El des-Gobierno del coronavirus: Moncloa asume el retraso del curso escolar por falta de seguridad
Moncloa celebrará una conferencia de presidentes autonómicos para abordar la cuestión educativa una semana antes de la fecha marcada para inicar el curso
El Gobierno asume que el curso escolar 2020-2021 no empezará los días que estaba previsto. La imposibilidad de garantizar todas las medidas de seguridad en plena oleada de rebrotes y la falta de consenso entre las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Sanidad, que tienen las competencias de Educación y Salud Pública, dificulta la vuelta de los más pequeños a las aulas, tras meses sin entrar en ellas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, convocará a finales del mes de agosto una conferencia de presidentes autonómicos para abordar exclusivamente las cuestiones educativas. Fuentes de Moncloa apuntan que este encuentro podría celebrarse entre el 27 y el 28 de este mes, cuando el curso debería empezar días más tarde. Así pues, las decisiones que se acuerden en el encuentro, no se podrán poner en práctica hasta al cabo de, como mínimo, dos semanas después.
Mientras los diferentes Ministerios que tienen competencias sobre la vuelta de los escolares se ponen de acuerdo en acordar un protocolo de seguridad que permita el inicio del curso escolar de forma homogeneizada en todo el país, las Comunidades Autónomas, que son las encargadas de la gestión de la educación, ya trabajan desde hace días en planes de actuación diferentes en cada región. En algunos casos, como en Cataluña, la consejería de Sanidad y los docentes se quejan de que no han sido consultados antes de su presentación.
De esta forma, según fuentes gubernamentales, entre la segunda y la tercera semana de septiembre la actividad lectiva podría regresar sin incidencias, cuidando todas las medidas de seguridad y garantizando las distancias. Eso implicará el uso de otros espacios, como el gimnasio o salas polivalentes para las clases, e incluso a la división por franjas horarias de los alumnos para que no coincidan durante todas las horas en el centro educativo.
Las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Educación, que dirige la socialista Isabel Celaá, mantienen desde hace semanas una interlocución abierta de cara a ordenar el inicio de la vuelta al cole. En este diálogo participa también el Ministerio de Sanidad que, al tratarse de una cuestión sanitaria, es el que tiene la última palabra para autorizar o no la vuelta de los niños a la actividad lectiva.
Celaá, a finales de mes, llegará con esta propuesta de inicio retrasado del curso y más medidas de seguridad complementarias a las que se venían adoptando hasta ahora. Otra de las cuestiones que propondrá el Ministerio de Educación es la contratación de más profesores y personal educativo para cubrir todas las horas que habrá niños en las instalaciones.
La decisión final compete a las Comunidades Autónomas. Más allá de las restricciones que pueda imponer el Ministerio de Sanidad, en tanto que responsable de la lucha contra la pandemia, las consejerías de Educación de las distintas autonomías serán las encargadas de planificar y adoptar las medidas necesarias para que el inicio del curso académico se pueda desarrollar sin incidencias.
Ayuso reclama un plan nacional
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció este sábado que su Gobierno está trabajando en un plan de vuelta al colegio «para que haga dentro de la mayor normalidad posible».
Ayuso, no obstante, reclamó a Sánchez un plan nacional común para retomar el curso escolar en septiembre.
«El confinamiento total es la fórmula más fácil pero hay que buscar alternativas creativas para evitar que la gente se quede en casa», indicó la jefa del Ejecutivo madrileño.
Ayuso consideró que «teniendo en cuenta que somos un único país» sería necesario un plan conjunto y lamentó que el Ejecutivo de Sánchez no tenga previsto proponer nuevas medidas hasta finales de mes.
«No podemos dar por perdidos a una generación de estudiantes», avisó la presidenta madrileña.
Las universidades, en el aire
La situación en la educación universitaria es ligeramente distinta. A diferencia de lo que ocurre con la primaria y la secundaria, donde el Ministerio de Educación hace días que trabaja para encontrar una solución lo antes posible, en el caso de la formación superior el Ministerio de Universidades, dirigido por el podemita Manuel Castells, no ha hecho aún ninguna propuesta en firme para garantizar el inicio del curso.
Los planes iniciales del departamento de Castells, según la información remitida a las Comunidades Autónomas, pasan por potenciar la actividad no presencial y reordenar las clases para que coincidan el menor número de alumnos en los espacios de las facultades. Como en el caso de Primaria y Secundaria, la decisión final la tomarán las diferentes Comunidades Autónomas en base a su experiencia y a las recomendaciones de los Ministerios de Universidades y Sanidad.