La diputada de la CUP Mireia Boya exige que quiten la bandera española para votar en su colegio electoral
La diputada de la CUP Mireia Boya ha denunciado que el presidente de una mesa de su colegio electoral, en el Valle de Arán, ha colocado una bandera española y se ha negado a retirarla.
La política independentista ha publicado el siguiente mensaje en su cuenta de Twitter: «Lazos amarillos prohibidos, pero el presidente de la mesa de Canejan en Aran se niega a quitar la bandera española».
De este modo, Boya equipara la bandera española, que como símbolo oficial ha de estar presente en todos los edificios públicos, con los lacitos amarillos que la Junta Electoral ha prohibido portar a los apoderados y miembros de las mesas electorales, por tratarse de un emblema que se identifica con los partidos independentistas.
Llaços grocs prohibits, però el president de la taula de #Canejan a l'Aran es nega a treure la bandera espanyola #Garanties #Dempeus pic.twitter.com/mvhbPlPerQ
— Mireia Boya Busquet (@yeyaboya) December 21, 2017
Boya ha hecho esta denuncia pública difundiendo en las redes sociales una foto del presidente de mesa junto a la bandera constitucional, de acuerdo con la consigna de la CUP de señalar a quienes no apoyan las posiciones independentistas.
En cualquier caso, la bandera española estaba desplegada en una mesa electoral distinta a la que Mireia Boya ha votado, por lo que ha podido depositar su papeleta sin sentirse coacionada.
Mireia Boya (@yeyaboya)acabe de votar entàs eleccions deth #21D #21DCatRadio pic.twitter.com/cKSDeb8w0m
— Alvar Ordoñez (@Alvarorvi) December 21, 2017
A través de su cuenta de Twitter, Boya ha anunciado que «a partir de mañana la represión será más salvaje», por lo que ha animado a los independentistas a acudir a votar masivamente.
Sembla que a partir de demà la repressió serà més salvatge. Aneu a votar avui. Cuidem-nos. I seguim sempre #Dempeus
— Mireia Boya Busquet (@yeyaboya) December 21, 2017
Una de las principales diferencias entre los comicios autonómicos de este jueves con la consulta ilegal de independencia del 1-O es que, esta vez, la jornada electoral se ha desarrollado con todas las garantías democráticas. En cambio, en el referéndum ilegal, Mireia Boya habilitó como centro de votación su propio hotel rural, valorado en más de 300.000 euros, que la diputada de la CUP ocultó en su declaración oficial de bienes hasta que OKDIARIO desveló estos hechos.
Hace escasas semanas, Boya aseguró tener noticias de que se iban a producir en Cataluña «atentados con muertos en la calle», de los que sería culpada la CUP.