'OK ENTREVISTA' A LA CONCEJAL IMPUTADA BEATRIZ SIMÓN

La nº 3 de Barberá: “Nos decía que sus enemigos querían azotarla hasta matarla en la plaza pública»

La nº 3 de Barberá: “Nos decía que sus enemigos querían azotarla hasta matarla en la plaza pública»

Beatriz Simón es una de las concejalas del Grupo Municipal Popular imputadas por el blanqueo de 1.000 euros. Desde 1999 forma parte del Ayuntamiento valenciano y rememora para OKDIARIO sus recuerdos de Rita Barberá.

Simón asegura que una campaña que empezó dos años antes de empezar su última legislatura como alcaldesa acabó con su vida. Con la pérdida del poder se acentuó la sensación de vacío y acabó sumiendo a Barberá en una gran depresión, llegando a confesarle a Simón que en los adversarios políticos sólo veía odio, lo que, según recuerda esta última, la llevó a decir que «si pudieran me azotarían hasta matarme en la plaza pública».

Pregunta.– ¿Cómo se siente?, ¿cómo está pasando estas últimas horas?

Respuesta.– Muy triste, hoy a lo largo del día hemos empezado a asumirlo de alguna manera, pero el miércoles estaba consternada, conmocionada por la sorpresa y lo trágico y dramático de las circunstancias.

P.– ¿Saca algún aprendizaje de lo sucedido?

R.- Me gustaría que todos hiciéramos una reflexión de lo que es el acoso no sólo mediático, también en la calle, los escraches… Que nos demos cuenta de cómo ponemos en situaciones muy complicadas a la personas y a las familias, de cómo hablamos impunemente sin necesidad de probarlo, sin que nadie lo demuestre. Hablo en primera persona porque creo que es una reflexión que tenemos que hacer todos. Quizá los medios de comunicación o los dirigentes políticos tengan una mayor responsabilidad porque generan opinión, pero creo que todos tenemos que reflexionar al respecto.

P.– Usted que la conoció en las distancias cortas, ¿cómo la va a recodar?

R.- He tenido la suerte de poder trabajar con ella, de poder aprender todos los días de ella. Hoy comentaba con un compañero de los equipos de gobierno que hemos tenido la suerte de despachar todos los días con una número 1 de la política española. Una persona de la que aprendías cada día. Él me decía es como un mentoring que hemos tenido durante muchos años. Ese es el legado que Rita me deja a mí personalmente. Todos los que la hemos conocido y trabajado con ella nos quedamos con su fortaleza, con su personalidad, con esa capacidad para impulsar las cosas, esa visión de futuro, esa visión política, esa decisión con la que lo afrontaba todo, con esa alegría y ese impulso que lo contagiaba todo. Yo me quiero quedar sólo con lo positivo de ella. Me gustaría que la gente pudiera ponerlo todo en una balanza y se quedara con lo positivo, porque es inmensamente mayor la parte positiva.

P.– Según todos los que la conocieron era muy familiar y vital. 

R.- Era muy familiar, nosotros el equipo de gobierno éramos como una familia más bien. Yo a Rita la quería como si fuera mi familia, la he entendido como mi familia, mis hijos la llamaban la ‘tía Rita’. Es cierto que esa manera de ser, capaz de empatizar de esa forma con tu gente, con tu equipo, hacen que todos trabajen de esa manera. De eso también se aprende. Ese liderazgo que jamás se puede imponer, sino que se gana, y ella empatizaba y lideraba. Era una cosa innata. Y sí, llega un momento que al final distintas situaciones hacen que eso se vaya minando, aunque yo la he visto bastante bien hasta el final.

P.– ¿Hubo algún punto de inflexión? ¿Quizá debió dar un paso atrás?

R.- Es imposible ya saberlo, pero es que los focos la buscaban. Ella era un personaje perseguido constantemente desde hacía mucho tiempo, desde antes incluso de esta historia. He escuchado que estaba acosada desde el tema de su declaración, pero yo creo que más bien viene de mucho antes. Incluso de cuando aún era alcaldesa. Sus dos últimos años de legislatura como alcaldesa sufrió un acoso constante, como una lluvia fina, todos los días injurias, calumnias, asedios, humillaciones, memes, titulares… en las redes sociales y en determinados medios. Eso fue calando, una campaña de desprestigio hacia su persona y lo que le rodeaba. Sucedió cuando era todavía alcaldesa y aún así ganó las elecciones. Eso no podemos olvidarlo.

Ella siempre decía que no pararían hasta sacarla del ayuntamiento. Recuerdo que en la campaña electoral, y refiriéndose a ese lenguaje guerracivilista que usa la izquierda radical, Rita me decía: «Es que me odian, no es una confrontación política, es que tienen odio, si pudieran me matarían en la plaza pública, me azotarían hasta matarme». Yo creo que de alguna manera es lo que han hecho. La plaza pública del 36 era física, y la de 2016 son las redes sociales.

P.– ¿Cree que si hubiera dejado el escaño de senadora era como aceptar que era culpable? 

R.- Qué le voy a decir yo. Formo parte de ese grupo que estamos también investigados por los 1.000 euros exactamente igual que ella y no tenemos ninguna intención de dejar nuestro puesto en el Ayuntamiento. Entendemos que no hemos hecho nada malo. Es que en España se ha invertido la carga de la prueba. No puede cualquiera decir algo sin ninguna prueba y que todo el mundo te convierta en culpable. A ninguno de nosotros nos han descubierto millones en Suiza o propiedades sin declarar… simplemente se nos acusa por haber dado 1.000 euros al partido y alguien, que no ha conseguido probarlo, dice que ese dinero se nos ha devuelto. En todo caso, si pudieran probarlo, que no va a poder ser porque eso no ha sucedido, son 1.000 euros. Que la gente juzgue.

P.– ¿Cree que finalmente la gente de la calle se quedará con que fueron 1.000 euros por persona?

R.- Yo creo que sí, al final yo también puedo comprender que una persona como usted, de otra ciudad, que no nos conoce de nada, que no sabe quienes somos y que está oyendo todo el rato ese mensaje, se lo acabe creyendo. Yo no he tenido la oportunidad de defenderme, no hemos tenido la oportunidad de hablar con esas personas que pueden creer lo que se dice. Quienes tienen responsabilidad política deberían ser muy cautelosos en las aseveraciones y juicios que emiten porque generan opinión.

P.– ¿Qué papel ha jugado el partido, que en Valencia está dividido?

R.- Creo que el partido no apoya o da la espalda, son las personas que forman el partido. En ese sentido cada uno sabemos dónde estamos y quién está en una posición o en otra.

P.– Los familiares de Rita pidieron que al funeral no fueran políticos que no fueran cercanos, ¿qué le parece?

R.- Puedo entender que la familia esté dolida. Respeto absolutamente las decisiones de la familia y puedo entender que esté dolida, porque yo también estoy investigada y sé lo que sufre cada día mi familia.

P.– ¿Cómo valora la actuación del equipo de gobierno y la reacción de los valencianos? 

R.- El equipo de gobierno convocó el Pleno inmediatamente y no tengo ninguna queja en absoluto. Y con la reacción de los valencianos estoy muy emocionada. Todas las personas que queríamos a Rita Barberá, así como su familia, tenemos que estar muy agradecidos. La reacción de los valencianos ha sido muy emotiva. Me emocioné al entrar en la catedral y ver a tanta gente. El próximo lunes habrá otro funeral en la catedral porque hay mucha gente que se ha quedado sin poder ir. La cola en el Ayuntamiento daba la vuelta al edificio, incluso vino gente de otras ciudades.

P.– ¿Qué opinión le merece la forma de actuar de Podemos, ausentándose del minuto de silencio en recuerdo de Rita Barberá? 

R.- No me esperaba otra cosa de ellos. Creo que al final con este y otros gestos estamos viendo todos quiénes son y dónde están, que es lo importante. Saber quiénes somos y la actitud que tenemos unos y otros. Me quedo con una cosa: la grandeza que tenía Rita Barberá nos hace ver la pequeñez de otros.

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