Elsa Artadi gestionó personalmente la campaña de desprestigio internacional contra España por el 1-O
Elsa Artadi fue la coordinadora personal de la campaña de desprestigio internacional contra España lanzada antes del 1-O. Artadi, la misma persona que puede convertirse en aspirante a presidenta de la Generalitat, la misma que acaba de dirigir la campaña electoral de Puigdemont para el 21-D, y la misma que hoy mantiene reuniones abiertas en Bélgica con el ex presidente fugado para coordinar sus esquinazos a la Justicia.
La mano derecha de Puigdemont figura en la documentación en manos de la Guardia Civil –a la que ha tenido acceso OKDIARIO– como la encargada de coordinar los informes con los que acudían los autodenominados embajadores de Cataluña ante medio mundo para desprestigiar a España y anunciar la ruptura nacional.
La Guardia Civil acaba de entregar toda una recopilación de correos en los que vuelve a aparecer Elsa Artadi como pieza clave del golpe separatista. Si en anteriores entregas de documentación y grabaciones de llamadas interceptadas por la Benemérita, Artadi aparecía ya como la controladora personal de Puigdemont para certificar los avances del separatismo, ahora, la mano derecha del ex presidente regional figura retratada como el eje de coordinación de la campaña de viajes con los que los enviados del Govern anunciaban en medio mundo que España se iba a romper, que ellos iban a crear la nueva “república catalana”, y que no les quedaba más remedio que hacerlo porque España no era una verdadera democracia sino un régimen opresor.
Y la cabeza de ese engranaje, de nuevo, es Artadi. La misma persona que sigue hoy en la calle organizando el intento de que Puigdemont sea investido presidente pese a ser un prófugo de la Justicia.
La Guardia Civil ha recogido en su documentación uno de los correos clave: “Correo en el que tratan de transmitir a Europa el impacto que supondría la independencia de Cataluña. Correo de fecha 19 de septiembre de 2017, remitido por Elsa Artadi Vila, directora de Coordinación interdepartamental de la Generalitat de Cataluña, a Salvado Tenesa y a la directora general de Análisis Económico del departamento de la Vicepresidencia de Economía y Hacienda de la Generalitat, Natalia Mas”.
Artadi, doctora en Harvard, se encargaba de la coordinación de los trabajos económicos. Una parte decisiva porque pretendían demostrar a medio mundo que España era una lacra que impedía su desarrollo y que, por lo tanto, bastaría con independizarse para ser más solventes que España.
En ese y otros correos hablan “de que la Generalitat programaba la independencia por la vía de la secesión, así como lograr su continuidad en la Unión Europea como un país independiente”. Salvado Tenesa y la Vicepresidencia de Economía y Hacienda de la Generalitat figuran en la práctica totalidad de la correspondencia porque Oriol Junqueras, vicepresidente y consejero de Economía, tenía que estar al corriente de todo lo que hacían.
En otro de los correos se incorpora Sergio Martínez, “asesor de los eurodiputados de ERC y Montse Pereto, directora general de Planificación de Estudios Fiscales”. Una comunicaciones en las que también se remitían “informes de carácter confidencial sobre la independencia y la asociación económica de Cataluña con Europa”. Y Elsa Artadi estaba al corriente de los trabajos para mantener perfectamente coordinado a Puigdemont con los técnicos.
Artadi, obstáculo en la investigación
No se trata de la última aportación que ha realizado la Guardia Civil sobre Artadi. Y es que la mano derecha de Carles Puigdemont se ha dedicado también a bloquear el envío de información a la Justicia sobre el uso del FLA y de otros fondos públicos. Ella ha sido la persona que, en condición de su cargo, ha contestado con evasivas y negativas al Juzgado dude Instrucción número 13 hasta que la Justicia se ha cansado y ha reclamado ya a los Ministerios de Economía y Hacienda que ordenen directamente el envío de los datos haciendo uso del 155, tal y como ha hecho saber ya la policía judicial.
Artadi ha sido, hasta la toma de posesión de su acta de diputada, la directora general de Coordinación Interdepartamental de la Generalitat. Ha abandonado ese cargo hasta el pasado 19 de enero. Y, gracias a ello, ha entorpecido el envío de los datos hasta hace una semana.
Elsa Artadi, fue, por otra parte, la inspectora particular que eligió personalmente Carles Puigdemont para controlar que el golpe de estado separatista avanzaba y que lo hacía a buen ritmo. Las llamadas interceptadas en poder de la Guardia Civil así lo han certificado. Ella era una persona tan metida en la maquinaria del 1-O, que tenía poderes delegados por el propio presidente del Govern para exigir al resto de cargos golpistas que avalasen los resultados de sus gestiones y que asumiesen responsabilidades si el ritmo de construcción de la pretendida ‘república’ catalana no era el deseado por el Comité Estratégico del golpe –la cúpula separatista que encabezaban directamente Carles Puigdemont y Oriol Junqueras–.
La mano derecha de Puigdemont era la mujer de confianza del ex presidente regional. Tanto, como Marta Rovira era el alfil de confianza del ex vicepresidente autonómico que permanece en Estremera por delitos de rebelión, sedición y malversación. Y ambas, según la investigación llevada a cabo por la Benemérita, estaban totalmente al corriente de todo lo que ocurría. Es más, ambas mandaban sobre la inmensa mayoría de cargos que componían el Comité Ejecutivo encargado por los separatistas de materializar los avances necesarios para romper España y violar la Constitución.