Ciudadanos ya no descarta tajantemente entrar en el Gobierno

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Albert Rivera, líder de Ciudadanos (Foto: EFE)

El ambiente que está rodeando las negociaciones entre el Partido Popular y Ciudadanos está permitiendo que los contactos acerquen posturas, no sólo en los programático, sino también en lo político. Así, según fuentes conocedoras de las conversaciones entre los dirigentes de ambos partidos apuntan que la formación presidida por Albert Rivera ya no descarta tajantemente entrar en el Gobierno presidido por Mariano Rajoy.

La evolución del partido naranja desde la campaña electoral hasta las posturas actuales ha sido escalonada pero, mirada con perspectiva, sus pasos han ido todos acercándose siempre hacia el mismo punto, que ahora podría culminar en la aceptación de las insistentes ofertas que Mariano Rajoy ha hecho al propio Rivera en sus reuniones. Como publicó OKDIARIO, el presidente del Gobierno en funciones estaba dispuesto a «darlo todo» por llegar a un acuerdo con Ciudadanos, e incluso le ofreció a Rivera entrar en el Gobierno con una vicepresidencia que podría ocupar él mimo y algún ministerio para otro dirigente de su formación.

Rivera, por su parte, insistía durante la campaña electoral en que «jamás apoyaría un Gobierno presidido por Mariano Rajoy». Sin embargo, los resultados del 26J no despejaron la incógnita que habían supuesto las matemáticas parlamentarias salidas del 20D salvo en una cosa: que el pretendido gobierno de izquierdas era, esta vez, aún más difícil, y que la única alternativa realista era la de un Ejecutivo liderado por el PP o una nueva convocatoria a las urnas.

Así, C’s dio el paso de ofrecer su «abstención técnica» en una segunda votación de investidura, en una afán de presionar al PSOE para que también «se mojara» en el desbloqueo de la institucionalidad y la gobernabilidad en España. Era éste un paso medido del partido naranja en el que lograba los dos beneficios de la ley del embudo: por la parte ancha se apuntaba el tanto de ayudar a la gobernabilidad de España, y por la parte estrecha se evitaba el coste electoral con sus votantes de faltar a su promesa.

Pero ese paso no movió nunca al PSOE de su eterno «no es no» a Mariano Rajoy. Sánchez ha aceptado reunirse dos veces con el candidato propuesto por el Rey, y en ambas ocasiones se han sonreído, han posado ante las cámaras, han intercambiado documentos y han acabado de la misma manera: «Si Pedro Sánchez  no cambia de postura, iremos a unas terceras elecciones», repitió Rajoy en ambas ocasiones tras verse con el líder socialista.

De este modo llegó el martes pasado, pocas horas antes de la reunión que este miércoles han mantenido Rivera y Rajoy, cuando el presidente de Ciudadanos reunió a su Ejecutiva y convocó posteriormente a los medios de comunicación para ofrecer su ‘sí’ condicionado al candidato del PP. Fueron seis las medidas regeneradoras que puso como condición «sine qua non» para desdecirse de su eterna negativa a votar afirmativamente en una investidura del actual presidente en funciones. Y todas fueron aceptadas de inmediato por Rajoy, aunque con algún matiz negociador, como publicaba en exclusiva OKDIARIO en la misma madrugada de este miércoles.

En realidad, desde hace más de una semana los contactos entre dirigentes del PP y de Ciudadanos vienen allanando este camino. Luis de Guindos se ha reunido en varias ocasiones con el representante económico de la formación naranja, Luis Garicano, para preparar de manera conjunta las medidas urgentes que exigirá Bruselas incluso sin formación de Gobierno (techo de gasto, Presupuesto Generales, plan de cumplimiento del déficit…). Esos encuentros y otros en ámbitos políticos y sociales han acercado a los dos partidos hasta el punto de que la postura de Rivera ya no es tan remisa como se ha mostrado en público, incluso hasta en esa rueda de prensa convocada de urgencia el martes por la tarde en el Congreso.

«Si escribo mi carta a los Reyes Magos, claro que estaríamos dispuestos a entrar en un gobierno y comprometernos aún más por España», contestó Rivera a la pregunta de si estaba dispuesto a entrar en el Gobierno resultante de su  sobrevenido ‘sí’ a Rajoy. «Pero nosotros no entraremos en un gobierno en el que no confiamos». Eso sí, dejó una leve puerta entreabierta: «Aquí lo que importa no es el protagonismo sino ser útiles a España, y creo que es mejor que haya Gobierno si cumple nuestras seis condiciones a que no lo haya, y si hay cambios sustanciales, veremos».

Por ahí es por donde ahora van los tiros. En Ciudadanos, según las fuentes cercanas a la negociación, ya no piden la cabeza de Rajoy, ni cambios del liderazgo, sino cambios de políticas personificados en «nuevas caras». Así, en el Partido Popular creen que su nuevo ‘socio’ estaría dispuesto a integrarse en un Ejecutivo «dependiendo de quiénes sean los ministros, dependiendo del Gobierno que sea» el que se forme.

Lo cierto es que la oportunidad para la formación que se reivindica «de centro» y que hace sólo seis meses firmaba un pacto para «un gobierno reformista y progresista» con el PSOE de Pedro Sánchez y ahora está sellando un acuerdo con el PP de Mariano Rajoy, en un periplo en el que ha perdido un 20% de sus escaños –de 40 a 32– además de casi 400.000 votos es inmejorable, pues unas terceras elecciones podrían pasarle una factura aún mayor tras ver la efectividad de la llamada del PP al «voto útil» del centro-derecha en la última campaña.

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