Bildu pide al Parlamento vasco que se impida hacer campaña a Casado, Rivera y Abascal
Los de Otegi dicen que los actos políticos del centroderecha no son libertad de expresión, sino "una provocación malintencionada".
Los proetarras usan Alsasua para señalar a Casado, Rivera y Abascal
De su talante democrático y nacionalismo excluyente ha vuelto a dar prueba EH Bildu con una proposición no del ley que ha presentado en el Parlamento Vasco para que la Cámara autonómica pida a Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Ciudadanos) y Santiago Abascal (Vox) que no acudan a esta región de España para hacer campaña política en las próximas elecciones generales.
Con la tradicional retórica que los proetarras utilizan sin rubor para esconder sus auténticas pretensiones, la proposición de EH Bildu insta al Parlamento para que, «desde el respeto a la libertad de expresión», reclame a «partidos de ámbito español cuya implantación en Euskal Herria es prácticamente nula» que «renuncien a utilizar este país para la obtención de votos en el resto del Estado».
Sin citarlos, EH Bildu se está refiriendo al PP, Ciudadanos y Vox, estos dos últimos sin representación parlamentaria. A los tres les acusa de tensionar «la convivencia provocando altercados y situaciones violentas que todos rechazamos».
La propuesta bildutarra cita como prueba que justificaría el veto a los tres dirigentes nacionales en el País Vasco los actos electorales que la formación de Abascal protagonizó el pasado abril en San Sebastián y Bilbao. También los que tanto Rivera como Casado y Abascal celebraron en Alsasua para solidarizarse con la Guardia Civil y los agentes víctimas de una vil paliza que acabó con la condena de varios jóvenes abertzales.
Los de Arnaldo Otegi afirman que los actos de las formaciones del centroderecha español «no son un ejercicio de libertad de expresión, sino una provocación malintencionada que pervierte el significado de ese derecho fundamental».
La formación que nunca ha condenado la violencia de ETA, ni su larga historia de asesinatos, amedrentamiento y coacción, se atreve a proclamar que el único objetivo del PP, Ciudadanos y Vox es «trasladar una imagen falsa de Euskal Herria a partir de la cual luego poder justificar maniobras ilícitas que atacan la convivencia y la normalidad política».
Naturalmente, EH Bildu olvida, por ejemplo, cómo sus cachorros utilizaron la aún reciente ‘fiesta del odio’ de la localidad navarra de Alsasua para señalar a Casado, Rivera y Abascal. Los abertzales desplegaron pancartas, carteles y simbología nazi y falangista para hacer saber a los líderes del PP, Ciudadanos y Vox que no son bien recibidos. Con una consigna clara: «Fascistas fuera de aquí».
Meses antes, Rivera y los dirigentes de Ciudadanos habían tenido que abandonar la localidad escoltados por la Ertzaintza. Y fue el PNV quien utilizó los mismos argumentos que ahora emplea Bildu para justificar el veto electoral al PP, Ciudadanos y Vox en el País Vasco: «Fue una auténtica provocación».
«Ni a tiros ni a bombas»
Los tres líderes políticos han reaccionado con firmeza a la pretensión de veto de Bildu. Abascal, vasco de nacimiento y víctima del terrorismo, ha escrito en su cuenta de Twitter: «A mí ni me impidieron ni me impedirán estar en mi patria chica ni a tiros ni a bombas. ¡Gentuza!».
Casado ha anunciado que seguirá yendo al País Vasco «a enarbolar la bandera de la libertad y a denunciar que Bildu sigue sin condenar el terrorismo».
Por último, Rivera ha calificado a Bildu de totalitario antes de garantizar que Ciudadanos «jamás permitirá que os apropiéis de un solo palmo de nuestra nación».