Ciudadanos pacta con Revilla los Presupuestos de Cantabria para 2017
El Gobierno de Cantabria, que preside el regionalista Miguel Ángel Revilla, ha firmado en la tarde de este lunes con Ciudadanos un acuerdo que le permitirá sacar adelante en el Parlamento los Presupuestos de 2017.
El presidente Miguel Ángel Revilla, y la vicepresidenta, la socialista Eva Díaz Tezanos, han suscrito esta tarde con el portavoz de Ciudadanos, Rubén Gómez, este pacto presupuestario, que recoge 80 medidas de la formación naranja y que se ha cerrado tras una negociación «ardua, larga y complicada».
El eje de la negociación ha sido la retirada de la reforma fiscal que planteaba el Gobierno para 2017, con una subida de los impuestos de sucesiones y transmisiones calificada por el presidente de pequeña y no trascendental.
El pacto permitirá que el Consejo de Gobierno apruebe este mismo viernes el proyecto de ley para su inmediata remisión al Parlamento, donde la coalición PRC-PSOE, que no tiene mayoría en la Cámara a falta de un diputado, quiere acordar un calendario que permita que entre en vigor en febrero.
El Gobierno ha cerrado el acuerdo con el partid de Albert Rivera porque, según el presidente, las propuestas de C’s eran las «más asumibles» y las que más estaban «en sintonía» con la coalición.
El proyecto de Podemos era «irrealizable»
Revilla ha dicho que aunque el diálogo ha sido «sincero», con Podemos, que permitió con su abstención su investidura como el presidente, el acuerdo no ha sido posible porque ha presentado un documento «irrealizable», al suponer una desviación de 250 millones, mientras que el PP, ha dicho, es «tradicionalmente» un partido antagónico».
Revilla ha afirmado que como consecuencia de este acuerdo, el de 2017 no será el presupuesto que hubiera planteado el Gobierno, pero sí el mejor posible y el que se va a aprobar en el menor tiempo posible, y ha hecho hincapié en que «pactar significa ceder».
Además, se ha mostrado satisfecho de poder garantizar que Cantabria tenga un presupuesto en vigor, porque «sin presupuesto no puede gobernar de ninguna manera», y de que haya habido un grupo con voluntad de llegar a acuerdos y de no «entorpecer» al que está gobernando, como, a su juicio, es habitual en la oposición.