Una diputada regional de Podemos juró el cargo hace un mes, se fue a México y no ha vuelto
La diputada de Podemos Beatriz Galiana juró el cargo el 8 de octubre en la Asamblea de Madrid cuando dimitió una compañera y ella era la siguiente en la lista. Desde entonces no ha vuelto a la cámara autonómica. Galiana, tal como ha podido saber OKDIARIO, se encuentra en México por «asuntos profesionales comprometidos».
Según declaraciones de la propia Galiana, está en México en una universidad disfrutando de una estancia de doctora en un laboratorio realizando estudios sobre energía solar, campo en el que es experta. Asegura que se va a encargar de la portavocía en los temas de transportes en el grupo parlamentario de Podemos en la Asamblea de Madrid, pero por el momento se encuentra a más de 9.000 kilómetros.
Preguntada acerca de si es posible estar en la universidad y a la vez ser legisladora, dice que sí. «Realmente hace una semana en una comisión se aprobó que era compatible, esto tienen que investigarlo los letrados para comprobar que no hay conflicto de intereses entre ser diputada y profesora universitaria», explica Galiana, «en términos de profesiones sí es compatible».
Se trata de una ausencia determinante para el equilibro de fuerzas políticas en la Asamblea de Madrid. La falta de una diputada del PP Elena González-Moñux tras acusar públicamente por acoso al portavoz del grupo parlamentario, Enrique Ossorio, suponía un empate entre PP y Ciudadanos frente a PSOE y Podemos. Sin embargo, la ausencia de esta diputada morada permitía que se mantuviera el escaño a favor del bloque de Cristina Cifuentes.
Dice que tiene que renunciar a su salario como diputada, «solamente puedes tener un salario público, puedes recibir sueldo únicamente por la universidad o por la Asamblea». Se trata de la opción de dedicación «no exclusiva». «Yo recibo una serie de bonificaciones por presencia en los Plenos pero es compatible por no entrar en conflicto mi trabajo como profesora y en legislar», indica. No obstante, no ha estado más que en el primer pleno en el que tomó posesión de su acta. Se desconoce, tal como dice, si ha cobrado bonificaciones por los plenos aunque no haya estado presente.
Galiana sostiene que su estancia en México es como investigadora de Física aunque no imparte clases. Desde Podemos no han optado porque corriese la lista y que fuera diputada una persona que pueda desarrollar su labor como representante público desde el primer día.
«Desde que milito en la política, mucho antes de doctorarme, siempre he estado rodeada de gente que me decía ‘cuando ganemos necesitaremos a gente que sepa hacer cosas’, nadie me ha animado a dejar la universidad sino todo lo contrario, a seguir formándome y entender la política como una forma de aportar lo mejor a la sociedad y cambiarla a mejor desde los conocimientos concretos de cada uno», expresa la nueva política de Podemos.
«Cuando la gente me ofrece estar en la lista electoral, sobre todo queriendo contar con gente normal que viniera de muchos lugares y experiencias, saben lo que soy yo, nadie esperaba que dejara la universidad sino todo lo contrario», remarca.
No obstante, tiene muy claro que sólo puede cobrar como cargo de Podemos tres salarios mínimos y si tiene familiares a su cargo, algún complemento adicional. «Tenemos que entregar nuestras nóminas para no superar ese máximo y el resto se entrega a la organización para la estructura orgánica de Podemos y actividades de entidades sociales», aclara Galiana.
Relata como en un primer momento dijo que ‘no’ a estar en las listas, pero el reproche de un compañero enfadado que estaba en ese momento sentado junto a ella le hizo cambiar de opinión. Le dijo que siempre las mujeres dan un paso atrás cuando se les pide lo contrario después de toda la vida militando, algo que ella no aceptó.
Reconoce que ser representante público es una de las cosas que «más respeto me da» en su vida. «La gente que me rodea la noto muy ilusionada en que yo tome esa responsabilidad y sí que tengo que confesar que me da miedo, es una cosa que me expone públicamente, me da miedo decepcionar no solamente a la gente que vota o no vota sino a mis propios compañeros, vamos a probar, nadie me obliga», concluye la nueva y desaparecida diputada.