso, es que en esta ocasión lo que parece es que casi un diez por ciento del electorado va a elegir su opción a votar en las última semana, e incluso, un cinco por ciento lo hará en el momento fijo de depositar su papeleta en la urna.

Nadie quiere entrar en polémica con Tezanos, pero sí advierten que el presidente del CIS ha ocultado esta encuesta muchos días. Según la información que manejan, Tezanos tenía dispuesto ya el trabajo del CIS para el fin de semana del 11 y 12 de este mes y además anunciaba, tanto en círculos políticos del PSOE como en reuniones con periodistas, que su encuesta estaría lista para ser difundida siete días después, o sea, a más tardar el 18 o 19 de octubre. «¿Qué ha pasado para que se haya producido este retraso?», se preguntan.

No tienen los expertos consultados respuesta para esta interrogante pero sí insisten machaconamente en otro dato facilitado por el propio Tezanos el pasado 10 de octubre; a saber, el electorado de izquierdas no estaba entonces movilizado. ¿Le han agitado entonces episodios como la exhumación de Franco o las algaradas violentas de Cataluña? Pues no: el CIS ha realizado sus prospecciones antes de que el cadáver del general fuera transportado a Mingorrubio, y antes también de que Barcelona entera ardiera en llamas.

Son los contrasentidos que ponen en entredicho el sondeo del CIS que, dicho sea al paso, se acercó bastante al resultado final en las pasadas generales, pero fracasó radicalmente, sin paliativos, en las municipales y autonómicas del 25 de mayo. Es cierto que los sociólogos que no dejan de realizar seguimientos, los famosos ‘tracking’ electorales, insisten unánimemente en que «estas elecciones son muy raras» lo que les conduce a ser enormemente precavidos a la hora de prever lo que pueda suceder en la noche del 10 de noviembre.

Y si esto es lo que opinan los técnicos, ¿cómo se pronuncian por ejemplo los partidos del centro derecha? No dicen nada, por debajo de su gozosa reacción oficial, Abascal y su VOX, el PP se limita a señalar que sus datos coinciden básicamente con las encuestas privadas que ya se conocen y Ciudadanos, más rotundo, afirma que sus datos internos les deparan un porcentaje del 10,5 por ciento en intención de voto, dos puntos más de lo que les otorgan las muestras conocidas.. Este porcentaje les daría, caso de cumplimentarse, entre 25 y 30 escaños, muy lejos, desde luego, de los 57 obtenidos en primavera. Ya se ve que incluso de puertas para adentro Ciudadanos no aparecen como demasiado optimistas.

Finalmente, ahora mismo nadie entre los expertos consultados descarta una sorpresa, al estilo andaluz, el día de las generales. En la lidia que se traen entre manos la derecha y la izquierda, por ser gráficos, no hay en este momento un claro vencedor. Si es relevante un dato: si Vox sube hasta las proporciones que le ofrece el CIS ganará sin duda alguna el PSOE. Algo que debería tener en cuenta el votante de derecha al que, al parecer, le importa más seguir fustigando al PP que expulsar a Sánchez de La Moncloa. De eso es lo que trata el CIS de Tezanos. De eso y de atizar la conciencia de sus seguidores al grito de. «¡Vamos, muchachos, que se puede ganar por goleada!».