Un empresario de Púnica señala a Cospedal en la adjudicación del tren de Boadilla
El presidente de la UTE que se encargó de la construcción del metro ligero a Boadilla del Monte (Madrid) ha señalado que el contrato se firmó cuando María Dolores de Cospedal era consejera de Transporte e Infraestructura de la Comunidad de Madrid.
Gustavo Muñiz, presidente de la Unión Temporal de Empresas (UTE), a la que se adjudicó las obras del metro de Boadilla del Monte (Madrid), ha declarado este jueves ante el juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal que el contrato para la construcción del metro ligero que permitiría conectar la capital con el municipio madrileño fue adjudicado en enero de 2005, cuando María Dolores de Cospedal era consejera de Transporte e Infraestructura de la Comunidad de Madrid.
Esta adjudicación se investiga en la pieza separada número 9 del ‘caso Púnica’ sobre la presunta financiación irregular del Partido Popular de Madrid. El juez trata de averiguar presuntas ‘mordidas’ en el contrato para la construcción de esta infraestructura ferroviaria de casi 14 kilómetros de longitud, que se adjudicó por un importe de 86,7 millones de euros a la UTE en la que participaron Elsan (filial del Grupo Villar Mir) y la constructora San José.
Según las investigaciones realizadas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y remitidas al Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, una vez iniciadas las obras del metro de Boadilla la UTE giró varias facturas que no dejaron de multiplicarse a lo largo del tiempo. Tal es así que el coste de este metro ligero aumentó hasta llegar a los 134 millones de euros, un 55,8% por encima de lo inicialmente previsto.
En el interrogatorio, Muñiz ha explicado al juez de apoyo de Manuel García-Castellón que este contrato se llevó a cabo cuando la ex consejera popular, María Dolores de Cospedal, estaba al frente del área de Transporte en el Gobierno de Esperanza Aguirre y prosiguió cuando fue sustituida por Elvira Rodríguez. Además, ha recalcado que no llegó a conocer a Francisco Granados, ya que había abandonado el cargo para pasar a la Consejería de Presidencia en el momento en el que se firmó el contrato.
Del mismo modo, el que fuera presidente de la UTE encargada de la construcción del tren de metro ligero a Boadilla del Monte ha asegurado que «no hubo sobresueldos» ni se cobraron ‘mordidas’.