CRISIS PRESIDENCIAL

Funeral en Ferraz: los socialistas ven «inevitable» la marcha de Sánchez y ya piensan en la sucesión

La dirección se ha dado un baño de masas en un acto de apoyo a Sánchez y de reafirmación socialista

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Joan Guirado

La sensación en el PSOE es de final de etapa, de que nada ni nadie es capaz de hacer cambiar de opinión a un Pedro Sánchez «decidido a dimitir». El Comité Federal del partido que debía ratificar a Teresa Ribera como cabeza de lista para las europeas se ha reconvertido en un mitin de apoyo al secretario general y presidente del Gobierno tras anunciar un periodo de reflexión sobre su continuidad en La Moncloa.

Los distintos dirigentes han lanzado mensajes a Sánchez para que valore una decisión «irreversible» y que algunos consideran «inevitable». En paralelo, el foro de encuentro de todo el poder territorial ha servido también para intercambiar impresiones sobre qué pasará si Sánchez anuncia su dimisión.

Sin un recambio claro, con María Jesús Montero como número dos en el Gobierno y en el partido, pero con ministros como Pilar Alegría, Óscar Puente y Félix Bolaños reivindicándose en la sucesión, una de las cuestiones que más preocupan en el PSOE a día de hoy es «cómo se debe pilotar el recambio». Una salida abrupta de Sánchez el próximo lunes «obligará a tener la cabeza muy fría» para «evitar que se convierta en un campo de minas para eliminar al rival que nos hace sombra», manifiesta un dirigente consultado por este periódico.

«Hiperliderazgos»

«Lo que estamos reivindicando hoy nos debe obligar a no caer en los errores del pasado ni a permitir hiperliderazgos», relataba otro líder territorial a este periódico, antes del inicio de la reunión en Ferraz.

El PSOE nunca ha sido un partido fácil de gestionar. Está lleno de rivalidades y de rencores, algo que Sánchez intentó apaciguar, hace unos años, rehabilitando a algunos de los que en su momento consideró que le habían traicionado e incorporando a sus principales rivales en las primarias, como Susana Díaz, Patxi López o Pilar Alegría, en puestos relevantes tanto en el Gobierno como en el partido.

En la actualidad, el presidente es «el nexo común» para muchos de estos dirigentes, que nunca han disimulado la inquina que hay entre ellos. La marcha del secretario general, avisan, «puede reabrir heridas mal cerradas» para hacerse con las parcelas de poder que quedarán libres.

Un PSOE pendiente de Sánchez

En el PSOE nadie esconde el nerviosismo por la decisión que pueda comunicar el próximo lunes Pedro Sánchez. Existe «mucha preocupación», relataba un dirigente presente en la Sala Ramón Rubial, que acoge todos los comités del partido. Las caras eran largas. De tristeza y abatimiento.

En algunos casos, como el de Santos Cerdán, que apenas levantaba la mirada del móvil y de la mesa, incluso de miedo por su futuro laboral más inmediato. Tampoco Óscar Puente, Félix Bolaños e Iratxe García -jefa de filas de los socialistas europeos- han disimulado en toda la mañana su cara de incredulidad. De shock. Porque así es, «el partido está en shock», repiten varios dirigentes.

Sólo durante la intervención de Emiliano García Page -que nunca acude a este tipo de reuniones-, históricamente enfrentado a Sánchez y que hoy también ha cerrado filas con el secretario general, algunos asistentes como la ex vicepresidenta Carmen Calvo o el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, han dibujado en su cara una sonrisa al recordar Page alguna anécdota del pasado. El presidente de Castilla-La Mancha, que ha recibido unos aplausos mucho más tímidos que el resto de sus compañeros, está en la terna de posibles recambios de Sánchez. Aunque, en su caso, abanderado de los críticos, parece difícil que reúna los apoyos de las bases.

Posteriormente, en el turno de Santos Cerdán, el secretario de Organización ha hecho un llamamiento desde el atril a todos los compañeros de la dirección a salir a la calle para encontrarse con los militantes.

Ahí todos han hecho un click y han pasado del pesimismo y las caras largas de la reunión a un estado de éxtasis, únicamente comparable con las grandes victorias en las noches electorales. Aunque en esta ocasión sin escenario y sin la presencia Pedro Sánchez ni de Begoña Gómez.

Con Montero a la cabeza, que ha dejado una de las estampas de la mañana al abrazarse a Cerdán pese a la mala relación pública y notoria que tienen, los miembros de la dirección se han dado un auténtico baño de masas con canciones como Quédate, Pedro, Pedro, Pedro Pe o La Internacional a todo volumen como si fuera una fiesta. Este cambio de guión ha propiciado también la finalización prematura del Comité Federal. Cuando todavía quedaban una decena de intervenciones, según los turnos de palabra que se habían pedido al inicio de la reunión.

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