Covite denuncia el destrozo de la placa en memoria de 4 asesinados por ETA en San Sebastián
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha denunciado el destrozo de una de las placas que conmemoran a víctimas de la banda terrorista ETA en San Sebastián. Se trata de un memorial al asesinato del gobernador militar de Guipúzcoa, Rafael Garrido Gil; de su esposa, Daniela Velasco de Vidaurreta; del hijo de ambos, Daniel, de 16 años; y de una mujer portuguesa, Maria Jose Teixeira.
Dos terroristas que viajaban en una moto, colocaron una bomba sobre el techo del vehículo en el que viajaban el matrimonio y su segundo hijo, causándoles la muerte y heridas de diversa gravedad a 14 personas. Precisamente, una de ellas falleció poco más tarde y elevó a cuatro el balance de asesinados por ETA en este atentado del 25 de octubre de 1986.
Aquí #ETA mató a un matrimonio, su hijo y una mujer portuguesa.Algunos quieren arrancarlos del pasado.No lo permitiremos #unavictimaunaplaca pic.twitter.com/UTBwg2VBkO
— COVITE (@CovitePV) June 6, 2017
Covite denuncia el asalto a la memoria, reivindicando la justicia de no olvidar. «Aquí ETA mató a un matrimonio, su hijo y una mujer portuguesa. Algunos quieren arrancarlos del pasado. No lo permitiremos». Y añade la petición bajo un hashtag de que no haya una sola víctima sin una placa en su memoria.
Precisamente, este 7 de junio se cumple el 49º aniversario del primer asesinato de ETA. Aquel día de 1968, los salvajes terroristas vascos asesinaron a José Pardines Arcay, un agente de tráfico de la Guardia Civil del destacamento de San Sebastián.
#TalDiaComoHoy #ETA cometió su primer asesinato: el del agente de la @guardiacivil José Antonio Pardines. #memoriahttps://t.co/2HgjFBC3kQ pic.twitter.com/M7i1PR7iHL
— COVITE (@CovitePV) June 7, 2017
Pardines fue asesinado en la antigua carretera Nacional I, a su paso por la localidad guipuzcoana de Villabona, cuando se encontraba regulando el tráfico en una zona de obras. Dos etarras que viajaban en un Seat 850 detuvieron su vehículo junto al agente y uno de ellos bajó del mismo para dispararle en la cabeza y en el pecho.
Pardines tenía 25 años, era gallego y estaba soltero. Su muerte inauguró una macabra lista que alcanzó más de 800 personas asesinadas cruelmente durante más de 40 años por la banda terrorista ETA, que hoy mantiene en las instituciones a sus partidos herederos —EH-Bildu, Sortu…— y cuyo líder político, Arnaldo Otegi, incluso trató de presentarse a lehendakari en las últimas elecciones del País Vasco.