Delgado y Marlaska se reivindican como el «Gobierno decente» y acusan al PP de «tosco y violento»
Los ministros de Justicia, Dolores Delgado, y de Interior, Fernando Grande-Marlaska, han reivindicado hoy lo que consideran la «decencia» del Gobierno de Pedro Sánchez al que pertenecen frente a un PP «tosco» y «violento», y han dejado claro que el «ruido» de la oposición no va a impedir que el Ejecutivo socialista siga gobernando.
Ambos han intervenido en un acto organizado por el Partido Socialista de Madrid sobre los 150 días del Gobierno de Sánchez, pero que realmente ha servido para respaldar a Ángel Gabilondo como candidato de esa formación a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.
Tanto Delgado como Marlaska han alabado la figura de Gabilondo, que ha cerrado el acto, donde ha dejado claro que su objetivo es lograr el bien común y mayor justicia social, defender los derechos de los ciudadanos y resolver sus problemas. «No estamos para otra cosa», ha enfatizado.
«Lucharemos por ser los más honestos, decentes y honrados que podamos», ha subrayado Gabilondo, quien ha reconocido que quiere ganar las elecciones, pero no para tener más poder, sino para gobernar por los ciudadanos y para esas personas más vulnerables. Y para eso tiene urgencia de llegar al Gobierno autonómico.
Por su parte, los dos ministros han expuesto ante un auditorio que ha desbordado el salón de actos de la ONCE las medidas que han puesto en marcha en sus respectivos departamentos, que, a su juicio, estaban «petrificados» e «inactivos» por la corrupción.
Dolores Delgado, que ha recordado que no tiene carné socialista pero sí alma progresista, ha querido tener un recuerdo para las 971 mujeres muertas a manos de la violencia machista en España desde que se tienen estadísticas, 48 de ellas fallecidas en lo que va de año.
Ha calificado el Gobierno de Sánchez de «muy decente, muy solidario, de futuro e integrador», y ha dicho que a pesar del «ruido» se está gobernando con realismo y se están cambiando las cosas.
La titular de Justicia considera que el cambio en España es «imparable», a pesar de que el PP les quiera meter en un «lodazal» y no quiera dejarles gobernar.
«Nadie nos va a chantajear», ha advertido antes de concluir: «Los cien primeros días son importantes, pero los mil siguientes son los que marcan la diferencia».
Mientras, Marlaska ha hecho hincapié en lo necesaria que fue la moción de censura que llevó a Sánchez a la Moncloa porque España se estaba «paralizando y los valores se estaban arrinconando».
Y ha asegurado que ven en España una ilusión similar a la del 28 de octubre de 1982, cuando los socialistas ganaron las elecciones generales de la mano de Felipe González, a la vez que ha insistido en que en la calle, «gente de todo tipo», legitima al actual Gobierno, que no ha llegado «de prestado».
También ha intervenido Félix Bolaños, secretario general de la Presidencia del Gobierno, quien ha dicho que el equipo de Sánchez ha llegado para transformar la realidad y lo está haciendo ya con 84 diputados, gracias también al trabajo del grupo parlamentario socialista que ha logrado sacar 75 reales decretos con apoyo de otros grupos.
Entre las medidas, Bolaños ha resaltado el acuerdo para exhumar los restos de Franco y ha dejado claro que el debate no debe centrarse en el dónde irán -a un lugar privado, seguro, ha dicho-, sino de dónde sale.
Ha criticado asimismo a los partidos de derecha que «se ponen de perfil cuando se propone exhumar al dictador». «Ciudadanos, ¿no es una derecha moderna y molona? ¿Qué hace absteniéndose en la exhumación?», ha ironizado.
«Hay un ruido que se hace para que no se vea lo que está haciendo el Gobierno. El ruido va a pasar, pero nosotros nos vamos a quedar», ha concluido Bolaños.