Empieza a correr el reloj: Cataluña volverá a las urnas el 15 de julio si no logra una investidura
Tres meses y un día después de las elecciones en el Parlament de Cataluña, los diputados votan este jueves la investidura de un diputado de la cámara, Jordi Turull, de JxCAT, para presidir la Generalitat. Sin los apoyos necesarios para ser investido, Turull saldrá de del hemiciclo sin pasar revista a los Mossos y en su propio vehículo, camino de Madrid para acudir este viernes a declarar al Tribunal Supremo.
Pero a diferencia de cuando el presidente del Parlament, Roger Torrent, decidió suspender el pleno de investidura de Carles Puigdemont y Jordi Sánchez, el reloj electoral empezará a descontar minutos. La cuenta atrás para la convocatoria de unas nuevas elecciones es de dos meses. Si el 22 de mayo no hay president y Govern, el Parlament quedará disuelto y habrá nuevas elecciones el 15 de julio.
El reglamento del Parlament obliga a la celebración, a partir del primer intento de investidura fallido, a la convocatoria de un nuevo pleno 48 horas después. Esto significa que este sábado, el Parlament se volverá a vestir de gala para intentar entronizar a Turull en la presidencia de la Generalitat.
Turull, en manos de la CUP
La CUP aún no ha dicho, oficialmente, si en este caso facilitaría la elección del presidenciable, pero JxCAT ya prepara la ficha Puigdemont, y no se descarta que a primera hora de el viernes el ex presidente renuncie a su acta de diputado para facilitar la investidura de su número tres.
La otra incógnita es si el candidato Turull podrá estar en el pleno o, por contra, lo tendrá que seguir desde la prisión de Estremera, si así lo considera el juez Pablo Llarena. Si ocurriese esto, JxCAT tiene previsto que sea un diputado de su grupo quien lea el discurso de Turull -lo que se intentó hacer con Puigdemont y que el TC y el Supremo imposibilitaron- para posteriormente votarle a distancia. Así, desde Estremera, Turull podría ser presidente electo, pero luego faltaría que el Jefe de Estado firmase su nombramiento y el nuevo president tomase posesión, algo para lo que el juez debería dejarlo salir de prisión. O no.
Si el sábado no se consigue investir a un president, con una CUP muy alejada de las tesis cada vez más autonomistas de JxCAT y ERC, la repetición electoral es un escenario que cobra más fuerza. Para esta nueva convocatoria, algunos candidatos como Oriol Junqueras y Jordi Sánchez quedarían fuera de juego, ya que estarían inhabilitados -falta ver si este viernes Llarena también inhabilita Turull, Rovira, Bassa, Romeva, Rull y Forcadell-.
Elecciones al fondo
Pero Puigdemont no. El ex presidente fugado no puede ser inhabilitado preventivamente, al no cumplir con la condición de estar preso, y eso facilitaría que pudiese volverRC -si Rovira entra a prisión-, completamente descabezada. Y a Puigdemont, la repetición electoral no le disgusta. Lo avanzó OKDIARIO en enero, cuando el ex presidente lo empezaba a contar a su círculo más cercano, y lo dijo él mismo hace unos días: “Una repetición electoral no es una tragedia”.
En caso de que el Parlament no acabe invistiendo a nadie, el 22 de mayo de disolvería la cámara y los diputados dejarían de serlo. Ese mismo día se convocarían elecciones de forma automática, que se celebrarían 54 días después, el 15 de julio. La campaña empezaría la noche del 30 de mayo y finalizaría el viernes 13.