Bofetón de los españoles al propalestino Sánchez en Eurovisión: masivo televoto a la canción de Israel

El boicot lanzado por la coalición sociocomunista se estampa contra el sentir ciudadano que ha votado en el festival

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Roberto Pérez
  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

Los españoles han dado un sonoro bofetón al Gobierno socialcomunista de Sánchez con el televoto de Eurovisión. El ímpetu con el que se ha criticado a Israel se ha estampado contra el sentir ciudadano, que ha apoyado masivamente a la cantante que ha representado al Estado hebreo, justo cuando el propio Pedro Sánchez, el PSOE y sus socios comunistas de Sumar se han esforzado al máximo por boicotear a Israel. En las horas previas al festival celebrado este año en Suecia, han llegado a pedir que se prohibiera la participación israelí en Eurovisión, acusaron a ese país de «asesino» y «genocida», han sugerido acciones de protesta tan peculiares como apagar el televisor cuando cantara la representante israelí y, frustrados todos esos intentos, la vicepresidenta Yolanda Díaz incluso ha amenazado directamente a la cúpula de TVE por participar en el festival y retransmitirlo.

La ofensiva desplegada por la gubernamental coalición socialcomunista, con el coro también de los socios parlamentarios independentistas y de Podemos, ha hecho más sonoro el hecho de que, fruto del televoto, los españoles hayan otorgado a Israel la máxima puntuación a la canción de Israel. Y, a la par, la canción Zorra, convertida en particular himno de la izquierda, ha quedado en un pobre cuarto lugar por la cola.

El televoto ha sido decisivo en la clasificación final de Eurovisión. Cada canción obtenía una doble puntuación. Por un lado, la otorgada por un jurado profesional. Y, por otro lado, a esa puntuación del jurado se le añadía el resultado del televoto; es decir, la apuesta de los ciudadanos que, vía telemática, han querido participar en la elección.

En el televoto son los ciudadanos de cada país los que deciden a qué canción se conceden las distintas puntuaciones que se pueden otorgar. El máximo que cada país puede otorgar son 12 puntos. Y, en España, el público que ha votado ha apostado tan mayoritariamente por Israel que esos 12 puntos han ido a parar a la canción de ese país, interpretada por Eden Golan, que ha anunciado que, tras su paso por Eurovisión, va a alistarse en el Ejército israelí.

Ese masivo apoyo de los españoles a Israel en el televoto del festival de Eurovisión no ha sido excepción. Ha sido una tendencia generalizada en otros muchos países participantes, lo que ha hecho que la canción israelí haya llegado a estar momentáneamente en la primera posición. Al final ha quedado en quinto lugar, sólo por detrás de de la vencedora Suiza, de Croacia, de Ucrania y de Francia –por este orden–.

El propalestino Sánchez

Eurovisión ha tenido lugar después de la frustrada misión diplomática emprendida por Pedro Sánchez a favor de la declaración del reconocimiento de Palestina como Estado. Su particular gira con la que pretendía investirse de liderazgo internacional sólo consiguió el apoyo de Irlanda, Eslovenia y Malta. Ningún otro país se ha apuntado a su pretensión, mientras Moncloa ultima ese reconocimiento del Estado palestino que rechazan, con más o menos intensidad, con más o menos peros, los grandes países del concierto occidental en el que se mueve España.

La apuesta de Sánchez ha sido interpretada como una posición contra Israel. Así lo han considerado los propios terroristas palestinos de Hamás, que han llegado a aplaudir a Sánchez por considerarse respaldados por él frente al Estado hebreo. Hamás cometió la matanza de judíos en octubre que desató la guerra de Israel contra los terroristas que imponen su radicalidad en Gaza, a costa de los civiles palestinos que están sufriendo las dramáticas consecuencias del conflicto bélico.

Pedro Sánchez tampoco ha desautorizado a ninguno de los ministros y ministras de su gabinete que, desde el ala comunista, han lanzado ataques verbales contra Israel ignorando el terrorismo de Hamás. En ese bloque abiertamente antisemita se sitúa la vicepresidenta Yolanda Díaz y ministros como Sira Rego o Pablo Bustinduy. Díaz y Rego lanzaron entre el viernes y este sábado duros mensajes contra Israel a través de las redes sociales, pese a que el miércoles el Estado hebreo, a través de su Embajada en Madrid, volvió a urgir al Gobierno de Sánchez a que cesaran las acusaciones y la hostilidad hacia ese país.

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