Un médico que ha reconstruido 600 mamas en el Hospital de Móstoles es jubilado contra su voluntad
El doctor Luis Guerrero Cabrera, experto en reconstrucción mamaria y otras cirugías en el Hospital Universitario de Móstoles, ha sido jubilado en contra de su voluntad. Ha solicitado una prórroga para continuar en activo un año más como contempla la legislación vigente, pero no se le ha concedido.
«Es un auténtico manitas. El 15 de febrero ha cumplido 65 años y ese mismo día lo han jubilado», explica una de sus pacientes. Lleva 25 años prestando sus servicios y a lo largo de su carrera, según explica a OKDIARIO, ha reconstruido el pecho en torno a 600 pacientes afectadas por cáncer de mama.
«No le dejan seguir, lo jubilan únicamente por la antipatía que tienen con él las doctoras de ginecología», explica esta paciente. Por su parte, él lamenta que no ha tenido tiempo ni para formar a otro médico para que continúe con su labor. Pidió la prórroga seis meses antes de su cumpleaños, en julio del pasado año, como marca el reglamento, pero tan solo tres semanas antes del día le avisaron de que no le permitían seguir.
Le aseguran que sus funciones no tienen por qué realizarse. No ha podido haber periodo de transición en esos 21 días y por tanto el servicio se perderá. Las pacientes de este doctor quedan ahora desatendidas al no poder hacer seguimiento de sus casos con un experto de su preparación.
Las mujeres afectadas han organizado incluso una entrega de flores el día de su jubilación. Tras comunicarlo, el centro médico puso a cuatro personas de seguridad pese a que no era en ningún caso una manifestación contra el Hospital.
«Tiene un currículum extraordinario, no le dejan seguir a pesar de que se supone que la gente se tiene que jubilar a los 67 años», remarca una de sus pacientes más reivindicativas. Han contactado con la concejal de Sanidad del municipio pero no han sido recibidas. Desde los años 80, con la creación del Hospital, este doctor se ha dejado la piel «recuperando a la vida» a centenares de pacientes.
«Sensación amarga»
Ha estado desarrollando diversas técnicas a lo largo de los años y en cirugías reparadoras oncoplásticas es un auténtico maestro. «Me llevo muchas satisfacciones por el trabajo, creo que bien hecho, pero tengo una sensación amarga de que muchas de mis pacientes quedan en situación de desamparo y abandono por parte de la Administración», lamenta el doctor Guerrero.
«Nadie es insustituible, y yo tampoco, pero cuando priman rencores, envidias y felonías, es inevitable considerar que no ha sido una decisión basada en la justicia», explica. Confía en que haya una reconsideración de la postura y finalmente pueda continuar un tiempo más con su exitosa carrera.