Crisis en el PP

Casado reclutará esta semana el apoyo de presidentes provinciales para enfrentarse a los críticos

Pablo Casado
Pablo Casado y Teodoro García Egea.
Segundo Sanz

El líder del PP, Pablo Casado, y su número dos, Teodoro García Egea, resisten en Génova la presión de los barones encabezados por el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que viene exigiendo «soluciones urgentes» a la crisis por la que atraviesa el partido. Sin embargo, no está habiendo tal urgencia. Al contrario.

El Comité de Dirección del PP -con fuerte contestación de leales- acordó este lunes celebrar una Junta Directiva Nacional el próximo martes que permita la convocatoria de un Congreso nacional (requiere el aval de dos tercios). Con ello, Casado y su núcleo duro, lejos de dimitir, ganan una semana más frente a los críticos. De hecho, según ha podido saber OKDIARIO de fuentes internas, aprovecharán estos días para reclutar sobre todo el apoyo de los presidentes provinciales, que son los que controlan el partido a nivel territorial y juegan un papel clave en los congresos a través de los compromisarios. Todo ello, con la vista puesta en las próximas batallas ante el sector de los barones que lidera Feijóo.

Génova -en concreto la Secretaría General de García Egea- convocó este lunes y este martes a diputados, senadores, presidentes provinciales y alcaldes de grandes ciudades para que acudan a la sede nacional del PP y poder así recabar y cerrar su apoyo presencialmente. Este desfile de cargos institucionales y territoriales seguirá en los próximos días.

Es la manera que está teniendo el aparato de comprobar que no haya más deserciones en torno a la figura de Casado. Sin embargo, tal y como publicó OKDIARIO, este lunes hubo parlamentarios que no acudieron a la llamada de García Egea porque no sabían con qué fin habían sido convocados y sobre todo porque éste «debería haber dimitido ya» tras su mala gestión del caso del presunto espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Poder orgánico

Con este movimiento, Génova quiere medir sus fuerzas frente a los barones y tratar de mostrar que conserva el poder orgánico y el poder territorial, confirmando el apoyo de más de la mitad de los secretarios provinciales, que tienen una posición distinta a la de los presidentes autonómicos críticos, aseguran fuentes populares. Sólo los barones de Aragón, Comunidad Valenciana y Murcia han cerrado filas con Casado.

Por su parte, los críticos, encabezados por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, reclaman que el congreso se celebre «cuanto antes», es decir, que tenga un carácter extraordinario (en 30 días) y no ordinario (en 45 días). Eso es precisamente el punto clave que se habrá de decidir en estos días y que Pablo Casado quiere consensuar con los barones. El congreso del PP estaba previsto para julio antes de esta tormenta.

Los Estatutos del PP señalan que el plazo mínimo que habrá de mediar entre la fecha de la convocatoria y la de celebración «será de mes y medio si se trata del congreso nacional». Eso sí, añaden que podrá convocarse un «congreso extraordinario» en casos de «excepcional urgencia, con tan sólo treinta días de antelación, haciendo constar en la convocatoria el motivo de convocar y las causas que fundamentan la urgencia».

De momento, Pablo Casado no ha confirmado que vaya a presentarse al próximo cónclave nacional, aunque su entorno más próximo ya trabaja en ello. Sus fontaneros se afanan estos días en lograr el máximo de apoyos dentro del aparato ante los momentos cruciales que están por venir. Y es que Génova mira de reojo a Feijóo para ver si da el paso y aspira finalmente al liderazgo del partido. La guerra que no cesa.

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