Carmena reconoce en un informe que no sabe cuánto reduce la contaminación su protocolo antipolución
El Ayuntamiento de Madrid reconoce en un informe interno que no sabe en qué medida mejora la calidad del aire aplicar el protocolo anticontaminación de restricciones al tráfico los días con episodios de alta polución.
La Dirección General de Sostenibilidad y Control Ambiental del Consistorio, en un informe fechado el 21 de septiembre de 2018, indica que «es muy difícil cuantificar con exactitud la reducción en la concentración de los diferentes contaminantes que supone la aplicación de cada una de las medidas establecidas en el protocolo, porque hay muchos factores que influyen, especialmente meteorológicos, que varían de un episodio a otro».
En una respuesta a OKDIARIO sobre «la estimación de la reducción de contaminación que ha supuesto la puesta en marcha del protocolo», el Consistorio reconoce que no tiene datos concretos.
«Las medidas aplicadas no fueron efectivas ya que los beneficios para la salud de los ciudadanos fueron marginales», aseguran investigadores de la Politécnica
Citando el informe interno, contextualizan y explican que «el protocolo de actuación para episodios de contaminación por dióxido de nitrógeno es un plan de acción a corto plazo». Justifican que esta normativa «se aplica con el objetivo de preservar la salud de la ciudadanía en situaciones puntuales en las que los niveles de este contaminante son muy elevados».
«Más sensibilización»
En todo caso, aunque no sepan si el protocolo funciona mejor o peor, defienden que su aplicación «ha contribuido además a una mayor sensibilización ciudadana ante el grave problema de la contaminación atmosférica».
Asimismo, recuerdan que «aun siendo positivo el balance de aplicación del Protocolo de 2016, para conseguir una mayor reducción de los niveles de contaminación se ha aprobado el 27 de septiembre un nuevo protocolo». Esta nueva versión más restrictiva ha entrado en vigor este lunes.
A partir de ahora, cuando se superen los niveles establecidos se pasa del criterio de las matrículas pares/impares al sistema de distintivos ambientales de la DGT. Los vehículos más perjudicados serán los que no tienen etiqueta; es decir, los de gasolina anteriores al año 2000 y los diésel anteriores a 2006. Son el 17% del parque móvil.
Balance del protocolo de 2016
Desde 2016 hasta ahora que cambia el protocolo, ha habido nueve episodios de alta contaminación. En total, se ha activado 20 días el escenario 1 que limitaba la circulación a 70 km/h en la M‐30 y en los tramos de las carreteras de acceso a Madrid, comprendidas en el interior de la M‐40.
Asimismo, se ha activado 14 días el escenario 2, que suma a la anterior limitación la prohibición de aparcar en las plazas y horario del SER en el interior de la M‐30. Por último, el 28 de diciembre de 2016 se puso en marcha el escenario 3, que impidió a las matrículas pares entrar en la ciudad. Ese día se impusieron cerca de 10.000 multas por no cumplir esa norma (90 euros o 45 por pronto pago).
Estudio independiente
Al margen de los datos de reducción de la contaminación, en alguna ocasión la Corporación ha ofrecido datos aproximados sobre reducción del número de vehículos en circulación en días de protocolo. Desde el área de Medio Ambiente y Movilidad se indicó que aplicar el escenario 2 tan solo reducía entre un 3% y un 5% la circulación. El día que se activó el sistema de multas par/impar y se llegó a un 19% pero un estudio independiente de la Universidad Politécnica desvelaron que tan solo se redujo un 3% la contaminación.
«Los resultados del modelo de impacto en la salud muestran que habría reducciones insignificantes en la mortalidad debido a la aplicación de las restricciones de tráfico propuestas», zanjan los investigadores. «Por lo tanto, las medidas aplicadas no fueron efectivas ya que los beneficios para la salud de los ciudadanos fueron marginales», recogen en las conclusiones del paper.
«Estos resultados muestran que las medidas tomadas no fueron lo suficientemente efectivas en comparación con el esfuerzo por reducir el tráfico», añaden. Asimismo, señalan otras medidas deben evaluarse con menos impacto en los ciudadanos y con una mayor capacidad para reducir la contaminación del aire. Por ejemplo, cambiar vehículos diesel en eléctricos, prohibición de conducir vehículos mayores de 15 años, reducción de la velocidad del tráfico, etc.