El chófer de Bárcenas al juez: «Villarejo me dijo que ‘el Barbas’, Soraya y Cospedal eran los jefes de la Kitchen»
El chófer de Luis Bárcenas ha asegurado que 'el barbas' (Mariano Rajoy), la ex vicepresidenta del Gobierno Soraya Saénz de Santamaría y la ex secretaria general María Dolores de Cospedal eran los jefes de la operación 'Kitchen'
Interior sobornó con fondos reservados al chófer de Bárcenas para rescatar documentos sensibles de Arenas, Soraya y Cospedal
El ex chófer de Luis Bárcenas, Sergio Ríos, desglosó el pasado miércoles en un interrogatorio que prosiguió el jueves, en calidad de investigado por la operación Kitchen, el operativo policial montado para robar información sensible al ex tesorero del PP. Según ha podido saber OKDIARIO de fuentes judiciales, el conductor ha señalado a altos cargos de la cúpula del PP.
Ríos ha declarado que, según le dijo el comisario Villarejo, el Barbas (en alusión, presumiblemente, a Mariano Rajoy), la ex vicepresidenta del Gobierno Soraya Saénz de Santamaría y la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal eran los jefes del operativo y estaban al tanto de todos los movimientos.
El chófer ha manifestado que el comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo y el ex jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) de la Policía Nacional Enrique García Castaño en innumerables ocasiones hicieron referencias sobre estos altos mandos del partido como personas que estaban al corriente de todo el operativo diseñado en 2013 y puesto en marcha por el Ministerio del Interior.
En el operativo se pagaron sobornos con dinero de los fondos reservados – partida presupuestaria destinada para combatir el terrorismo y el crimen organizado– al chófer de Luis Bárcenas. A cambio éste debía ejercer la labor de topo y conseguir los documentos sensibles que escondía el ex tesorero. El conductor fue premiado con 48.000 euros (2.000 euros mensuales durante dos años) y el acceso a una plaza de la Policía Nacional.
La Fiscalía Anticorrupción y la Unidad de Asuntos Internos (UAI) abrieron una pieza secreta, que fue desvelada en exclusiva por OKDIARIO, a finales de 2018 para investigar un operativo policial que fue financiado con fondos reservados del Ministerio del Interior.
Las pistas para iniciar las pesquisas fueron facilitadas, involuntariamente, a los agentes de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional por el propio Villarejo. Los policías de la UAI encontraron durante el registro del domicilio del ex comisario en noviembre de 2017, además de documentos y cintas, las facturas y los recibí firmados por Ríos con las cantidades percibidas que ahora obran en la causa.
Según consta en el sumario, era el propio Villarejo quien pagaba en mano al chófer de Bárcenas con el dinero de los fondos reservados que le facilitaban sus superiores.
Imputación de Cospedal
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 imputó al ex ministro de Interior Jorge Fernández Díaz en esta causa, pero tiene sobre la mesa la posible imputación de María Dolores de Cospedal, que fue solicitada por el Ministerio Fiscal.
La declaración de Sergio Ríos ante el juez hace que ahora sea más probable la imputación después de señalar directamente a la ex secretaria general del partido.
La operación ‘Kitchen’
La operación contra Bárcenas, desvelada en noviembre de 2018 por OKDIARIO, señalan fuentes judiciales, supone uno de los escándalos más graves del espionaje político en España: el uso de medios del Ministerio del Interior para satisfacer los intereses de un partido político que entonces estaba siendo investigado por la misma Policía por corrupción en la trama Gürtel. El Ministerio del Interior se sirvió de la infraestructura policial y del dinero de los fondos reservados para ocultar pruebas que afectaban al entonces presidente del Gobierno Mariano Rajoy.
El objetivo final no era la localización de las pruebas para judicializarlas, sino retirarlas de la circulación para evitar que llegaran a manos de la Justicia.
El operativo contra Bárcenas, según una fuente judicial consultada por OKDIARIO, sería equiparable al de las escuchas del CESID –el anterior organismo del espionaje al CNI–, que estalló en la época de Felipe González, o el caso Faisán, mientras era ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero. Entonces, desde Interior se perpetró un chivatazo a ETA, en el bar Faisán de Irún, para facilitar las negociaciones que había emprendido el Gobierno de Zapatero unos meses antes.