Carmena trata de acallar las críticas de los senegaleses con cursos de formación remunerados
La alcaldesa de la capita, Manuela Carmena, se ha reunido este lunes con colectivos de manteros senegaleses. Les ha indicado que «quiere que tengan trabajo y derechos».
Por el contrario, sin embargo, no se ha reunido tras los disturbios de Lavapiés con colectivos de vendedores callejeros no senegaleses o con los vecinos afectados por los destrozos de la noche del 15 de marzo.
Carmena junto a la teniente alcalde, Marta Higueras, han prometido que en breve acudirán a visitar la zona. Lo han dicho en un encuentro en el palacio de Cibeles con el cónsul de Senegal, Mouctar Belal BA, y un grupo de representantes de las asociaciones de inmigrantes senegaleses en Madrid.
En un comunicado municipal se indica que en el encuentro se ha recordado a Mame Mbaye, el mantero fallecido por un fallo cardiaco, y se han barajado diversas posibilidades de ayudar a su familia. La alcaldesa y los representantes de ese colectivo de inmigrantes han acordado preparar una próxima visita de la regidora «para conversar con los vecinos y conocer su situación».
En esa línea, la portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís, ha afeado a Carmena en Twitter el anuncio. «Señora Alcaldesa, espero que además de hacerse la foto les explique por qué: llevan 17 meses esperando la tarjeta de vecindad y no hay Plan de Convivencia Social e Intercultural (caducado en 2014)».
Villacís ha añadido: «Por cierto, ¿cuándo visitará a los agentes de la Policía Municipal que estuvieron en Lavapiés?»
Tarjeta de ciudadanía que no llega
Por otra parte, Carmena animó a los inmigrantes a apoyar el plan del Ayuntamiento para implantar en breve una tarjeta de ciudadanía. La exjueza les ha prometido que con ella podrán acceder a cursos de formación remunerados y abandonar así la actividad ilegal de manteros y lateros. “Nos vamos a implicar muchísimo con vosotros porque queremos que tengáis trabajo y derechos”, afirmó Carmena.
Esta tarjeta está en desarrollo desde que se aprobara, a instancias del PSOE, en el pleno municipal de octubre de 2016. En diciembre, el Gobierno municipal dijo que pese al retraso no renuncia a instaurar esta tarjeta de Vecindad. Confesaron que no se podrá desarrollar «en toda la amplitud prevista», reconoció Higueras en la comisión del ramo.
La tarjeta debería activarse en «un plazo razonable» aunque ya fuera del calendario previsto inicialmente con el PSOE. La delegada explicó que tenían dificultades en temas de vivienda y de formación no reglada impartida por la Agencia para el Empleo.
Esas personas pueden solicitar una vivienda pública pero si les tocara por sorteo «no se les podría hacer un contrato legal por no tener identificación acreditada». Lo mismo pasaría con la contratación de suministros básicos.